Cap. 2

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Una semana había pasado desde que llegó a la casa/cuarto donde se estaba quedando el platinado, Sukuna, era un chico dos años menor que él. Y para sorpresa de Gojo era hijo de un reconocido actor, había llegado del extranjero un día antes de que el peliblanco llegara al lugar.

Conoce a Mei Mei porque era quien le prestó dinero para pagar al abogado que lo ayudó a rescindir el contrato con la empresa que lo filmaba como doble de riesgo.

También sabía que la tienda de tatuajes no era de él, si no de un amigo que había salido de la ciudad por asuntos personales. Sukuna creía que Mei Mei lo había enviado ahí realmente por Geto y no por él, como una manera de meter presión en el pelinegro y pagará su deuda.

— ¿Qué tanto conoces a Mei Mei? —preguntó una tarde Sukuna mientras ambos comían sobras del día anterior.

— Lo suficiente para saber que la mueve el dinero el poder —a Gojo lo tenía preocupado la idea de que su abuelo pudiera pagarle a la mujer para que lo llevara con él— Es mayor que yo, es la persona que me conoce mejor.

Sukuna asintió mientras seguía comiendo:— Se que debía de haber preguntado antes pero ¿Por qué huyes? ¿Y quien eres?

El peliblanco casi río, era tanto que la persona frente a él le había ofrecido una techo y comida durante casi tres días sin preguntar quién rayos era.

— Gojo Satoru

Fue todo lo que dijo en esa ocasión, no quería hablar más, sabia que si el chico era inteligente lo buscaría en internet, por lo que no le sorprendió que dos días después llega con noticias que no le había pedido en lo absoluto.

— Se por fuentes confiables, que tu abuelo no ha dado un comunicado sobre su desaparición pero que ha movido a mucha gente para llevarte de regreso —Sukuna había llegado al hacer la compra de la semana y tenía una sonrisa tonta en el rostro.

Gojo suspiro, sabía que su abuelo no lo dejaría tan fácilmente. Lo sabía y aun así lo intento. Ahora que lo pensaba mejor su plan tampoco era de los más elaborado o previsto, había la posibilidad de que el viejo solo matara a su futuro esposo para quitarlo del medio y luego pasarlo por la fuerza y contra su voluntad sin que el ojiazul se enterara.

— Así que compre algunas cosas que nos podrán ayudar a que pases desapercibido —Ryomen sacó un tinte de cabello de la bolsa junto con unos lentes oscuros.— Había pensado en unos pupilentes, pero esos tendrás que buscarlos tú y lo principal es que puedas salir a la calle sin que te encuentren a la primera.

El peliblanco vio los dos tintes que había sobre la mesa:— ¿Rosa?

Sukuna lo tomó rápidamente:— Ese es para mi hermano

— ¿Tienes un hermano? — preguntó Gojo sorprendido.

— Gemelo —Sukuna se rasco la nuca— O algo asi, es largo de explicar

— Puedes contarme, tendremos mucho tiempo mientras pinto mi cabello por primera vez.

Así fue como Gojo terminó siendo castaño o casi por completo ya que Sukuna quiso darle un estilo un poco más a la moda, dejando solo unos mechones al frente blancos.

Gojo se miró en el espejo.

El platinado solo había pintado un ceja, no sabía qué clase de look futurista era ese pero se sentía bien.

— ¡Ahora colócate los lentes! —Sukuna se los lanzó y los cacho en el aire.

Después de colocarlos, Sukuna murmuró sobre cómo le mantendrá alejado de su hermano y su mejor amigo.

Como salir del registro familiar ↠SugusatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora