19. Caminos sin Destino

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5/10 

Había pasado un mes y las cosas entre Freen y Becky seguían exactamente iguales. Durante la semana hablaban poco, solo para desearse buen día de vez en cuando, o saludarse por simple rutina cortes de parte de una de las dos.

Freen estuvo trabajando en otros eventos y Becky haciendo un nuevo y largo reportaje que la tenía muy entretenida... Tal vez eso la estaba distrayendo de lo que en realidad estaba pasando.

Veía a la morena solo los fines de semana; pasaban cierto tiempo juntas, hablaban, reían y tenían sexo, sobre todo eso último, pero nunca profundizaban nada realmente

Ante cualquier persona eran solo amigas y Becky pensaba que no podía ser de otra forma, aunque le estaba comenzando a doler...

Pero después de todo... Freen siempre le había dolido.

Un fin de semana antes no se vieron porque la morena viajo hasta New York para celebrar el cumpleaños de su madre.

Becky por su parte... No fue invitada.

No le iba a recriminar nada, era su familia y era algo realmente privado... porque al final ellas dos ¿Qué eran? De adolescentes no fueron realmente amigas, no de la forma común y corriente y eso lo tenía claro, por otra parte, en la actualidad ya ni siquiera tenía una etiqueta en la cual pensar para que se adecuara a lo que estaba pasando. Se sentía aun en ese extraño piloto automático.

Se veían, se acostaban, hablaban, luego adiós y somos amigas. A Freen no parecía molestarle eso, pero a ella le comenzaba a frustrar de una forma incontrolable.

Eran adultas y lo podían hacer, no necesitas tener una relación con alguien para hacer esas cosas, sin embargo, el problema viene cuando estas enamorada.

Porque Rebecca Armstrong no lo podía ocultar, no pudo a los 17 años y mucho menos lo podía hacer a los 27 con la madurez suficiente para entenderlo.

Ella estaba enamorada de Freen Sarocha y eso seguía siendo un gran problema

El amor siempre lo hace todo más difícil porque no quieres que esa persona este contigo solo cuando el humor le convenga o cuando la vida se le esté haciendo aburrida. Cuando estas enamorada quieres estar en la vida de esa persona realmente y no de forma superficial o por conveniencia.

Becky no tenía nada de eso, ella no estaba en la vida de la morena, ella solo sentía que estaba en su cama.

Algunas veces hablaban y veía en Freen un sentimiento especial, pero luego pensaba que era su cerebro jugándole malas pasadas, queriéndose enfocar en lo que desearía que fuera y no en lo que realmente estaba sucediendo.

Un día fueron a comer en Malibu y Freen le dijo que era la chica más linda que había conocido. Fue una expresión tonta o común, pero sintió sinceridad en sus palabras y eso la hizo sentir especial al punto de agitar su corazón con emoción, sin embargo, al siguiente día no hubo declaraciones o acciones que marcaran una diferencia... Entonces comprendió que todo iba a seguir igual, que la morena podía decir cosas lindas, pero no iba a salir de su zona de confort porque no deseaba salir de ella.

Aunque sus besos fueran apasionados, su sonrisa tan especial como estrellas fugaces y su mirada reflejara cariño... Becky sabía que eso no significaba que quisiera avanzar. No significaba que sintiera siquiera la mitad de lo que ella sentía.

¿Pero saben que es lo más triste de todo? Que la castaña no hacía nada para cambiarlo. No se enfrentaba a la situación, simplemente seguía en piloto automático...

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"Quítate la blusa", dice Freen totalmente excitada mientras Becky debajo de ella no paraba de mordisquear su cuello

Corazones de Cartón (Freenbecky version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora