Cap. 10 - Final

2.5K 332 60
                                    


Gojo en definitiva no creía que sería fácil evadir la seguridad de su abuelo, pero no creía que fuera a tal grado que tendría que esconderse bajo un velo de novia. ¿De quién demonios había sido la idea?

— ¡Mei Mei! ¿Por qué esto parece algo sacado de tus fetiches extraños? —dijo Gojo mientras dejaba caer su mano en la mesa.

La mujer frente a él rió estruendosamente:— ¡Oh Satoru, si esto fuera un fetiche mío estarías usando otro tipo de traje!

Mei Mei observó como el peliblanco se estremecía y luego llegó Geto a colocar las dos tazas de café frente a ambos.

— ¿Es necesario todo esto? —le pregunto el pelinegro.

Aunque no lo parecería Suguru sabía mucho sobre la mujer y no estaba bromeando, así que quería saber porque su novio —aún se sentía raro pensando en Gojo como su pareja— tendría que usar un vestido de novia y un velo mientras se casaban en un registro civil.

— Si, la cosa es que tu abuelo —el dedo índice de la mujer apuntó a Satoru mientras bajaba la mano para tomar la taza humeante de café— Tiene la sospecha de lo que intentas hacer, no confía lo suficiente en mi como para que no te estés escondiendo y a dejado alguien vigilando los registros civiles y donde se ofrecen matrimonios en todo el maldito país. Está loco, ahora entiendo porque decidiste escapar.

Gojo jugó con sus dedos y luego se puso de pie.

— ¡¿Por qué no me puede dejar en paz?! —grito Gojo mientras se tomaba el cabello y aventaba su cabeza hacia atrás.

— También podríamos esperar un poco mas —Mei Mei había planeado algunas cosas que podrían funcionar para despistar al abuelo de Gojo— Unos dos meses más y ver si tu abuelo se da por vencido de encontrarte en el país.

— ¡Esa no es mala idea! —dijo Geto.







— ¿Ya lo puedo vaciar a la olla? —preguntó el peliblanco.

— ¡A ver! —el pelinegro se acercó mientras agitaba algo en un tazón— No, espera un poco más, el aceite tiene que estar caliente.

— ¿Dónde aprendiste a cocinar? —preguntó el contrario mientras se giraba a observar el fuego.

— No recuerdo bien, al principio creo que fue porque si no me preparaba mi propia comida podía pasar días sin probar bocado —dijo Geto sin despegar sus ojos de lo que estaba haciendo, preparando otros alimentos— Luego cuando mis hermanas nacieron todo se volvió complicado. Mamá enloqueció y quería que yo me hiciera responsable de ellas como si fuera su padre, así que con casi ocho años me volví responsable de dos bebés. Ellas no podían comer lo mismo que yo y tenía que ir a la escuela por las mañanas, todo fue complicado por un tiempo. Así que aprendí a hacer leche para bebes, papillas y luego solo fui preguntando a quien pudiera.

— ¿Tu madre era una de esas personas? —pregunto Gojo, creía que estaba pensando completamente mal.

— No, ella solo sabía ir a trabajar y regresar a beber a la casa —Geto se acercó al peliblanco— Ya puedes poner eso —señaló el tazón en las manos del contrario— Le preguntaba a las cocineras de la escuela, a alguna señora que me encontraba en el recorrido a casa. Antes de eso nunca hable con ningún extraño, pero después tenía que aprender de donde pudiera en el tiempo que tuviera.

Como salir del registro familiar ↠SugusatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora