I AM CAOS |² hg saga con Finnick Odair

Malditamente Deshidratada

Helou! Aquí vamos con otro capítulo más, solo quería decir, que de normal leen mis capítulos + de 100 personas, y solo votan 10-20 depende del capítulo, así que solo estoy pidiendo que no sean lectores fantasmas porfavor, voten y lo más importante, comenten ♡.

Igualmente gracias a esas personitas que votan, comentan y ven los edits del fanfic en tiktok constantemente, son mi ayuda para seguir con el fanfic, los amo ♡♡.

También venía a decir, que no se si han visto la saga THE WINX SAGA, en netfilx, pero la vi hace meses y me encantó, así que pensé en hacer un fanfic de ella, díganme si le darían apoyo o una oportunidad porfis ♡.

Y sin más preámbulos, aquí les dejo con el capítulo, disfruten!

I COULD TALK YOU ABOUT HOW I THINK OF ANOTHER THING...

Los hologramas de los tributos caídos empezaron a aparecer en el falso cielo, dando un brillo azul en el rostro de cuáles lo contemplaban.

Aemma se había retirado, a petición de los demás, a tomar un descanso junto a Peeta, mientras Katniss y Finnick tomaban la primera guardia.

Peeta le había pedido varias veces que se acostara, descansando hasta el siguiente turno, pero la castaña no podía, solo viendo los caídos y pensando en que en un par de días, debería asesinar y matarse a ella misma, si no lo hacía alguien antes, para que Finnick sobreviviera.

Katniss levantó la mirada, sentada cerca de Finnick, dando la primera guardia, los hologramas desaparecieron del cielo, y ambos bajaron la mirada, pero un tintineo procedente del cielo les hizo volverla a subir.

-¡Mira!-susurró Kat para atrapar la bola metálica con paracaídas entre sus manos, abriendola para observar su contenido, dentro de esta había una nota junto a una especie de pipeta metálica.

Beban y hidratense.

-H & M

-¿Que es?-preguntó Finy qué apareció al lado de Kat, observando el objeto recibido entre sus manos.

-Es una espita-Aemma apareció por detrás de ambos, seguida de Peeta, Finny y Kat ni se molestaron en regañarla, solo le dieron una mueca, ella agarró el objeto acercándose a un árbol y clavando con fuerza, mientras Finny le seguía curioso preguntando "¿una que?".

Aemma se alegro y suspiro con necesidad al ver que un chorro de agua bajaba de esta, abriendo la boca con necesidad para beber lo posible, mientras Peet, Finny y Kat lo miraban con asombro y, bastante deshidratados.

-No puede ser, que bien-Hablo Finny emocionado, colocándose debajo de esta para beber del chorro, de una forma, Aemma la llamaría, inusual...

Finnick se aparto, dejando que Peet y Kat bebieran después de ellos, fue junto a Aemma que lo veía con una ceja levantada.

-¿Que te parece, genial no?-Le pregunto Finnick llegando junto a ella, emocionado por haber bebido después de tantas horas sudado y cansado.

-Te podría hablar de cómo me pareció otra cosa, pero no sería apto para una doncella como yo.-Hablo Aemma con un tono humorístico, refiriéndose a los movimientos que había hecho Finnick cuando estaba desesperado bebiendo el agua.

Finnick levantó las cejas, alegrandose de que un poco de humor apareciera en la tristeza de su novia, cuando ella intentó alejarse a hacer la próxima guardia, este le agarró de la cintura, dándole un beso apasionado, que duro más de lo esperado.

-Siguiente guardia para mi, ni estoy cansado, pero me puedes acompañar si quieres, seguro encontramos una cueva con privacidad-Hablo Finnick cuando Aemma se separó por necesidad de aire, esta le golpeó en el pecho con una sonrisa.

-Finny, hay cámaras por todas partes.-Aemma le dio otro beso, y se separó caminando hacia la roca donde había descansado anteriormente con Peeta, mientras Finnick la miraba hipnotizado.

Aemma volvía a estar sentada junto a Peet, pero esta vez más cerca de Kat y Finny, que se mantenian alerta haciendo guardia.

Aemma tenía espasmos, cerrando los ojos varias veces, como si por fin fuera a caer en un sueño, cuando su cabeza se apoyo en la roca completamente, con sus ojos cerrados y una respiración tranquila, Finnick, que dejaba leves caricias en su brazo, sonrió aliviado.

Lo cual no duro mucho, porque cañonazos repetitivos empezaron a sonar, y Aemma se despertó alarmada, pero Finnick le tranquilizó, diciendo que nada ocurría.

-He contado doce-Hablo Kat atenta a los sonidos cuando los cañonazos por fin llegaron a su fin.

-¿Media noche?-Pregunto Finnick que ahora tenía a Aemma en sus brazos, ambos acomodados sobre la roca.

-O el número de distritos-Hablo esta vez Aemma entre los brazos del chico, antes de que un sonido eléctrico llamará su atención, y que del medio del falso cielo, apareciera un rayo que golpeó el árbol varias veces.

-Bueno, nosotros ya descansamos, háganlo ustedes, llevatela-Hablo kat, sabiendo que Aemma se quejaría, pero le dio una seña a Finnick, que opino lo mismo y se llevó a la chica a que descansará junto a el.

(...)

La cabeza de Katniss cayó sobre el árbol en el que reposaba, despertandola derrepente, maldicio dándose cuenta que se había quedado dormida.

Sujeto su arco, levantándose para dar un vistazo al alrededor, dando una vuelta sobre ella misma, viendo que todo estaba tranquilo, solo el sonido de mosquitos y insectos se podía percibir en el ambiente.

Apoyo su cabeza, volviendo a descansar pero con la mirada abierta, cuando oyó un grito desde arriba suyo, donde se suponía que Aemma y Finnick descansaban, se levantó asustada, viendo una niebla espesa.

Aemma se levantó de los brazos de Finnick, sintiéndose ahogada por un humo espeso, vio a su alrededor, viendo como una niebla rozaba su piel, y empezaba a causar una escozor de dolor inimaginable en ella.

Empujó a Finnick, alejandolo de la niebla, mientras ella tropezaba y caía gritando porque su cuerpo se sumergia en la niebla dolorosa cada vez más.

Katniss vio alarmada a Finnick caer hasta a sus pies, cuando escucho otro grito de Aemma, con medio cuerpo sumergido en la niebla-¡Corran, es niebla venenosa!-.

Finnick corrió hacia Aemma, agarrandola sobre la cintura para ayudarla a caminar, mientras oía sus gemidos de dolor por su piel que tenía varias ampollas de dolor inimaginable.

Todos empezaron a correr cuesta abajo  con rapidez, pero la niebla no se quedaba atrás.