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Tachihara

No puede ser, no puede ser. ¿Qué mierda es esto? ¿Qué mierda andan diciendo en la universidad de mí para que todo el mundo analice cada uno de mis movimientos?

¡Mírenme, mírenme, no sean tímidos, que Tachihara está acostumbrado, como es un mono de feria! ¡Nótese la ironía! ¿Quieren una foto mía o qué? ¡Viva el país de la no vergüenza! ¡Sigan murmurando, vamos, no paren, hagan como si no me diera cuenta, porque como Tachihara no tiene ojos en la cara! ¡Descarados! No disimulan ni para señalar.

¡Dejen de mirarme, ni que fuera una estrella de rock internacional! Sólo les falta ponerse a gritar, ¡Pero miren, si es el chico que se acuesta con su hermano mayor! Mierda, mierda, mierda… espero que no me miren por eso.

Cuando entré en el aula, se hizo un silencio descarado que me pareció hasta estridente. Me senté en mi silla, frente a mi mesa y, ¡Bum! Explosión de murmullos. Todo el mundo me miraba con tanto descaro que se me erizó la piel. Pero ¿Qué putas pasaba?

-¿Le pregunto? – oí murmurar a un coro de chicas, sonrientes. Las conocía. Bueno, conocía a todo el mundo, al menos de lejos.

-Ve, vamos, pregúntale. Saca de dudas a la uni.

-¿Ustedes piensan que será verdad? – otro coro de chicos se les pegó a las chicas, curioseando, con sonrisa fanfarrona en la cara.

-No lo sé pero ¿No lo has oído? Se dice que se les ha visto besándose por ahí, es muy fuerte.

-No me extrañaría que fuera verdad, era de esperar.

-Y lo de Mark, ¿Necesitas más pruebas? ¡Le metió una paliza!

¿Qué? ¿¡Qué!? Oh, no. Esto no puede estar pasándome a mí, no.

-¿Tachihara? – alcé la mirada muy, muy lentamente. De repente, estaba rodeado por un coro de chicas y los demás, me miraban fijamente en silencio. Tragué saliva y alcé las cejas. -¿Puedo preguntarte algo?

-¿Si? – murmuré, con voz ronca. Las chicas empezaron a soltar risitas estúpidas.

-¿Es verdad que tu novio le metió una paliza a Mark para defenderte?

-¿Novio? – me levanté de un salto de la silla, con las manos aferradas fuertemente a la mesa y los ojos como platos. No sé que cara pondría pero la clase entera empezó a soltar estridentes carcajadas.

-¡Ay vamos, Tachihara! ¡Sabemos lo tuyo con el tipo ese! ¡Admítelo de una vez!

-¡Era tan obvio!

-¡Vayan a meter sus narices a su culo, imbéciles!

-¡Si, hazlo tú, que para algo tienes experiencia! – pasé de los molestos idiotas y me encaré a la chica que callada y con una sonrisita en la cara, esperaba una respuesta.

-¡Yo no tengo novio, ni siquiera novia! ¿De dónde sacan eso?

-Ah, entonces ¿No es verdad que tu novio le metió una paliza a Mark hace dos semanas? Míralo, no ha vuelto a clase desde entonces. – miré de reojo el asiento de Sparky, recordando su nombre de súbito. Se llamaba Mark. Así que se referían a eso. - ¿No es verdad entonces?

-Repito, no tengo novio.

-¡Pero si te vieron subirte a su coche a la salida!

-¡No se a quien se refieren! ¿Okey?

-¡El nuevo chico, el de aspecto rockero, no te hagas el tonto! ¿Quién va a ser?

Rockero… sólo conocía a una persona con ese aspecto. Sólo una.

Tuyo para jugar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora