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Las luces blancas del salón ciegan sus ojos conforme pasan los minutos y la noche cae, flores inmensas de diferentes formas y tamaños ocupan más de la mitad de pasillos y centros de mesa; el blanco predominando en cada rincón del salón y recóndito lugar de lo rodea.

La música tradicional del clan Kim suena en cada vals y melodía que empuja a los invitados a mezclarse en la pista de baile, incluido a sus padres y algunas otras personas que vinieron de su clan.

Felices a costa de un sacrificio que no les compete.

— Tienes un esposo demasiado arrogante.— la afirmación de su hermano le incomoda en su interior, aunque asiente en afirmación aceptando completamente aquello. No encuentra réplica en su dicho.

Puede ver, a través de las horas que lleva ahí, sentado y de casado que el Omega que desposo y convirtió en su esposo es alguien difícil de tratar.

Alguien muy mimado y arrogante que no dirige la mirada a nadie, que tan tampoco se digna en hacer una reverencia completa a alguien mayor que el, ni siquiera a los otros líderes de clanes, una ofensa mayor que nadie pasa por alto.

Su falta de educación ante los mayores, su arrogancia al caminar hace difícil el intentar hablar con él, cosa que no ha hecho en absoluto desde que se dio el sí frente al altar.

— Así es, va a ser difícil el convivir con él.— confiesa con resignación.

Sabe que ese matrimonio es un contrato que debe cumplir y lo va hacer, amenos que los padres o el mismo Omega Kim quieran lo contrario, como ve las cosas es lo más seguro que acontezca.

Verlo caminar en medio de toda esa gente importante y no inmutarse ante la presencia ajena le advierte que esta acostumbrado a ello, el sonreír recatadamente y verse perfecto frente a sus invitados hacen difícil el no mirarlo.

Es hermoso, no hay duda al respecto pero su arrogancia e importancia que muestra a todos hace que sea difícil el querer mirarlo o hablar con el.

El atuendo llamativo y poco acordé a la época detona lo tradicional que siguen siendo y lo que le impondrán apenas amanezca.

— Estoy seguro que puedes manejarlo, te aconsejo que lo preñez en la primera oportunidad que tengas para que tu estancia aquí sea más tranquila y no los tengas sobre ti todo el tiempo.

El consejo dado es el recordatorio de lo que debe hacer, de la única razón por la que está ahí y por la que se sometió a ese matrimonio inesperado.

—Es la única razón por la que estoy aquí ¿Cierto? — interroga con resignación dejando la copa de alcohol en la mesa.

Sabe que no hay opciones para él pero quiere ser optimista –aunque fuera un poco–, la única forma en que puede sobrevivir a ello es cumplir con su deber.

Embazarlo.

Intentará hacerlo.

Puede sonar fácil pero desconoce totalmente como pueda reaccionar el Omega esa misma noche; si permita que lo toque o se niege totalmente a hacerlo, y sí es como aparenta ser frente a aquellas personas va a ser complicado completar su trabajo en la intimidad de su cama.

— Ánimo, tal vez puedas dominarlo.

— ¿Dominar a quién? ¿Al Omega de los Kim? La vas a tener difícil, si es a eso a lo que te refieres.—comento uno de los sirvientes que no había visto en que momento llegó a su lado o si escucho más de lo que debía.

Firmó un contrato de confidencialidad apenas salió de la habitación en la que se arregló para la ceremonia y en el que estipulaba que nadie debía saber lo que ocurría dentro o fuera de su matrimonio, ni siquiera sus padres debían saber algo al respecto, fue confuso pero no pudo contradecir algo al respecto dado que no le dieron la oportunidad de hacerlo y mucho menos sabiendo que el matrimonio debía darse de alguna u otra manera imposibilitandole el hacer algo dada la gran cantidad de dinero que le dieron a sus padres.

— ¿A qué se refiere? — interrogó su hermano antes de que alguien los viera hablando.

— El Omega Kim no es lo que aparenta.— susurró el beta rellenando su copa. — Han pasado cientos de hombres con él y ha rechazo a todos, dicen que ha mandado a desaparecer a la mayoría de ellos. Dicen que es nacido bajo la estrella de la mala luna.— los susurros bajos del beta le hacen preguntarse muchas cosas que en algún momento se pregunto.

La razón por la que lo obligaron a él a casarse o a darle dinero a sus padres para que desposara a su hijo.

Cada clan tenía sus costumbres y tradiciones, incluidas sus supersticiones, creencias y adoraciones por lo que escuchar de alguna superstición rodea al Omega con el se casó hace apenas un par de horas hace que la inquietud y la curiosidad se apoderen de él.

— ¿Qué significa eso? — pregunta con curiosidad sabiendo que, quizás, puede saber cosas de las que prefiera no saber –por ahora–.

— Cuando nació la luna de sangre se oculto entre las nubes de la noche oscura, dicen que esa misma noche los buitres graznaron en la ventana de la Omega líder. Los primeros años fue bendecido hasta que cumplió los ocho años..

— ¿Qué haces ahí? ¡Ponte a trabajar! — Una mujer mayor se acerco al beta y apresuró a irse de su lado. — Mis disculpas, pero está prohibido que algún sirviente habla con los invitados.

Rápidamente la mujer se disculpo con una reverencia alejándose de ellos.

Más interrogantes se formaron en su mente queriendo saber las respuestas, saber todo aquello que rodeaba al Omega.

Parecía ser que todos sabían el pasado del Omega Kim y no ocultaban el desprecio que le tenían.

Ignoro algunos comentarios y miradas que acusaban al Omega de cosas que no entendió del todo y que en ellas se preguntaban a vivas voces quién era él, de dónde salió y porqué acepto casarse con él.

La sorpresa evidente en sus rostros al descubrir que no pertenecía a ningún clan importante y llegar a conclusiones nada éticas del porqué fue elegido como esposo.

Nadie ocultaba el hecho de que los matrimonios entre primogénitos se hacían por beneficios y en base a acuerdos que beneficiaba a ambas partes, ponderando siemor ganar.

Algunos le miraban con desprecio y preferían evitarlo sabiendo que su lugar ahí no tenía importancia alguna, el único importante del matrimonio era Taehyung, quien no dejaba de ir de un lado a otro del brazo de su padre presentándose ante los invitados, siendo el centro de atención como si su presencia fiera la única que importa.

Tal vez lo es pero considera que su actuar es equivoco.

Las horas parecen eternas que realmente se pregunta cuando puede ir a dormir, está cansado, viajo por largas horas para estar ahí a tiempo y tener que aguantar muchos sucesos en un día es agotador.

Desea dormir antes que cualquier otra cosa esa noche, mucho más que acostarse con su esposo.

Debe hacerlo, está obligado a tomarlo esa noche sin importar lo cansado que esté o de lo contrario su calvario personal será inmediato.

Luceros vacios 💜 YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora