Desde que Jimin viajó a Los Ángeles han pasado cuatro meses; en ese tiempo, ha descubierto cosas hermosas y a la vez cosas que lo han lastimado, pero aún así no piensa darse por vencido con respecto a su superación como persona.El dolor que ha sentido al estar lejos de su pareja ha sido demasiado; ha mejorado un poco, claro, pero desde entonces su lobo llora sin falta cada noche; Jimin también lo hace, pero más que por amor o falta de cariño es por angustia.
Entró a la universidad de sus sueños y conoció algunas personas que, aunque no les tiene mucha confianza, parecen ser buenas. Su departamento es algo pequeño, pero cómodo; tiene un pequeño balcón en el que le gusta estar cuando no se encuentra bien.
Su cabello ahora es castaño, decidió cambiarlo ya que sentía que eso lo haría sentir más bonito. Si supiera lo precioso que es.
Mientras espera a que suene su alarma de las 7 a.m para ir a sus clases, despeja un poco su mente y suelta de vez en cuando algunos suspiros.
Se siente un poco decaído, en realidad no quiere ir a la universidad, pero se regaña mentalmente y se levanta antes de lo esperado.
-Quizás si tomo una pastilla para el dolor de cabeza...
Se encamina a la pequeña cocina y busca en la alacena sus medicamentos; bebe un vaso de agua y rápidamente se la traga.
Es cuando comienza a sonar su alarma y va de inmediato a apagarla.
-Es temprano aún.
Algo le dice que es buena idea llamar a su madre, así que busca entre sus aplicaciones y marca al número de la señora Park. Espera que el sonido pare y es cuando por fin la voz de su madre Omega se escucha.
-¿Cariño?
-Hola mamá, ¿cómo estás?
-Me alegra escuchar tu voz, amor. Estoy bien. Estaba hablando con tu padre sobre ir a un restaurante el día de mañana. Hace mucho que no vamos a hacer algo romántico. Tal parece que entre más viejo se hace tu padre, más amor me pierde.
Jimin ríe y niega con la cabeza, pensando en la cara que tendría su padre ahora.
-Eso suena bien. Discúlpenme por no haber llamado antes. Estos días han sido algo pesados.
Jimin cierra sus ojos y estira su cuello hacia atrás.
-No te preocupes, amor. Deseamos que en este momento tu prioridad sea estudiar por lo que tanto has luchado.
El castaño asiente como si su madre lo viera.
-Bueno mamá, saluda a papá y dile que lo quiero. Llamaré cuando esté desocupado. Te amo.
-Adiós, mi corazón.
Deja su teléfono en el mesón de la cocina y al intentar ir hacia su habitación, sus piernas se tambalean y sin previo aviso cae al suelo.
-Mierda...
Se sienta sobre sus rodillas y se queda ahí esperando un rato.
-Me he estado sobre esforzando esta semana, las piernas y el cuerpo me duelen.
Pasaron cerca de 5 minutos cuando se levantó tomando refuerzo con la nevera. Luego de eso toma una ducha, se viste y por último sale sin comer nada.
Sí, Jimin se ha descuidado un poco, bueno... mucho. Su mente solo sigue pensando en alguien y para amortiguar ese dolor prefiere llenarse de cosas para dejar de pensar en aquello que atormenta su corazón.
Al llegar a su universidad mira su teléfono marcando las ocho de la mañana. Había gente afuera del establecimiento, por lo que no logra encontrar a ese chico Omega de su clase. Ambos habían acordado encontrarse afuera cerca de las plantas, pero no lo ve por ningún lado. Quiere entrar al establecimiento, pero aquella voz chillona lo detiene.
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Falso Mentiroso
Fanfic⭐|Jimin es un omega de 16 años que está locamente enamorado de un alfa, un alfa que no le presta atención en lo más mínimo, un alfa que lo humilla cada vez que lo ve, un alfa que se desquita con Jimin siempre que puede. ¿Quién es? Jeon Jungkook.|⭐