Quackity miraba fijamente la tabla con la información de los vuelos, atentó a los cambios que daba el suyo.
Cuando las bocinas dieron el anuncio para que los pasajeros se prepararán y fueran a abordar, por fin sacó su teléfono y marco rápidamente al contacto destacado.
Contestaron casi enseguida pero el no dio tiempo a qué el contrario hablará.
—Hola, Se que tienes muchas cosas que reclamar en este momento, Solo quería pedirte perdón—
—Quackity, No tienes que pedirme perdón a mi, Si no a tu hija—
El híbrido de pato sintió un peso en su pecho cuando su compañero dijo eso atraves de el teléfono, mientras caminaba por los pasillos hacia el avión intentaba contener las lágrimas.
—Dile que lo siento mucho y cuídala porque yo no volveré, estaré bien, me iré de aquí para no interferir—
Los trabajadores metían las maletas de el pato y este se acomodaba en su asiento, Roier intentaba procesar todo atraves de el teléfono, Apesar de ya haberse hecho a la idea de que el contrario se iría de el lugar, Seguía siendo un golpe duró.
—Todos sus papeles están en mi departamento, su ropa también, Dile lo mucho que la amo—
—Porfavor No—
—Te quiero, Roier—
El castaño solo escuchó como la llamada se cortó, Mirando a un lugar cualquiera de la cocina mientras dejaba lentamente junto la estufa donde la tetera y el ruido que provocaba de fondo interfería en sus pensamientos que de forma abrumadora le atacaban de repente.
—¿Todo bein?—
Roier salió de su trance mirando hacia abajo encontrándose al niño de gorro de vaca champiñon, este parecía estrañado por el actuar desconectado de el adulto quien solía ser bastante atento incluso con algo tan mundano como el ruido de la tetera que parecía molestar a algunos de los niños.
El híbrido antes de contestar apagó la flama y sin enfocarse lo suficiente intento tomar la tetera con agua.
Cuando sintió el calor, Roier le soltó abruptamente, haciendo que todo el agua callera logrando salpicar lo, El híbrido de araña soporto el dolor pues aún sentía la presencia de el niño que ahora se notaba más preocupado.
—Perdon Richarlyson, tendré que poner más, no puedo jugar ahora—
Roier sintió la frustración de ver algo salpicado su teléfono, Se aseguro de que prendiera y al ver qué si, Simplemente tomo un trapo de el lugar para tomar la tetera y volver a llenar la.
—¿Quiere que le ayude?—
Miro a Richarlyson, Este apesar de tener los ojos tapados por su cabello sabía transmitir su preocupación a la perfección, Cosa que hizo sentir algo mal al mayor, No le gustaba ver a los niños preocupados, mucho menos por el, Para Roier la preocupación era un sentimiento muy adulto que no le correspondía a alguien de la edad de el hibrido de dragón.
ESTÁS LEYENDO
Mockingbird
FanfictionRoier, El dueño de la mejor y más confiable guardería de la ciudad. Que problemas podrían ocurrir alrededor de niños y un edificio ocupado de guardería? Déjame decirte, Muchos.