13. Un instante feliz y fuera de lugar

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Rebecca Armstrong estaba en su elemento. Tenía el reconocimiento no solo en su lugar de trabajo si no fuera de allí y todo gracias al maravilloso premio que le habían otorgado.

Una oficina cómoda, la posibilidad de redactar todo lo que le gustaba, dar una visión más aguda de ciertos temas. Algo que con su antigua sección era imposible realizar

Estaba feliz porque sus opiniones eran tomadas en cuenta ahora que estaba a cargo de su propia sección y eso era completamente relevante para el periódico.

Se había quedado a trabajar hasta tarde aquel martes luego de que decidió terminar en su oficina el primer trabajo relacionado con el nuevo cargo y ahora estaba buscando algo parar comer en el pequeño comedor de la planta baja, el mismo contaba con varias maquinas de café y muchas de dulces. Todo rodeado por algunas mesas donde se sentaban empleados a almorzar cada día.

La castaña inspeccionaba la máquina de chocolates, estaba en busca de un Brownie, ella siempre quería un Brownie, aunque prefería comprarlos frescos porque los de maquina llevaban muchos conservantes, en ese momento no le apetecía otra cosa y ya eran las 6:30 de la entrante noche

"Galletas... Barras... ¿No hay un Brownie en todo este lugar?", Se decía a si misma entre murmullos mientras miraba los cuatro maquinas

"No sabía que te gustara comer de esas maquinas"

La castaña al escuchar la voz se gira

"No mucho pero... Tengo algo de hambre", le responde a Charlotte teniéndola ahora en frente

La chica la mira y busca algo dentro de su bolso

"Pase por aquí y te vi, nunca comes nada de esas maquinas. Toma, lo compre en Starbucks antes de venir esta mañana y nunca me lo comí", le extiende una bolsa de papel blanco

"No, no te molestes creo que solo comeré una galleta y de cualquier manera en un rato me voy a casa", declina la oferta con una sonrisa amable

"Tómalo, Becky", rueda los ojos, "No me lo comeré de todas formas, es solo un Brownie y tu favorito, de Snickers", se lo acerca más hasta que la morena por fin lo sujeta

"Gracias... ¿Y qué haces aun aquí?"

"Nick me hizo quedar hasta tarde", espeta con desgano, "Tenía que terminar por él algo sobre un evento"

"Me alegra no trabajar ya con él"

"Eres afortunada, pero a mí me gusta mi sección, si tuviera otro jefe todo sería maravilloso",

"Bueno yo...", señala hacia la salida de la cafetería, "Tengo que ir a terminar algo", le dice porque era cierto y porque hablar con Charlotte por más de 10 minutos sin terminar discutiendo era un record.

Quería conservar ese breve momento en donde la chica era amable.

"Nick ya aprobó el reportaje de tus amigas..."; dice la chica antes de que Becky saliera por las puertas de vidrio

La castaña voltea y la mira con interés.

Había redactado todo el artículo el fin de semana y luego Nick ese martes debía aprobarlo para enviar a corrección, en caso de ser necesario, y así ser publicado ese fin de semana.

La castaña no pensó en que fuera devuelto, sus artículos nunca eran devueltos, incluso aquellos de celebridades en los que trabajo por un tiempo. No le gustaban esos temas, pero era periodista y si de algo sabia era de escribir y escribir muy bien.

Sin embargo, era Nick y siempre existía una mínima posibilidad de que algo no le gustara solo por llamar la atención

"Me da gusto que ya esté listo"

Corazones de Cartón (Freenbecky version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora