Los días, incluso los meses transcurrieron tan fugaces hasta estar tan cerca de podernos graduar. Estamos por terminar nuestro tercer año, en menos de 2 meses para salir del instituto y entrar a una universidad.
He planeado por mucho tiempo la carrera que pienso estudiar, desde pequeño mis abuelos me regalaron un libro del cuerpo humano con el que leía, dibujaba y pegaba muchas cosas que tenían que ver con la carrera de medicina y poco a poco me fue gustando más la idea de volverme doctor. Estaba decidido a ser médico y ser uno de los mejores del país.
En la escuela no se habla más que de la graduación, de los exámenes de ingreso universitario y de las escuelas en las que cada uno desea ingresar.
Los profesores están recibiendo los últimos trabajos y asentando las calificaciones finales. Creo que hasta ellos nos echarán de menos al terminar junio.
No vernos más en estos boscosos pasillos me resultará difícil cada mañana, correr por las cancha de basquetbol jugando junto a mis amigos o incluso desayunar viendo las nubes cargadas de frío en su interior. Sin duda extrañaré estar en bachillerato.
Supe por Abril que Alex se irá 2 semanas fuera de la ciudad para presentar sus exámenes en las universidades que ha considerado, así que dejaré de verla por estas 2 semanas hasta su regreso.
—Por la tarde salgo con mis amigos al cine a ver la película de "La gran ola" para distraerme un poco, al salir vamos por pizza a la cafetería de mi amigo Kendall—Suspiro tan hondo que Bell voltea a verme angustiado al ver salir de mi rostro una cristalina lagrima al pronunciar este nombre.
Tomo el pañuelo que han dejado los mayordomos en la mesa para limpiarme el rostro y continuo.
. . .
Pasaban los días en la ciudad y extrañaba verla por el instituto. Yo ya había presentado mis exámenes para la universidad semanas antes, pero quería saber a dónde planeaba irse Alex después de graduarnos, quería hablar con ella y quizás hacer planes para irnos juntos.
No quería dejar de verla por siempre.
Esa misma noche no podía dormir porque había una tormenta y los rayos no me dejaban tranquilo en la cama. Y decidí que al amanecer le enviaría un mensaje a Alex y la invitaría a salir.
Cuando volvía a cargarse la neblina por todo el jardín de mi casa, recordé aquella experiencia que había tenido en mi cuarto el día que me reuní con Lauren, recordaba a aquella bella dama que se apareció bajo mi ventana penetrándome con la mirada y estrujando con fuerza mi corazón al verla sollozar.
Por años esta anécdota fue una controversia absoluta en mi mente, pues aseguraba que aquella mujer del vestido tan liviano que hacía que el color de su piel se transparentara sin dificultad, y cuyo rostro sería inconfundible, fue siempre Alex.
—¿De qué estás hablando Jocker? Honestamente me has volado la cabeza con lo que acabas de afirmar, ¿Cómo es que estás tan seguro? es más, ¿Cómo podría tener eso algo de lógica? explícate por favor—Me implora y noto la terrible angustia que se refleja ahora en sus ojos.
Alex era un mar de secretos, quizás aún más inmenso que un mar. Me llevó años comprender como un ser humano tan noble como ella podría llevar tanto peso en su ser y tanto sufrimiento en su corazón, pues quizás a simple vista Alex Forbes era el diamante más preciado para todos, pero en el fondo moría lentamente conforme los días transcurrían, moría con cada persona que logró decepcionarla.
Y murió aún más cuando pidió ayuda y nadie, absolutamente nadie acudió a su auxilio, a pesar de haber recibido en algún momento ayuda suya.
La noche en que volví a casa después de dejar a Lauren en la suya, quizás para Alex esa fue una de sus peores noches en toda su vida.
Ella ya había terminado la relación que tenía con su exnovio, entre muchas razones una de ellas era por sus celos extremos hacia Alex. El tipo insistió en que ella fuese a su habitación para recoger la bufanda que se había dejado en su alcoba cuando aún eran novios.
Esa misma noche ella habría decidido ir por la supuesta prenda a casa del tipo, sin sospecha de que algo malo pudiese ocurrirle, puedo comprenderla un poco, sería difícil desconfiar de la persona que alguna vez también te abrazó.
Pero ella acudió a su llamado, una vez estando dentro de la habitación él se las arreglaría para no dejarla salir, aún en contra de su voluntad. Cuando ella decidió contarme todo esto fue porque estaba al borde, se sentía vulnerable, alguien sin valor alguno y con el autoestima por los suelos, sentía que ya había muerto esa noche.
Pues aquel hombre la habría golpeado e intentado violar, cuando ella había confiado en él, pero éste se consumía en odio, odio al no poder tenerla para él, tenía tanta rabia de que ella lo hubiese dejado que no pensaba. La torturó por varios minutos en esas 4 paredes, haciéndola gritar, llorar e implorar ayuda a quien estuviese cerca, pero nadie acudió.
Cuando ella sintió que no podía más corrió hacia la ventana de ese tercer piso, la abrió sin dudarlo y recuerdo que me dijo que deseaba mil veces más estar muerta que morir en las manos de este horrible ser.
Supongo que el tipo se habría asustado al ver que Alex no dudaría en aventarse por la ventana, así que su siguiente acción fue abrir voluntariamente la puerta sin antes susurrarle a Ales que no intentara correr porque se arrepentiría de hacerlo.
En cuanto Alex vio la luz por la puerta salió huyendo de ahí, corrió con tanta fuerza y ganas de vivir que a pesar de que él la venía persiguiendo, tuvo tiempo de escabullirse en el primer lugar que vio.
Cuando recuerdo todo esto, puedo sentir e imaginar el miedo que le transcurría por la piel, el temblor tan intenso que debía experimentar su cuerpo con el frío de la noche y la maldita soledad a la que se había adentrado.
La noche estaba más oscura que nunca, el tipo se acercaba a donde ella se encontraba y gritaba generando eco por las calles, sin que nadie se atreviese a salir a averiguar lo que ocurría. Sé que Alex debió incluso dejar de respirar para que éste no la escuchase y afortunadamente él se marchó después de varios minutos de no encontrarla.
Ella corrió y corrió por todas las calles tan largas que parecía que iba de reversa, tan oscuras que era difícil ver hacia donde iba y haciendo torpes sus pasos.
Cuando por fin llegó a casa se percató que su familia había salido, abrió deprisa la puerta principal con sus llaves y se escabulló en un rincón de su habitación, para destrozarse con sus llantos y gritos de dolor y al mismo tiempo terror por lo que había acontecido minutos antes.
Pero Alex al dormir tenía un poder peculiar, quizás era más bien un don, el cual ocurría al momento de soñar. Ella podía soñar con tanta fuerza como para trasladarse mentalmente al sitio donde anhelase estar, donde ella pudiese sentirse libre o en calma, aunque solo fuese por pequeños instantes.
Alex era el más grande cubo de Rubik jamás descifrado ni siquiera por la persona más sabia.
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BYLUR (Completa)
RomanceAlex se ha vuelto un fantasma... o al menos es lo que creo. Se ha ido de mi lado y lo poco que puedo recordar es la primera vez que la conocí. Y el sol brillaba otra vez . Y me pierdo cuando el viento sopla. ¿Estoy buscando una señal o estoy atrapa...