~30 (FINAL)~

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*HEATHER*

Era viernes, hacía calor y el sol estaba más resplandeciente que nunca.

Bill me despertó con un desayuno en la cama, no muy extraño viniendo de él pero, lo extraño había sido que haya puesto una flor al costado de mi taza de café con una notita que decía

"Escribirte esta notita me recuerda al día que te olvidaste tu cartera en la cafetería y prácticamente la robé."

Sonreí al leer la primer parte de la notita y seguí leyendo

"Vístete con el vestido nuevo que te compré, iremos a un lugar especial.

Posdata: No me hagas esperar.

Besos, Bill ♡" 

Sonreí. Mi cabeza estaba confundida al igual que todo mi cuerpo. Comencé a devorar mi desayuno y al terminarlo, me puse de pie, caminé hacia mi guardarropa y tomé el vestido que me había comprado Bill  días atrás, se traba de un vestido blanco, muy bonito y elegante, llegaba por debajo de mi rodilla, pegado al cuerpo, la tela era muy fresca así que no la pasaría mal utilizándolo fuera de casa. Al ponerme mi vestido caminé hacia mi escritorio y comencé a maquillarme, no era demasiado cargado, fue solamente un poco de corrector, rubor, iluminador, mascara de pestañas y un gloss, al terminar, me puse de pie y caminé hacia la cama, agarré entre mis manos el desayuno y fui a la cocina, lavé rápidamente las cosas y las guardé, tomé mi teléfono, mis llaves y mi bolso, me sentía nerviosa, ni siquiera sabía porqué, ya habíamos hablado que esto pasaría cuando me reencontré Bill, suspiré y caminé fuera de casa, mi vestido al tener bolsillos metí mis cosas y de pronto me llegó un mensaje, tomé mi teléfono y en la pantalla estaba el nombre de Tom con un mensaje, al parecer era una dirección, así que al entrar al mensaje llegó otro 

"Si llegas tarde cortaré tu cabeza por hacer esperar a mi hermano"

Me reí un poco y respondí

"Y yo la tuya si lastimas a mi mejor amiga"

Puse la dirección en el GPS y comencé a manejar hacia el lugar, no quise spoilearme nada por lo que ni siquiera vi fotos del lugar, quedaba a unos 45 minutos de nuestra casa, así que, un viaje largo me esperaba, coloqué música en la radio y comencé a cantar mientras manejaba, bajé los vidrios, el viento chocaba con mi rostro, mi pelo se movía para todos lados, estaba feliz, la sonrisa no se borraba de mi rostro.

Luego de esos 45 minutos llenos de alegría y música, llegué al lugar indicado, las mariposas en mi estómago estaban más vueltas locas que nunca, me sentía tan nerviosa. Bajé del auto y caminé, al parecer era un lugar muy lindo, era como una casa de verano, la entrada tenía muchas flores blancas y al caminar vi a Tom, parado a un lado de la entrada en traje, comencé a reírme, no podía respirar de la risa y él solo me miraba con disgusto —¡Deja de reírte idiota!— espetó y yo seguí riéndome, me acerqué e intenté regular mi respiración, suspiré y lo abracé, él no muy convencido me devolvió el abrazo  —Estoy muriendo de calor aquí, esto lo hago solo por Bill— habló contra mi cabello, me solté del abrazo y sonreí, hizo una reverencia para que camine "dentro" del lugar, digo "dentro" entre comillas porque era un lugar al aire libre, al parecer mientras iba caminando me adentraba al patio de una casa, había una piscina a unos metros de mi, coloqué mis manos entrelazadas en mi vientre sosteniendo mi bolso y seguí caminando, no estaba entendiendo nada, parecía que todo estaba desolado, no veía a nadie y me sentía estafada pero una carcajada salió de mi boca al recordar a Tom en traje con sus pantalones ajustados, de esa carcajada salió otra, otra y otra, otra y otra, no pude parar de reírme cuando una voz que reconocí me gritó —¡Sé que te estás riendo de mi Thea, cállate!— la última carcajada salió y respondí —¡Lo siento, eres muy gracioso con pantaloncillos ajustados!— dejé de reírme y seguí caminando, miré hacia la piscina y pensé que sentarme en el borde sería la mejor opción, al irme acercando sentí como unos brazos se enredaban en mi cintura, sus manos comenzaron a acariciar mi abdomen, mi cintura y mis caderas, miré hacia las manos y reconocí al instante quien era, por sus caricias, la forma de sus manos, la forma en la que me había abrazado y los tatuajes

In The Sunshine - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora