En una colonia popular en la ciudad de Seúl de nombre Insadong, famosa por tener varios comercios y oficinas de reclutamiento.
En una esquina una farmacia es atendida por un adorable joven de pelo rosado. Ese comercio le fue heredado por su padre hace ocho años, el apenas era un niño de diez y nueve años. Tuvo que aprender los nombres de los medicamentos y para que servian.
No amaba en realidad ese lugar, pero sacaba para sobrevivir, y con lo que logró ahorrar compró su primera casa, hace tres años vive ahí, una linda casa rústica, qué ha logrado amueblar a su gusto.
Estar en esa casa, eran pocos momentos de felicidad y los tiene justo ahí. ¿Amigos? No tiene, ha tenido malas experiencias con los supuestos amigos. Gracias a un mal pasaje en el inicio de su juventud, dejo de dibujar, amaba dibujar y su sueño fue, ser algún día dibujante de cómics. Lo abandonó.
Un sueño menos que cumplir, ese chico se ha ganado la simpatía de todos cuantos lo conocen, es agradable y siempre sonriente. Por fuera es el más animado y lindo. El farmacéutico más amable con su clientela.
Pero por dentro no se siente feliz, no quiere estar en este mundo.
Es octubre y lo odia, sobre todo ese día, el trece, eso le hace recordar su soledad, tener una casa tan grande solo para el, no es justo, así que cierra temprano la farmacia, solo esa vez.
De regreso a casa compra víveres para llenar su despensa y una gran botella de vino tinto, ese alcohol ayudará un poco a mitigar su tristeza. O al menos dormir bien.
Ha llegado a casa, tiene correo en la puerta, lo toma y al entrar lo deposita en una pequeña charola sobre una pequeña mesa al lado de la puerta.
Guarda sus compras, cocina un poco de ramen, mira la televisión mientras come sus fideos y así sin pensar se queda dormido.
Cuando despierta esta una película que algo dice de los e-mail, ellos no se conocen y se emocionan solo con ver en su bandeja de entrada un correo nuevo.
-Idioteces ¿Quién se emociona con solo ver que le llega un correo electrónico? - fastidiado apaga el televisor.
Se disponía a tomar un libro para leer el resto de la tarde, pero en camino a su estante el timbre es tocado con insistencia.
Abrió y una chica en su puerta aguardaba con una genial sonrisa...
-Hola - dijo ella - Mi nombre es Any, soy la nueva vecina de enfrente. Supe que es tu cumpleaños y te traje un pastel.
-Pero tu ¿como? - en verdad sorprendido le dijo el pelirosa.
-Facebook amigo, pregunté tu nombre, te busque y bendita mi suerte vi que es tu cumpleaños. - impetuosa la chica hablaba con emoción. - ¡Feliz cumpleaños! - ella le dijo poniendo el pastel en sus manos.
-¿Quieres pasar? - el le pregunto sabiendo que la reospuesta sería que si.
-Oh - dijo agachandose a recoger un sobre - Tú correo.
-Ponla ahí - señaló el lugar donde estaban las otras cartas.
-Jimin esta casa es hermosa - ella estaba con la boca abierta . ¿Vives solo?
-vivo solo - Jimin abrió la botella de vino tinto qué compró más temprano. Sirvió dos copas y dio una a su nueva vecina.
-Podemos ser amigos, no tengo amigos en este país. Tenía planes de quedarme aqui a vivir, pero veo que la gente no da la bienvenida a los extranjeros.
-Exactamente de donde eres - Preguntó el chico de cabello rosa.
-De México, mis padres son dueños de una compañía de celulares y yo estoy aquí trabajando en una sucursal nueva - ella no paraba de hablar y Jimin la escuchaba con paciencia.
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LETTERS
ФанфикUn día justo en su cumpleaños, llega una carta al domicilio de Park Jimin, solo tiene tres años viviendo en ella y jamás alguien le envío una misiva. ¿Quién en estos tiempos aun envía cartas? No tiene remitente, pero a partir de ese día cartas llega...