Te has equivocado

#5

Número desconocido: Estoy otra vez en clases, ¡sálvame!

Número desconocido: Ah, es verdad, tu no hablas durante las clases.

Número desconocido: ¿Tengo que esperar 4 horas más hasta que llegues a tu casa? Ni de broma, háblame ya, mi amor.

Yo: No soy tu amor.

Número desconocido: ¡Anda! Pero si la bella durmiente ha despertado.

Yo: He sacado el móvil en el cambio de clase, no es para tanto.

Número desconocido: Para ti sí. Y dime, ¿por qué razón ha sacado el móvil una joven como tú?

Yo: Quería ver unos mensajes.

Número desconocido: ¿Mis mensajes?

Yo: Unos mensajes.

Número desconocido: O sea, los míos.

Yo: Ya te gustaría.

Número desconocido: Cómo me conoces.

Yo: No te conozco.

Número desconocido: Sabes mucho sobre mí, aunque no te des ni cuenta.

Yo: Ya, claro. Una pregunta...

Número desconocido: La de todos los días.

Yo: ¿Tienes novia?

Número desconocido: Oh, ¿mi princesa quiere asegurarse que su príncipe no tiene pretendientes?

Yo: Es por curiosidad. A tu edad seguro que tienes.

Número desconocido: He tenido.

Yo: ¿Pero tienes?

Número desconocido: Sí, tengo a mi coche.

Yo: Es verdad lo que dicen: "Hay personas que nunca maduran".

Número desconocido: Es verdad, aprende de mi madurez.

Yo: No puedo aprender de algo que no tienes: Sentido común y la razón.

Número desconocido: ¿No los has visto?

Yo: Para.

Número desconocido: Acaba de llegar mi profesor de francés, ¿quieres que te envíe una foto?

Yo: No, dentro de poco llegará mi profesora de legua, voy a tener que guardar el móvil.

Número desconocido: Qué pena, con lo bien que nos lo estábamos pasando.

Yo: ¿Hablando?

Número desconocido: Sí, imagínate cuando nos veamos, será muy gracioso.

Yo: ¿Qué te hace pensar que nos veremos?

Número desconocido: El destino siempre te puede sorprender.

Yo: No creo en el destino, nadie tiene uno.

Número desconocido: Todos tenemos uno.

Yo: Las cosas pueden cambiar y tú puedes llegar a otro fin, lo cual no tienes un destino específico.

Número desconocido: Claro que sí.

Yo: Lo que tú digas.

Número desconocido: Así me gusta. La clase está siendo un completo aburrimiento, y sólo llevamos tres minutos.

Yo: Muy bien por ti... ¡Lo siento te tengo que

Número desconocido: ¿Qué pasa pequeña?

Yo: Perdone, pero la señorita tiene que dejar el teléfono. Ya hablarán dentro de una semana.

Número desconocido: ¿Qué? ¿Como que dentro de una semana?

Número desconocido: ¡Hey! ¿La señorita?

Número desconocido: Espera... ¿¡Te han quitado el teléfono!?

Número desconocido: ¿En serio? ¡No quería que te pasase esto princesa!

Número desconocido: Soy un estúpido por haberte hablado en las clases, por mi culpa has querido saber lo que te escribía.

Número desconocido: ¿Y ahora qué hago? No sé si tienes alguna red social, o algún chat que hay por Internet, y podamos hablar por ahí.

Número desconocido: Quiero hablar contigo, ya te echo de menos.

Número desconocido: Cuando leas todo esto respóndeme.

Número desconocido: Me siento muy mal.

Número desconocido: ¿Y por qué te quitan el móvil durante tanto tiempo? ¿No te lo pueden dar al final de la clase?

Número desconocido: Si yo fuese tu profesor, te lo daría al finalizar la hora.

Número desconocido: Uf... No tengo ganas ni de coger el móvil durante toda esta semana...

Número desconocido: Se me va a hacer interminable.

Número desconocido: ¡Me siento fatal! ¡Y no tengo ni idea de por qué!

Número desconocido: Ah sí, te han quitado el teléfono por mi culpa.

Número desconocido: Ahora te reirías de lo tonto que soy...

Número desconocido: Jo, ¿y con qué chica hablo yo ahora?

Número desconocido: La única persona que se me ocurre, es mi madre. Pero me matará si ve que utilizo el teléfono en horario escolar.

Número desconocido: Podría decirte mi nombre y ni te enterarías.

Número desconocido: Te amo, pequeña.

Número desconocido: ¿Sabes que lo digo todo en serio, verdad?