PRÓLOGO

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Atormentado por el fantasma de ti...

Son tus pasos y el frío que trasmite tu presencia los que me mantienen cuerdo.

Una vez fui un hombre con dignidad y gracia, ahora me mantengo mendigando un poco de amor en un espectro que me llena de soledad.

Intento encontrar un camino, una realidad distinta a esta pero me aterra pensar que al hacerlo decidas marcharte. 

A donde quiera que miro puedo verte, hasta incluso escucharte, pero no puedo sentirte entre mi piel o hacerte sentir algo a ti, solamente me he quedado con el espectro que tengo frente a mí, un ser tan frio que inunda el cuarto de caricias como si fuese invierno, lamentos como si fuesen ánimas en un purgatorio y por más que me esfuerce no puedo consolarte.

Quiero quedarme a tu lado ahora y esperar a que un día decidas salir de aquí, incluso si lleva toda la noche o cien años jamás bastarán para que entiendas cuánto te adoro.

Hago unas maletas de viaje, me coloco mi abrigo y gorra pues afuera ha anochecido, tomo mi bufanda y me dirijo a la puerta dejando una carta para Alex.

Camino fuera de la ciudad con el corazón de vidrio y la mente de piedra, en busca de un lugar mejor, esta noche decido no tomarme ningún fármaco aunque sé que son ellos los que me ayudarán a verte como hasta ahora, subo al primer taxi que encuentro en la Alameda y le indico que se dirija al muelle.

Y es ahora cuando empiezo a recordar cómo fue que llegamos hasta aquí tú y yo.

Y el sol brillaba otra vez, brillaba otra vez solo para los dos.

.   .   .

BYLUR (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora