Gojo Satoru ha intentado por todos los medios posibles seguir las instrucciones que su abuelo ha creado para él desde el momento en que llegó al mundo. No nació para ser el mismo, lo hizo para que la corporación familiar tuviera un heredero respetable y alguien que cumpliera con todas las expectativas.
Nunca pudo elegir la ropa que usaría, la escuela a la que quería asistir, la carrera que quería estudiar o mucho menos los amigos, y ahora le buscaban a una prometida con la cual debía casarse al terminar la universidad.
El platinado estaba harto, todo eran expectativas.
Nunca conoció a su madre o a su padre la única familia que conocía era su abuelo y esos ejecutivos que decían ser su familia pero solo lo querían manejar para que siguieran ganando dinero.
— ¿Por qué amenazaste a Nanami Kento sobre quitarle la panadería a sus padres si no se alejaba de mi, viejo? —el alto entro rápido a la oficina de su abuelo sin dejar que la secretaria lo anunciara en lo absoluto, traía unos lentes negros y dejo caer su maletín al suelo al entrar.
— ¡Por que esto es lo que obtengo cuando dejo que te juntes con gente que no está a nuestro nivel, jovencito! —sentenció el mayor detrás del escritorio, no se puso de pie y mucho menos miro a Satoru enojado en el centro de la habitación, sin reconocerlo.
— ¡Estamos en el siglo veintiuno, vejete! Deja tus creencias arcaicas atrás —el platinado avanzó hasta posicionarse frente al escritorio y lo golpeo con ambas manos abiertas— No soy un infante al cual tengas que decirle cuales amistades son buenas o cuales no, déjame vivir mi vida.
Su abuelo no le miró siguió con su mirada en los papeles en el escritorio.
— ¡Si ya terminaste tu numerito, retírate Satoru! —murmuró y luego le hizo señas a la secretaría para que sacara al joven de ahí.
El peliblanco no se dejó tocar y habló mientras recogía su maletín y salía del lugar:— ¿Crees que te seré obediente toda la vida? ¡Estás sobrepasando sus límites anciano
Mientras Gojo salía del edificio apretaba los puños, no podía creer el cinismo que se cargaba su abuelo con respecto a manejar todos los aspectos de su vida. No, tenía 21 años y no estaba estudiando la carrera que quería y todo porque tenía que hacerse cargo de una empresa para unos ancianos que no lo respetaban como persona o ser humano en lo absoluto.
Mientras salía del lugar escuchó cómo es que se le notificó a la secretaria de su abuelo que un Zenin había llegado para su junta del medio día.
Touji.
Miro por todos lados y no lo encontró ¿Ese hombre había regresado a su clan después de limpiar su nombre? ¿Lo había hecho? Necesitaba preguntar como había logrado librarse de la carga de ser el heredero perfecto y salirse con la suya, aunque puede que en eso tenga mucho que ver el asesinato y el no tenia ganas de matar a su abuelo.
Más como que no quería estar involucrado del todo, en cambio si el vejete se moría por causas naturales estaría más que feliz, en teoría.
Cuando no localizo a Touji, se mentalizo en que tenía que encontrarle, tenía que saber como hacer para poder huir sin ser encontrado, aunque puede que eso igual sea complicado porque no fue encontrado por los Zenin que le hacía creer que él lo podría encontrar.
— ¡Hola mi querida Mei Mei! — hablo cantarín Gojo a través del teléfono.
— ¿Qué es lo que quieres Satoru?
— ¿Por qué me tratas así? te tengo trabajo y te voy a pagar —murmuró mientras terminaba de contar el dinero.
— Oh mi querido Gojo, haberlo dicho antes —la voz de la chica en esta ocasión salió más dulce que la vez anterior— ¿En que te puedo ayudar querido?
ESTÁS LEYENDO
Como salir del registro familiar ↠Sugusato
FanfictionEn donde Saturo Gojo está cansado del peso sobre sus hombros al ser el heredero de un imperio y decide que no quiere eso, pero no sabe como hacer que lo deshereden y un día conoce al tatuador Suguru Geto, el cual es todo lo que su abuelo detesta. C...