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Ya había pasado un día desde el reencuentro con sus progenitores, aún su sangre hervía al escuchar a su padre o al recordar su cara, lo odiaba, lo detestaba.

Heather se encontraba ordenando su cuarto cuando el ruido del timbre interrumpió la limpieza. Se acercó hacia la puerta y miró por el pequeño agujero, la figura de Heidi parada en la puerta de su casa se hizo presente, abrió esta y saludó a su mejor amiga con un fuerte abrazo. -¿Qué haces aquí Heidi?- preguntó curiosa mientras la hacia pasar y cerraba la puerta -Tengo que contarte una cosita- la pelinegra sonrío pícara -Cuéntame- habló mientras se sentaba en el sofá -Prométeme que no vas a juzgarme o algo por el estilo Heather...- esas palabras confundieron aún más a nuestra protagonista. Heidi se sentó a su lado, tenía sus manos entrelazadas y sus piernas temblaban levemente, estaba nerviosa. -Soy tu mejor amiga, nunca te haría algo así. Cuéntame- la rubia sonrío y se giró para mirar a los ojos a su mejor amiga -Conocí a un chico la noche de la fiesta, esa a la que no pudiste acompañarme- Heather hizo una seña con las manos para que continúe hablando -Bueno... Es muy lindo, pero, es dieciséis años menor que yo- Heather abrió sus ojos con sorpresa -¿Quién es ese chico?- Heidi se encogió de hombros -Si me acompañas a la fiesta que habrá lo conocerás- Heather bufó -Está bien... Pero Heidi, si a ti te hace feliz ese chico misterioso yo estoy feliz- ambas se sonrieron y procedieron a abrazarse -Eres la mejor amiga que pude tener en toda mi vida Heather- la nombrada sonrío y se separo del abrazo. -¿Qué estabas haciendo antes de que viniera?- preguntó la rubia mientras se ponía de pie y acomodaba su vestido -Estaba ordenando mi cuarto- Heather imitó su acción -Te ayudaré, así harás más rápido- ambas caminaron hacia el cuarto y terminaron de ordenar todo, se recostaron en la cama y comenzaron a charlar -Ese chico del que me contaste, ¿Es famoso al igual que tú?- preguntó Heather curiosa -Sí, lo es- respondió la rubia -¿Es cantante, modelo, actor?- siguió preguntando la pelinegra mientras jugaba con sus sábanas -¿Me estás haciendo un cuestionario?- la rubia miró a su mejor amiga y esta asintió -Oh, ya veo, no te responderé ninguna pregunta más- la pelinegra rodó los ojos -Voy al baño, ahora vuelvo- habló Heather, Heidi quedó sola en la habitación y vio como uno de los cajones estaba abierto así que se acercó a cerrarlo, miró dentro del cajón y encontró una foto parecía ser Heather con un chico besándose, ese chico se le hacia familiar pero no veía su rostro, solo veía unos pelos peinados para todos lados, ignoró eso y cerró el cajón antes de que llegara Heather, volvió a recostarse en la cama e intentó adivinar quien era ese chico -¿Bill?- susurró sorprendida <<No puede ser, ella nunca me ah contado de tener algún amorío con un famoso>> pensó mientras mordía su labio inferior rápidamente. Sabía que lo que estaba por hacer estaba mal pero volvió a acercarse al cajón y tomó la foto, cerró este nuevamente y volvió a recostarse en la cama, escondió la foto en su bolso y vio como Heather se acercaba. El tiempo pasó y Heidi tuvo que irse, insistió con que tenía cosas que hacer, Heather no tuvo más remedio que abrirle la puerta y hacer que su amiga se vaya a hacer sus cosas. -Nos vemos Heather- saludó la rubia -Nos vemos Heidi- saludó de vuelta la pelinegra.

Heather quedó confundida por la actitud de su mejor amiga, pero decidió no darle importancia.

*BILL*
Me encontraba sentado en el sofá, mi hermano hablaba con alguien por teléfono, supuse que hablaba con la rubia que vimos anteriormente en esa fiesta a la que me invitó. La mujer me había caído bastante bien, era muy bella, su estilo era lindo y su energía era bastante juvenil a pesar de que tuviera dieciséis años más que mi hermano.
El ruido del timbre se hizo presente, me acerqué a la puerta y abrí esta, la bella rubia llamada Heidi Klum se encontraba parada en frente mío con lo que parecía ser una foto en manos. —¿Vienes a ver a Tom?— pregunté mientras la invitaba a pasar con una reverencia, ella se negó a pasar y de un movimiento rápido me tomó por mi brazo haciéndome salir de la casa. —¿Conoces a Heather Brownstone?— me helé por completo al escuchar su nombre otra vez, los recuerdos de esos ocho años de relación y los recuerdos de esa noche lluviosa se hicieron presentes, tome aire y asentí lentamente. Heidi se notaba sorprendida, me extendió esa foto que tenía en manos dejando ver una que nos había tomado Hailey el día de mi cumpleaños

 Heidi se notaba sorprendida, me extendió esa foto que tenía en manos dejando ver una que nos había tomado Hailey el día de mi cumpleaños

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Tome esta en manos y la observé atentamente, una sonrisa sutil se apareció en mi rostro intenté esconderla pero se me hizo imposible. —¿Estuviste con ella, no es así?— preguntó Heidi, volví a asentir lentamente —¿Cómo la conociste?— me preguntó —De niños, en Magdeburgo— sonrió e hice lo mismo —¿Tú como la conoces?— esta vez pregunté yo, ella sonrió nuevamente —¿Acaso no lo sabes? Es una de las modelos más famosa de Alemania— siéndoles sinceros no me sorprendí ni un poco, sabía que mi chica iba a ser una modelo tarde o temprano —Wow, no lo sabía en lo absoluto— Heidi me arrebató la foto de mis manos y la miré confundido —¿Quieres volver a verla?— me sorprendí ante su pregunta —¿Está aquí en Los Ángeles?— Heidi asintió —Si, tiene una casa aquí— Deseaba con todas mis fuerzas volver a verla, abrazarla, tocarla y besarla, la extrañaba demasiado pero me dolería verla otra vez luego de lo que me hizo, aunque yo sabía que ella estaba muy arrepentida. Pero suponía que ella ya no estaría enamorada de mi como yo de ella... —Obvio que quiero, lo deseo con todas mis fuerzas— Heidi sonrió de oreja a oreja —Ella estará encantada verte— elevé una ceja confundido —¿Te ah hablado de mí?— negó con la cabeza —No, no lo ah hecho, pero, sé que le gustará verte otra vez. ¿Irás a la fiesta del viernes?— asentí —Perfecto, ella también irá. O eso creo— la rubia procedió a darse media vuelta y caminar con esa foto aún en manos, una gran sonrisa se formó en mi rostro y corrí adentro de la casa para contarle a mi hermano lo sucedido. —Vino Heidi— Tom elevó una ceja y dejó su teléfono a un lado —¿Las has hecho pasar?— preguntó mientras se ponía de pie —No, no quiso— suspire profundo y volví a mirar a mi hermano —Ella conoce a Heather—

In The Sunshine - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora