ONESHOTS •Guns N' Roses•

La broma de Guns N Roses pt2

Los días pasaron y el castigo que Lilian había impuesto a los chicos de Guns N' Roses comenzaba a hacer estragos en su rutina diaria. Ahora ellos mismos debían preparar sus comidas, o esa era la idea hasta que Steven casi incendia la cocina en un intento desesperado de preparar la cena. Ni hablar de los ensayos, era notoria la ausencia de la chica, las discusiones por la letra o ritmo de la canción eran más frecuentes, ya que Lily era quien podía mediar y calmar las aguas. Pero Izzy, en particular, era quien más sufría por la falta del cariño y la atención de su novia.

En el apartamento, los chicos se encontraban reunidos, cada quien ocupado en lo suyo. Hasta que Izzy, hizo presencia en la sala, luciendo como un cachorro abandonado. El pobre estaba visiblemente desesperado por el contacto de Lily.

—Maldita sea, esto es insoportable. Extraño tanto a Lilian. No puedo ni dormir bien— se quejó Izzy.

—Vaya, Izzy, parece que realmente te afectó el castigo— le respondió Slash soltando una risa.

—Tal vez aprendas a no hacer bromas pesadas en el futuro— bromeó Steven.

—Sí, Izzy, así que mejor te comportas— terminó por decir Duff con una sonrisa burlona.

—Imbéciles— murmuró Izzy.  —No pensé que fuera a extrañarla tanto— soltó.

—Vamos, Izzy, solo es una semana, y ya casi ha pasado la mitad— dijo Axl mirándolo con burla. —¿Tan necesitado estás? —acabó por decir con doble sentido mientras soltaba una carcajada.

—Muy gracioso, idiota— dijo Izzy dedicándole una mirada llena de fastidio. —Parece una eternidad— se quejó.

El día continuó e Izzy seguía desanimado e incluso irritado. Cada vez que Lilian se cruzaba con él, Izzy intentaba acercarse para darle un beso, pero ella se mantenía firme, recordándole el castigo.

Un día, mientras Lilian estaba cocinando su propio almuerzo, Izzy se acercó sigilosamente y rodeó su cintura con los brazos.

—Lily, ¿no podrías hacer una excepción? Solo un besito, por favor, nena— susurró tentadoramente en su oído mientras acariciaba su cintura con la yema de sus dedos.

—Izzy, ya sabes las reglas. No puedo ceder— le respondió intentando convencerse hasta a ella misma, ya que también empezaba a extrañar a su novio y tenerlo así de cerca de nuevo hacía que todo su cuerpo temblara. Pero no, tenía que mantenerse firme. Debía aprender la lección

—Vamos muñeca, no tienes idea de cuánto te necesito— le dijo para luego rozar la erección que comenzaba a crecer en sus pantalones y enterrar su cabeza en su cuello dejando un pequeño camino de besos. Maldición, sí que le extrañaba, estaba extasiado solo con el pequeño toque. Lily momentaneamente se dejó llevar y estuvo a punto de inclinar su cabeza hacia un lado para dejar que siguiera. Pero, el recuerdo del castigo la abofeteó y apartó a Izzy.

—¡Mierda Lily! qué tengo que hacer para que me dejes estar contigo? Te necesito— dijo Izzy lanzándole una mirada suplicante.

—Nada de nada, galán. No. Es. No— le respondió ella, haciendo énfasis y marcando lentamente sus últimas palabras.

—Está bien...— le dijo con frustración.

Justo en ese momento, Axl entró a la cocina y vio la situación.

—¡Eh, chicos! ¿Estoy interrumpiendo algo aquí?— bromeó el chico mientras soltaba una risita.

—¡No, para nada! Solo alguien queriendo pasarse de listo— le respondió Lily con sorna, mirando a su novio.

—Entiendo, reglas son reglas— volvió a hablar Axl, para luego tomar una cerveza de le nevera y salir de la cocina mirando burlón a Izzy.

Los días seguían pasando, y la situación entre Izzy y Lilian se volvía cada vez más cómica. Aunque Izzy se abstenía de besarla, no podía evitar coquetear y hacerle atrevidas insinuaciones en un intento de hacerla ceder.

—Lily, ¿estás segura de que no quieres reconsiderar el castigo? Podría darte un masaje increíble— se le insinuó Izzy a su novia con una sonrisa coqueta y sus ojos brillando. La chica lo miró y colocó su mano en su mentón, como si lo estuviera considerando.

—Izzy, sé lo que estás haciendo, pero no funcionará— le respondió mientras reía

—¿Nada?— le dijo Izzy haciendo una mueca

—Nop, Nada.

—Bueno, pero seguiré intentando— le dijo convencido.

El resto de los chicos, quien habia dejado de hacer sus cosas para prestar atención a la conversación, disfrutaba de la escena cómica que se desarrollaba entre Izzy y Lilian. Cada vez que él hacía algún comentario atrevido, ellos no podían evitar reírse.

—Izzy, admiro tu persistencia— se burló Duff.

—Es verdad amigo, nunca te rindes— dijo Steven.

—Pero tampoco tiene éxito— terminó por decir Slash mientras se reía.

—Oh, pero ella cederá. Ya lo verán— dijo Izzy convencido mientras miraba a su novia. La cual solo lo observó mientras arqueaba una ceja y una sonrisa burlona adornaba su cara.

Finalmente, el último día del castigo llegó. Los chicos estaban emocionados por recuperar la comida casera de Lilian y las colaboraciones en sus canciones. Izzy, por supuesto, estaba especialmente emocionado por volver a recibir el afecto y atención de su novia.

Cuando Lilian avisó que el castigo habia terminado, Izzy no perdió tiempo y la tomó por la cintura fundiéndolos en un abrazo y dándole besos por toda la cara.

—¡Lily, te extrañé tanto!— le dijo con una sonrisa para luego estampar sus labios contra los de ella.

—Y yo a ti, idiota— le respondió luego de separase del beso. —Pero no más bromas pesadas, ¿Entendido?— los amenazó.

—Sí, si. Entendido, nunca más.— Asintió Izzy, hablando por toda la banda. Para volver a tomar en brazos a su novia y volver a besarla apasionadamente.