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Los besos de entre ellos cada vez eran más fogosos y hambrientos, se necesitaban, se necesitaban y mucho.
Bill comenzó a acariciar la cintura de Heather bajando hasta el pantalón de pijama que llevaba puesto, lentamente lo sacó y luego comenzó a jugar con el elástico de sus bragas —Bill...— jadeó en un susurro la pelinegra mientras miraba hacia sus bragas donde se encontraban los largos y delicados dedos de Bill —Dime, mi amor— susurró el ahora pelinegro mientras sacaba lentamente las bragas de Heather —Te amo...— los ojos de Bill brillaron al escuchar las palabras de su chica. Se acercó a ella y comenzó a besarla apasionadamente mientras quitaba desesperadamente las bragas. Bajó estas lentamente por las piernas de Heather y comenzó a besar sus largas y suaves piernas, mientras sus besos subían su boca se acercaba aún más a la intimidad de Heather. La boca de Bill estaba a tan solo centímetros de su intimidad, Heather no aguantaba más, necesitaba sentirlo, necesitaba sentir como la lengua de Bill pasaba por su coño —Bill...Por favor— dijo en un susurro que casi sonaba como gemido. Bill elevó la cabeza y la miró, Heather tenía su cabeza hacia atrás, su espalda encorvada y sus manos sosteniendo su cuerpo en el colchón. Sin decir ni una palabra, Bill cortó los pocos centímetros que había, comenzó a lamer desde su entrada hasta su punto G de manera lenta y deseosa, los gemidos de Heather no se hicieron esperar y comenzaron a salir a penas sintió la húmeda lengua de Bill. La pelinegra colocó una de sus manos en la cabeza de Bill mientras este hacía círculos en el clítoris de su amada con su lengua, Heather gemía al sentir el arito de Bill ahora caliente estimulando su intimidad. Pero Heather no quería ser la única que se lo estaba pasando bien, aunque no hay ni que preguntar para saber si Bill se lo estaba pasando bien. Heather quitó a Bill de su intimidad y este la miró confundido  —¿Qué sucede?— preguntó un poco preocupado, Heather no respondió y abrió el cajón de una de las mesitas que se encontraba cerca de la cama, de ahí, extrajo un preservativo y se lo extendió a Bill, el sonrió al notar que Heather había tomado la iniciativa, así que, abrió este con sus manos y lo colocó mientras Heather mordía su labio inferior impaciente, Bill la observó y sonrió —Si me miras así no me resistiré mi amor...— la pelinegra elevó su mirada hacia los ojos de Bill —¿Quién dijo que quiero que te resistas?— Heather no tuvo que decir nada más, Bill se acercó violentamente a ella y comenzó a besarla apasionada y hambrientamente, ambas lenguas competían pero claramente, Bill se dejó ganar. Las manos del muchacho recorrían la piel de Heather, era simplemente glorioso. Bill rompió el beso y Heather supo instantáneamente lo que él quería, así que, se giró sobre si misma, colocó sus ante brazos en la almohada y su cabeza la agachó acomodándola entre sus puños, su trasero elevado, Bill la tomó por las caderas y comenzó a meterla lentamente, los gemidos en la habitación antes eran solo de Heather pero ahora, eran los de ambos. Bill sacó su miembro de dentro de Heather y ella se giró sobre sí, abrió sus piernas y Bill no tardó en volver a introducirla dentro de ella, las embestidas eran cada vez más rápidas y fuertes, ambos estaban a punto de acabar. 

(. . .)

—Te amo...— susurró el pelinegro, ambos se encontraban ya recostados cada uno en el lado de su cama, sus cuerpos desnudos se encontraban sudados, sus respiraciones eran pesadas y lentas —Yo también— susurró la pelinegra mientras se giraba y quedaba frente a Bill.

KIA

✮ Cap corto peeeeero en el próximo se viene lo que todxs ustedes vienen esperando!!

✮ 1 cap más y se termina esta bella historia de amor...

In The Sunshine - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora