𝐷𝑒𝑠𝑐𝑢𝑏𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝐸𝑙 𝐴𝑚𝑜𝑟 | 𝐽𝐸𝑁𝐿𝐼𝑆𝐴

.｡.:*✧ Capítulo 40 ✧*:.｡.

POV JENNIE

Salía del baño tras lavar mi cara y cepillar mis dientes, me preparaba para dormir, pues Lisa me dio un pijama hace unos momentos y volvió a salir de la habitación, creí que ya no volvería, ya que era tarde y seguramente los demás están dormidos, excepto ella, a quien vi escurrirse en mi habitación de manera sigilosa.

—Parece que hicieras algo ilegal –dije divertida por su actitud.

Ella solo se rio, sin decir nada se acercó y me abrazó, también la estreché contra mí mientras acariciaba su cabeza.

—Te extrañé -habló bajo.

Levantó su cabeza buscando mis labios, nos unimos en un suave beso, casto y lleno de cariño, sentía que recobraba energía con cada segundo besándola, no quería despegarme nunca de ella.

—¿Puedo dormir contigo? -preguntó viéndome a los ojos.

Aún la tenía en mis brazos sin intención de soltarla.

—Lice... Si puedes y no sabes cuánto me gustaría, pero ¿y si tus padres te buscan en tu habitación y no estás?

—No lo harán, nunca van a mi habitación

—Bueno si ese es el caso vete acomodando, apagaré la luz—respondí sonriendo.

Como una niña pequeña se fue saltando de felicidad hasta llegar a la cama y se cubrió con las frazadas, busqué el interruptor y lo presioné para dejar a oscuras la habitación, llegué junto a ella para acostarme, nos acurrucamos en los brazos de la otra.

—Fue difícil dormir sola estas noches, me acostumbré a tu compañía -comentó la pelinegra.

—Puedo decir lo mismo, me hiciste mucha falta

Le fui haciendo mimos y dándole pequeños besos hasta que la sentí relajarse, mi cuerpo también demandaba descanso y poco a poco me fui quedando dormida.

........

Una tenue luz ilumina la habitación, siento algo húmedo en mi cuello, percibo una sensación de placer en mi zona torácica, abro los ojos y veo a Lisa besando mi cuello, su mano se coló dentro de la blusa siendo ocupada para masajear mis pechos.

Jadeos involuntarios se escapan de mi boca tratando de articular alguna palabra.

—Lisa... Detente...

—Deberías ser silenciosa o tendremos problemas –dijo con una sonrisa coqueta.

Con un rápido movimiento está sobre mí tratando de deshacerse de la ropa en mi zona sur, no sé lo que hago, pero coopero levantando mis caderas para hacerle fácil deslizar mis bragas por mis piernas. Puedo oír mi corazón retumbar en mi pecho por todo lo que siento al ser contemplada de esa manera por la pelinegra, sus ojos ardían, su mirada me quemaba, se veía emocionada teniéndome de esta manera tan frágil para ella.

Su diestra recorrió mi sexo de largo a largo, pude ver en sus dedos el brillo de mi excitación, estar así de arruinada era vergonzoso, pero excitante a la vez, ella no perdió tiempo, de inmediato se aventuró a presionar mi clítoris obligándome a retener los gemidos que me provocaban sus caricias, habilidosamente jugó con mi pequeño botón a la vez que se alimentaba de mis senos, no soy consciente de en qué momento los dejó expuestos, pero estaban recibiendo una gran atención, cubrí mis labios con las manos en un fallido intento de no ser ruidosa, esto está tan mal pero lo estaba disfrutando y lo peor es que no sé en qué momento llegamos a esto. Cuando sus dedos invadieron mi hendidura sin previo aviso, dejándome indefensa y sin poder evitar soltar un gemido y tras él varios más, ya no pensaba en nada ni nadie, solo me perdía en el placer, Lisa tomó mi boca ahogando los gemidos que salían sin control mientras continuaba estimulándome, estaba tan cerca, cerré los ojos concentrándome en todo lo que mi cuerpo percibía, en el placer que se acumulaba, iba a explotar.