Capítulo once Moco de Gusarajo

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Un antídoto que ayuda a Scorpius y una noticia que altera a Harry

Capítulo once

Moco de Gusarajo

El Profeta: LA NIÑA MALDITA ATACA DE NUEVO

La niña maldita, Merlina Zabini Malfoy, camina por los pasillos de Hogwarts y cosas empiezan a pasar cuando se aleja. Una fuerte cercana nos contó cómo solo con su mirada hizo que un estudiante de tercer año no pudiera controlar su ganas de ir al baño. Otra fuente nos contó que desde septiembre hay clases que se cancelan porque pasan cosas extrañas, como un aula atestada de arañas. Ella es señalada como la culpable.

La directora del colegio debería de plantearse  dejar de tener una alumna así. Hasta Peeves parece más inofensivo.

***

Tarón decidió que este año no haría pruebas para el equipo, ya que estaba satisfecho con el equipo como estaba, aunque sí hizo algunas para tener suplentes por las dudas. Scorpius nunca estuvo más feliz porque empezara la temporada. Si bien las materias que había escogido le exigían cierto esfuerzo cognitivo, no era el suficiente para llegar a la noche molido y dormir. Madam Pomfrey ya había empezado a negarle la poción para dormir, pero con el comienzo de los entrenamientos, logró dormir naturalmente sus primeras noches.

A mitad de Octubre tuvieron su primer partido contra Hufflepuff. Las gradas estaban repletas. Vio a James, Fred y Louis en las gradas de Slytherin junto a Rose. Scorpius intercambió una mirada con Albus.

—No es la primera vez que nos ve —le dijo su amigo.

—No, pero es la primera que no está debajo de una capa —le respondió Scorp. Albus se rió.

—Sí, porque papá no se la devolvió.

Scorpius sacudió la cabeza y miró a las gradas. James no lo había visto ni una sola vez, eso le decepcionó un poco, sin embargo, tan pronto como sonó el silbato, Scorpius se sintió más vivo que nunca.

Si bien no fue el mejor partido, le dio la emoción suficiente para disfrutar del deporte. Atrapar la Snitch fue casi caldero cocido y Albus fue el cazador que más tantos marcó. Vincent no dejó pasar ninguna Quaffle. Así ganaron su primer partido. Por primera vez, Jenna les dejó probar la famosa cerveza de manteca que pidieron a los elfos en la cocina. Scorpius sintió que hacía siglos no era tan feliz.

—Creo que será mi bebida favorita —dijo, bebiendo otro sorbo.

—¡Sí! —gritó Albus sobre la música que Jenna había puesto, es decir, toda la discografía de Theo y su banda—. Cuando vayamos a nuestro primer fin de semana a Hodgmade tenemos que ir a Las Tres Escobas.

La felicidad de Scorpius flaqueó un poco.

—No sé si me dejarán entrar, Al —explicó—. Los Malfoy tenemos la entrada prohibida —Los ojos de Albus se abrieron tanto que Scorpius quiso decirle que bromeaba. Finalmente decidió que no—. Cosas que pasaron en la guerra. Estoy seguro que ni siquiera ahora que hay rumores de nuestros padres llevándose bien me dejarán entrar.

Pero antes de su vista al pueblo mágico, llegó el turno de Gryffindor jugar su partido. Albus y Scorpius fueron junto a Rose que vestía, como raras veces la veían, de rojo fuego por todos lados. Y... ¿Tenías los labios rojos? Scorpius nunca la había visto con los labios pintados. Después de caminar un rato juntos se encogió de hombros.

—Te quedan bien los labios rojos, Rosie —dijo. La chica se sonrojó del color de su ropa y Scorpius no estaba seguro si hizo bien en abrir la boca. Alguien se quedó sin aire a su espalda y cuando giraron, un niño de primero corría hacia el castillo. Scorpius no le dio mucha importancia.

El Legado de Potter #3: La niña malditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora