#3

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Número desconocido: ¿Has comido ya?

Yo: Sí.

Número desconocido: ¿Y qué has comido?

Yo: No es de tu incumbencia.

Número desconocido: Uy, uy. ¿Ahora te vas a poner grosera conmigo?

Yo: Déjame, me estoy cabreando.

Número desconocido: ¿Por?

Yo: Adiós.

Número desconocido: Hey, no te vayas, espérate un momento.

Número desconocido: Oh, venga. Siento no haber borrado tu número.

Número desconocido: No quería enfadarte, quería ver si podíamos ser amigos.

Número desconocido: Vale, eso ha sonado poco convincente.

Número desconocido: Por favor, háblame. Te veo conectada.

Número desconocido: Princesa, no te enfades conmigo.

Número desconocido: Ni siquiera sé tu nombre, y te prometo que me muero por saberlo.

Número desconocido: ¿De dónde eres? A lo mejor podemos quedar algún día y vernos.

Número desconocido: Te digo mi nombre.

Número desconocido: Me tienes que estar bromeando, háblame de una vez, pequeña.

Número desconocido: Te contestaré todas la preguntas que quieras hacerme.

Número desconocido: ¿Ni siquiera me hablas con eso?

Número desconocido: Bah...  ¿Por qué sigo intentándolo? No sé NADA sobre ti y he perdido parte de mi tiempo, rogándote que me hables.

Número desconocido: ¿Tan bajo he caído?

Número desconocido: Estoy hanblando solo, aunque sé que vas a ver los mensajes luego o los estarás viendo ahora.

Número desconocido: No voy a perder toda la tarde intentando que me respondas, haré algo productivo como los deberes o ayudar a mi madre en el jardín.

Número desconocido: Nos vemos luego.

Yo: Oye.

Número desconocido: Qué mala eres, princesa.

Yo: ¿Te puedo hacer cualquier pregunta?

Número desconocido: Já, ahora no me vengas con esas. Podía contestarte todo lo que tú quieras, pero el tiempo se ha agotado.

Yo: No, respóndeme aunque sea tres preguntas.

Número desconocido: Eso depende de las ganas que tenga o del tipo de preguntas que me hagas.

Yo: Hey, no te vayas a imaginar preguntas raras o cosas por el estilo.

Número desconocido: Está bien. Me puedes preguntar tres cosas y yo eligiré una.

Yo: ¿Por qué? ¿Por qué no podemos hacerlo a mi manera?

Número desconocido: Me gusta hacer las cosas a mi manera.

Yo: Eres insoportable. Bueno... Primera pregunta.

Número desconocido: Ajá.

Yo: ¿Cómo te llamas?

Número desconocido: Cómo no, esa tenía que ser la primera.

Yo: Segunda: ¿Dónde vives?

Número desconocido: Uf... Venga, vamos a por la tercera.

Yo: Tercera: ¿Qué edad tienes exactamente?

Número desconocido: Esto es muy compremetedor...

Yo: No puedes mentirme, tienes que responder con total sinceridad, y tampoco puedes responderme con una sola palabra. Formula una frase entera, que sé que te va a costar, pero confío en que podrás hacerlo.

Número desconocido: No me pongas normas, y tampoco cuestiones mi inteligencia, te dije que era uno de mis potenciales.

Yo: Ya, tú sólo responde.

Número desconocido: Te diré mi edad con toda la sinceridad que poseo, es algo fácil de decir, pero que sepas que esa pregunta es muy grosera.

Yo: No te enrolles.

Número desconocido: Ahora mismo tengo 19 años, ¿sorprendida?

Yo: Aliviada.

Número desconocido: Bien, entonces tu edad ronda por ahí, ¿me equivoco?

Yo: Para nada.

Número desconocido: ¿Te puedo hacer yo tres preguntas?

Yo: No gracias.

Número desconocido: Oh, venga. Yo he respondido una.

Yo: Pero yo quería que me respondieras a todas.

Número desconocido: Lo siento bebé, sólo una respuesta por día.

Yo: ¿Eso quiere decir que me dirás algo que quiera saber sobre ti cada día?

Número desconocido: Si tu quieres... Pero quiero hacerte saber que yo no quiero.

Yo: Bien, me parece justo.

Número desconocido: No lo es si tu no haces lo mismo.

Yo: Mmm... No sé, me lo pensaré.

Número desconocido: Hey, no. Quiero saber más cosas sobre ti.

Yo: Me voy a hacer los deberes, adiós.

Número desconocido: ¡No! No me vuelvas a ignorar.

Número desconocido: Wow, me estás calentando, preciosa. No me ignores.

Número desconocido: Nadie me deja con la palabra en el boca.

Número desconocido: Nadie salvo tú...

Te has equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora