Capitulo X

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El lunes llegué pronto al trabajo para verla, pero ella no vino a la hora habitual, en cuanto me vio Sonia lo primero que hizo fue apartarme la camisa del cuello para mirarme el morado.

Sonia: ¿y esto chaval?

- Le miré los ojos y captó rápidamente lo que le quería decir.

Sonia: Ya lo has conseguido bribón, ¿estarás contento?, explícamelo todo ya mismo.

Rafa: Sonia que le prometí que no se lo diría a nadie.

Sonia: Pero yo soy diferente tonto, soy la única que sabía que iba a pasar.

Rafa: ¿Tú sabías que pasaría?

Sonia: Claro merluzo, solo había que ver cómo te miraba ella hombre, ¿cómo fue?

Rafa: Hemos pasado un fin de semana increíble en la playa.

Sonia: Y ardiente por lo que puedo ver.

Me decía mirándome el cuello.

Rafa: si, le pusimos ganas los dos.

Sonia: Ya me imagino donde le debes de haber dejado el morado tú a ella.

- Se giró y se alejó muriéndose de risa.

Durante toda la mañana estuve buscando excusas para mirar por la ventana que se veía la panadería, no la vi en ningún momento. Fuimos a comer con Sonia que no paraba de hacerme preguntas de las que yo intentaba escabullirme, de pronto se levantó y se fue sin mirarme, yo la seguía con la vista preguntándome qué coño le pasaba, se sentó delante Carlota, entendiendo la jugada de Sonia, le miré la cara con una sonrisa que no podía disimular y ella estaba seria.

Rafa: ¿Te pasa algo Carlota?

Carlota (nerviosa): Yo, yo, no sé qué me ha pasado este fin de semana.

Rafa: Lo sabes perfectamente Carlota, no te engañes.

Carlota: Sí, me estoy engañando, yo no soy así.

Rafa: ¿Qué quieres decir con qué tú no eres así?

Carlota: Que, que, que yo no soy infiel, no quiero serlo, estaba bien hasta conocerte a ti, el problema eres tú Rafa.

Rafa (levantando la voz): No me jodas ostia.

- Se quedó callada mirándome.

Carlota: Este no es el lugar para discutirlo, me voy.

- Se levantaba de la mesa.

Rafa: Espera, quedemos y hablemos, ¿esta noche te va bien?

Carlota: No.

Rafa: Por favor Carlota, tenemos que hablar.

Carlota: No quiero que nos vean juntos.

Rafa: Pues quedamos en otro sitio, conozco lugares donde nadie nos va a conocer, te envío la dirección y nos encontramos allí, por favor.

- La notaba contrariada sin saber qué hacer.

Carlota: Envíamela, pero no te aseguro que me presente.

Se fue y me dejó preocupado, como podía cambiar tanto de un día para otro. A media tarde le envié la dirección de un local donde íbamos con algunos amigos a veces y la hora para vernos, esperé una respuesta que no llegó, por lo menos el mensaje costaba como leído.

A la hora estaba en la puerta esperando nervioso que llegara, la vi aparecer por la esquina mirando para el suelo, nos miramos y entré, al entrar ella la agarré de la mano y le di un beso rápido en los labios, me miró con una sonrisilla, pedimos dos cervezas en la barra y nos las llevamos a un rincón que había poca luz, en realidad en todo el local había poca luz, pero en aquel rincón todavía menos, nos sentamos, le fui a coger una mano y ella me la apartó...

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