Cap. 3

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— ¿Por qué huyes de tu abuelo? —preguntó Geto un día mientras ambos limpiaban la tienda después de que un cliente se fuera.

Era la hora de la comida, no tenían citas programadas para esa hora.

— ¡Entre menos sepas mejor! —le dijo Gojo.

Geto le entrecerró los ojos, dejo lo que estaba haciendo y tomando un taburete del área de espera se sentó frente al cubículo del castaño.

— Trabajas para mi, y te escondiste por un tiempo en mi edificio —enumero el pelinegro— Yo creo que si debo de saber por el cual te escondes

La sonrisa en el rostro de Suguru era falsa, eso lo podía decir con certeza Gojo y más aún con la posición en la que estaba, recargando sus brazos uno encima del otro en el mostrador y su cabeza descansando ahí, los ojos cerrados como medias lunas.

Era el tipo de sonrisa que le darías a un infante para que confiara en ti, manipulación.

No estaba impresionado, lo poco que sabía del pelinegro era que tenía dos niñas pequeñas en casa que eran sus hermanas. Su madre no estaba por ningún lado o por lo menos no la mencionan eso lo podía notar, Gojo no era tan chismoso como para preguntar donde estaba su madre.

— Controlador —murmuró el delgado mientras centraba su mirada en el ordenador para observar la agenda, realmente no estaba mirando nada, solo no quería ver la cara de burla en la cara del contrario.

— ¿De qué tipo? —pregunto seriamente, la sonrisa había abandonado su rostro— Conozco el tipo de controlador pobre, pero no tengo idea de cómo sería el rico.

Gojo lo miró, eso no decía mucho pero algo le hizo sentirse seguro de que tal vez Geto podría comprenderse, cerró la boca.

— Nunca había pensado que existían tipos de...

— Los hay —uno de los brazos de Geto salió de debajo de su rostro y ahora estaba dando golpecitos al mostrador, sus ojos seguían el golpeteo de dedos— Conozco al que quiere que te hagas cargo de todo, horarios específicos, situaciones específicas y responsabilidades específicas, no puedes equivocarte y mucho menos salir fuera del horario.

Gojo observó concentrado al pelinegro, eso era muy concreto como para que fuera algo que no vivió personalmente.

Suspirando un poco tomó valor:— Desde que nací —se detuvo y se recargó en la silla— No, tal vez desde antes. Estaba planeado que yo nacería, posiblemente mi padre igual fue controlado. No lo se, no tengo permitido hacer preguntas sobre mi progenitor, entre otras cosas más y aunque lo intente nadie me dirá nada o encontrare nada en internet, así que lo acepte cuando era adolescente.

No sabía si era buena opción que alguien que acaba de conocer hace poco más de dos meses supiera sobre su vida o algo sobre la familia Gojo, pero aquí estaba hablando sin pensarlo mucho solo porque el hombre le generó confianza y era malditamente atractivo.

— Nunca he tenido el control sobre la ropa que vestirá, la comida que me gusta, la decisiones que "tomó", los amigos que hago, lo que debo de estudiar o si realmente quiero ser el heredero de todo ese imperio —Satoru nunca había pensado seriamente en cómo no disfrutaba casi nada y ahora que estaba escondiéndose no le había tomado sabor a hacer todo eso, solo estaba haciendo en piloto automático— Hace algún tiempo se rumorea que ya está decidido con quien me casare, no se me tomó en cuenta y digo si la conozco, pero eso no es lo que quiero.

Gojo se rasco la nuca mientras miraba el techo y soltaba todo el aire, eso era mucho que asimilar y podía sentir los ojos de Geto observando directamente sin perderse ni un solo movimiento, eso le ponía aun mas nervioso.

Como salir del registro familiar ↠SugusatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora