Te has equivocado

#27

Número desconocido: BETTY.

Yo: ¿QUÉ?

Número desconocido: Abre la puerta de tu casa.

Yo: ¡Ni de broma!

Número desconocido: Hazme caso, princesa. Ábrela.

Yo: Puf... Ahora voy.

Yo: Ya está (?).

Número desconocido: Oh, entonces me he equivocado de casa.

Yo: Como me hagas esto en las ocho casas que hay en mi calle...

Número desconocido: No, tranquila. Ya he tocado en cuatro casas anteriores.

Yo: Idiota...

Número desconocido: Me han dicho que pare de molestarles. ¡Una casi llama a la policía!

Yo: Normal, es la hora de la siesta.

Número desconocido: Tu barrio es muy agresivo. Me acuerdo que la primera vez que nos conocimos una señora también iba a llamar a la perrera.

Yo: Pues sí, ya sabes cómo te voy a tratar yo si llamas a la puerta de la mía.

Número desconocido: Dime el número de tu casa, anda. Que estoy haciendo el ridículo.

Yo: Tranquilo, eso no es nuevo, ya estarás acostumbrado.

Número desconocido: ¿Es el número 9?

Yo: No.

Número desconocido: ¿El 11?

Yo: No.

Número desconocido: ¿El 13 o el 15?

Yo: Ninguna.

Número desconocido: Odio que me mientan, princesa. Ya no quedan más casas.

Yo: Mejor deja de buscar, y vete a la playa.

Número desconocido: A que me de más el sol y me vuelva más loco, ¿no?

Yo: No te detengo.

Número desconocido: Voy a tocar el tiembre de la casa número 9.

Yo: Vale.

Yo: ¿Me has encontrado en ella?

Número desconocido: Pues la verdad es que no. Me ha abierto una señora de 50 años mínimo.

Yo: Ah... Es María.

Número desconocido: ¿María?

Yo: Sí, es mi vecina.

Número desconocido: Ahora voy directo al 13, y sólo me quedará el 15.

Yo: ¿Has llamado ya?

Número desconocido: Ahora, pero nadie me abre.

Yo: Hum.

Número desconocido: No puede ser, princesa.

Yo: ¿Qué?

Número desconocido: Te he pillado.

Yo: No te entiendo.

Número desconocido: Pequeña, que te haya visto una vez no significa que no me acuerde de tu cara. Te acabas de asomar a la ventana.