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capitulo nueve (effy)
MIS DÍAS HABÍAN MEJORADO UN POCO. TODOS HABIANayudado a que no recayera de nuevo y la verdad no quería hacerlo. Había bloqueado a Tony y a Josh que no dejaban de enviarme mensajes y llamarme. Lo odiaba en verdad.
Salí del baño de la residencia de Chris secando mi cabello.
- Agradece a cualquier dios al que le reces Anwar que pude sacar el queso de mi cabello.
- No era para tanto Megan - murmuro Michelle por lo bajo
- Pero si lo hubieran echado en el tuyo estarías llorando.
La tensión se sentía. Estaba enojada, furiosa con ella, tal vez era mi karma pero que se haya cogido a Josh y a Tony me había afectado demasiado.
- Vamos Meg, ven y pon un cubito - Chris me aventó un cubo de azúcar para apilar en su torre.
Me incline dejando el cubo en perfecta posición.
- Meg - levanté mi vista para ver a Anwar - Tú tienes pechos ¿Puedo verlos?
¿De que demonios me había perdido?
- ¡No! - Chris y Sid negaron haciendo que Anwar se encogiera en su lugar.
Subí el cierre de mi sudadera al ver que aunque se hubiera escogido seguía viendo mis pechos.
Mi teléfono sonó dejándome ver el nombre de Effy. Contesté de inmediato saliendo de la habitación.
- Hola Meg - su voz sonaba apagada
- Eff ¿Dónde estas?
- Mi hermano lloriquea por ti¿Por qué no vuelves con el?
- ¿Eff donde estas?
- Te quiero Meg.
Colgó. Mire el teléfono confundida, algo estaba mal.
- Megan - la voz de Tony sonó por el pasillo
- Tony - me acerque rápidamente a el - ¿Effy está bien? ¿Sabes dónde está?
- Por eso venía. Alguien se la llevó, no contesta y...¿Tú cómo sabes que no está en casa?
- Me llamo pero me colgó y no parecen entrar mis llamadas - ví con preocupación como hacía una mueca de dolor y se sugetaba su costado - ¿Estás bien?
- No - levantó su camisa dejando ver un gran moretón.
- Dios Tony. Ven, hay un botiquín en el baño - tome su mano para tratar de guiarlo pero se soltó.
- Voy por Sid ahora voy.
- Bien, no tardes.
Camine hasta el baño y saque el botiquín. Había tenido que curar a Sid y a Chris varias veces así que ya tenía práctica. Suspiré viéndome al espejo, me regañaba mentalmente porque Tony me seguía probocando sensación de emoción y preocupación en el estómago.
