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El sexto mes del año entró con firmeza. Con ello, Jesse se dispuso a explicarle a Matie algunas cosillas de la converdia. Esa mañana era azulada. Jesse estaba en la sala de estar. Evaluaba unos papeles que tenía enfrente. Sabía que Matie no demoraría en ir con ella para hablar. Repasó un poco, pensando en lo mucho que le había costado ganar el vínculo que le unía a ella y a Dasasel.

No había sido fácil. Todavía recordaba la inconsistencia de su piel, si es que podía llamársele así. Por un instante deseó que Step no hubiera tocado el tema enfrente de su sobrino. Ahora era tarde: Matie ya estaba atraído. Era irremediable. Quería acercarse demasiado al fuego.

<<Pero si Matie juega con fuego no sólo se quemará>>, pensó Jesse, <<Podría morir calcinado>>

Aunque Matie fuera ciego respecto al tema, la converdia no era una ciencia segura. Era una rama del estudio evitada por miles y que sólo contados se atrevían a cursarlo. Aprendían a cómo luchar, a cómo evadir los peligros que representaban los demonios. Jesse se preguntó si Matie sería capaz de hacer eso.

<<Cálmate. No es como si fuera a formar una vida fuera>>, se recriminó ella. <<Sólo es para cumplir un capricho. Sólo uno>>

Pero ahí le persistía la inquietud. ¿Cómo debería actuar si, en un futuro, Matie logra irse y estudiar la converdia? ¿Cómo les afectaría? De haber sido menos delicado, Jesse se habría reído, cuando en realidad se moría del miedo, como si agujas de acero le pincharan los pulmones.

-¿Tía Jesse? -llamó una voz desde el otro lado de la estancia-. Ya estoy aquí.

-Con qué obviedad resulta.

Matie salió de entre las sombras. Ése día su cabello le arremolinaba en la frente y una camiseta negra se le cernía en sus ya muy anchos hombros. Se acercó.

-He venido tarde -Matie ocupó una silla, dejando sus brazos apoyados en el escritorio que los separaba-. ¿La he hecho esperar mucho?

-No, Matie.

-Mi reloj está adelantado -mintió Matie por su parte.

-Sí, ha de ser por eso de seguro...

Él alzó la mirada para indicar que iniciara el tema.

-¿Sabes lo qué es la converdia, no, Matie? -empezó Jesse, con su voz más dulce ahora, aunque no concordara con sus expresiones faciales-. Puedes darte una increíble idea a partir de lo que te hemos dicho.

Por un momento se hizo el silencio. Matie tamborileaba, pensando la forma más formal de explicarse.

-La converdia es el estudio de la magia -dijo él-, para que alguien logre neutralizar a un demonio y atarlo de por vida a una persona, con lo cual aparecen los magos.

-No aparecen -corrigió Jesse-. Se forman.

-Sí, eso. Así que así es cómo algunos brujos importantes capturan sus poderes y los retienen en sus cuerpos.

-Hay muchos ejemplos -asintió Jesse-. Freder Anter, Joselin Brockwood, Jurt Poer, Andrior Lew, Leonic Antonnie, Grader Hufers... Todos ellos han logrado, por suerte, aprender a dominar a un demonio. Pero esto no es un tema fácil, Matie. Quedas advertido. De seguir las cosas se pondrán peores.

-Me importa poco -él sonó descuidado-. Sólo quiero aprender cómo va la cosa.

-No hay muchos sitios donde puedas estudiar converdia -dijo Jesse-. Hay solamente uno. Y queda en el reino de Eldrías, donde indudablemente puedes aprender. Aunque la materia es solicitada...

Días de infierno y decadencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora