Roier, El dueño de la mejor y más confiable guardería de la ciudad.
Que problemas podrían ocurrir alrededor de niños y un edificio ocupado de guardería? Déjame decirte, Muchos.
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Ahora ya las Siete cuarenta y cinco de la mañana, Roier estaba sentado en aquella gran mesa con todos los niños sentados junto a él desayunando.
Ramón, Chayanne, Juana, Tallulah, Tilín y más niños, Todos desayunando tranquilamente mientras algunos hablaban, incluso el más nuevo niño, Richarlyson, estaba hablando con todos, se había integrado rápido y eso hacía a Roier muy feliz.
En el momento que Roier dio un trago a su café, el timbre sonó, el híbrido dejo la taza en la mesa y se puso de pie, diciéndole a los niños que regresaría de inmediato el híbrido se dirigió a la puerta.
Gracias a la puerta transparente pudo ver quienes eran, con una sonrisa abrió la puerta y recibio a la pareja frente suyo.
-Buenas Araña, Perdón por tardar a dejar a Boo-
-No te preocupes farfa!-
El niño híbrido de Enderman miraba a su padrastro hablar con el chico araña mientras seguía tomando la mano de su madre, Dream.
Farfa y Roier hablaron nos minutos, después, Roier miro al niño igual de alegre que el primer día que Ranboo se había quedado en aquella enorme guardería.
-Bueno Pequeño Boo, Adelante!-
Con una sonrisa a sus padres, Ranboo soltó la mano de Dream y se despidió con un abrazo de ambos.
Ranboo entro corriendo a la guardería sabiendo dónde se encontrarían todos, se pudo escuchar como los niños saludaron al hibrido al verlo entrar a dónde estaban desayunando, después de eso sus padres se marcharon completamente tranquilos como siempre, ninguna preocupación podía pasar por la cabeza de los padres sabiendo que su hijo estaba a cuidado de Roier.
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Los niños después de desayunar todos juntos se dispersaron por el gran lugar, la mayoría jugando y corriendo, otros más tranquilos leyendo.
Roier se mantenía viendo al más nuevo niño, Richarlyson, quien pintaba tranquilo en un rincón del lugar, eso le parecía interesante al híbrido de araña, pues muy pocos de los niños les interesaba el dibujar o almenos no cuando no era hora de hacer alguna actividad sobre ello.
El hecho de que mirada al pequeño no paso desapercibido, pues una pequeña niña se acercó despacio hacia su cuidador.
Roier pudo sentir como alguien se abrazó con bastante fuerza (para un infante) a él, Miro hacia abajo y pudo ver a Juana flipa mirándolo fijamente con una sonrisa pero con un brillo de preocupación en sus ojos.
-Estas bien tío?-
Roier rio enternecido por la pequeña niña, acaricio su cabello para tranquilizarla.
-Siempre nena, siempre-
Ambos nisiquiera notaron cuando todos los niños a excepción de Richarlyson se empezaron a juntar a su alrededor.
-Ey! Nosotros también queremos abrazo!-
Roier nisiquiera pudo hablar antes de que todos los niños corrieran hacia el y empezaron a abrazarlo, claro, con cuidado de no lastimarse entre ellos o al adulto.
El híbrido de araña se sentía más tranquilos escuchando la risa de todos los niños, feliz de tenerlos, levantando su mirada pudo ver a un lugar más apartado, justo donde anteriormente habia estado viendo, a Richarlyson solo y mirandoles.
Sin decir nada, Roier hizo una seña para que se acercará, el niño con cuidado fue donde ellos y sin previo aviso, Roier le cargó y dio una vuelta con el en brazos.
-Epa Richarlyson!-
El niño soltó una risa, y así, el adulto empezó a jugar con todos los niños, Richarlyson estaba feliz, Apesar de tener a tantos adultos a su cuidado, estos nunca tenían tiempo de jugar, pero parecía que Roier siempre tenía ese tiempo y energía aún cuando tenía a tantos niños que cuidar.
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