°•▪︎II▪︎•°

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Alfas y Omegas, todo su mundo se resumía en eso, siempre había sido de ese modo, desde que había nacido Baek había tenido problemas respecto a eso

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Alfas y Omegas, todo su mundo se resumía en eso, siempre había sido de ese modo, desde que había nacido Baek había tenido problemas respecto a eso. A su papá especialmente no le había gustado para nada que él fuera un omega.

Por lo regular los omegas tenían menos posibilidades, eran vistos como personas que solamente podían tener hijos, quedarse en casa y tener trabajos demasiado mal pagados porque no tenían la misma y fuerza o capacidad que un alfa, eso era lo que decían, aunque Baekhyun difería de eso, pero tampoco es que alguien quisiera escucharlo, porque bueno, era un omega.

Quizás había estado destinado a la mala vida desde su primer suspiro, Baekhyun jamás había imaginado que terminaría de esa manera, no pensó que tendría mucho éxito tampoco, pero no pensó que en una mañana más de su vida, se había terminado levantando en la cama de un desconocido rico, un alfa que se lo había follado toda la noche solamente porque podía hacerlo.

Baekhyun abrió sus ojos para poder reconocer a su alrededor, no era su vieja habitación de siempre, no era su pequeña y húmeda alcoba, para nada, era una habitación enorme y realmente bonita, con un aroma delicioso a colonia fina y también a feromonas de alfa. Baekhyun había jadeado muy fuerte cuando se quiso mover y se dio cuenta de que un brazo rodeaba su cuello y que otra mano estaba encima de sus caderas. Baek supo entonces dónde estaba, Chanyeol lo estaba abrazada y Baekhyun, aunque movió sus piernas, las sintió débiles y húmedas por todo el medio.

-Mierda.- maldijo, Baekhyun sabía que tenía que irse de ahí, apenas estaba amaneciendo, sería un gran momento para poder escapar, así que solamente suspiró con un momento de fuerza, tenía poco tiempo y fue un alivio saber que aún tenía el collar en sus manos, lo tenía en el cuello y por eso terminó sonriendo un poco, aunque aún era demasiado pronto para cantar victoria.

Baekhyun levantó lentamente el brazo de Chanyeol para poder sacárselo de encima, aunque era muy pesado, eso había sido muy complicado de hacer, había jadeado adolorido por eso, pero logró empujarlo, Chanyeol ni siquiera se dio cuenta, simplemente se dio la vuelta aún medio dormido, era como si ya hubiera olvidado que Baekhyun estaba ahí.

De nuevo suspiro de alivio, se había dado prisa para poder levantarse y ponerse su ropa interior, lloriqueando en silencio por el dolor de cadera que tenía, ¿se había quedado abierta? Baekhyun apretó los labios mientras se subía la ropa interior y entonces sentía que quedaba rodó pegajoso de todos lados, maldijo por eso pero solo se apresuró a poner encima también sus pantalones y luego, ponerse su camisa, sintiendo el collar, Baek se lo quitó para poder esconderlo en su bolsillo, pero por un buen rato se había quedado mirándolo en su mano.

Era tan hermoso y grande, pensaba en cuánto debería costar eso, pensó que seguramente más de lo que alguna vez podría imaginarse o pagar, eso debería dejar las cosas bien entre los dos, aunque no quería robarlo, pero no tenía opciones, no había llegado ahí para que no fuera nada, así que solo lo dobló con cuidado hasta guardarlo en su bolsillo.

El diamante de ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora