El día del aniversario del supermercado llegó, mi padre estaba eufórico, le encantaba ese día, algunos del almacén nos vestimos con otra ropa y estuvimos en la salida de las cajas dando pequeños obsequios a los clientes, el día paso rápido y divertido por ser diferente a las rutinas de cada día.
Por la noche casi todos los que teníamos algo que ver con el negocio estábamos en la cena de celebración, Sonia no, ella prefería estar con su hija y no me extrañaba, estaban mis tíos, ese día también vino alguno de sus repelentes hijos, mis primos, nos les tenía mucha simpatía precisamente, mis hermanos con sus mujeres y todos los empleados que quisieron o pudieron estar, me tuve que sentar con la familia en una mesa redonda, mis padres, mis hermanos, mis cuñadas y yo.
Después de la cena, mi padre se levantó y dio un discursito, para acabar salió un pastel gigante como si fuera una boda, mientras lo repartían se bajaron las luces proyectándose en una pantalla gigante imágenes y videos del supermercado, algunas antiguas, otras más modernas, todo el mundo estaba concentrado en la pantalla intentando verse en algún momento, salió una imagen de Lidia haciendo la gilipollas, se notaba que los videos los grababa uno de mis hermanos cabrones.
Cuando parecía que estaba a punto de acabarse apareció otro video inesperado, mis dos hermanos en pelotas follándose a Lidia por delante y por detrás en la mesa de la bodega, resonó en toda la sala un grito de sorpresa y se lio la de Dios, mi padre de pie pegando gritos para que pararan aquello, a mi madre a punto de darle un "jamacuco", mis cuñadas pegándoles gritos a mis hermanos saliendo de allí con una mala ostia tremenda, acabó la puta cena como el rosario de la Aurora.
Mi padre: ¿Pero quién coño ha metido ese video ahí?
Teo: Rafa, dime que tú no tienes nada que ver con esto.
Rafa: ¿Yooo?, que va.
Que se jodan, a la mierda todos, no me costó nada meter mi video al final, estuvo días y días en el supermercado la memoria USB con la presentación, podría haber sido cualquiera.
El follón que hubo las siguientes semanas fue la ostia, por el supermercado no se hablaba de otra cosa, Lidia dejó de trabajar, le buscaron otro trabajo en el negocio de unos amigos de mi hermano Teo. Sonia intentó sonsacarme si había sido yo, se lo negué en todo momento, pero ella sabía que lo había hecho. Mis hermanos en sus casas estuvieron distraídos dándoles explicaciones a mis cuñadas. ¿Y yo?, yo feliz, darles por culo de esa manera me había quitado un peso de encima.
Pasó el tiempo y las cosas fueron colocándose en su sitio, la gente se tranquilizó y el día a día volvió a ser como siempre.
Yo intentaba algunos sábados ver a Martina en el parque, sabía a la hora que estaban allí con su madre y las iba a ver con unos cruasanes o algo para comer, pasábamos un rato juntos y me iba. Nunca más se me ocurrió pedirle una cita a Sonia, la respetaba tanto a ella y a su hija que las veía como parte de mi familia, tener sexo porque sí con Sonia no era algo que pudiera imaginar, ella en todo caso necesitaba una pareja estable con la que ser feliz, además se lo merecía.
Con unos amigos organizamos unas vacaciones en las Canarias, dos semanas en un buen hotel para relajarnos y pasárnoslo bien olvidándonos de la vida cotidiana.
Llegamos a las habitaciones, éramos cuatro en dos apartamentos con dos habitaciones en cada uno, al salir a la terraza a ver las vistas me encontré con unas chicas en la habitación de al lado, nos saludamos y cada uno a lo suyo, después de comer, mi compañero se fue a estirar un rato y yo salí a la terraza, apoyé mis brazos en la barandilla mirando la piscina del hotel y noté alguien cerca, giré la cabeza y vi a una chica mirándome con los ojos más espectaculares que había visto nunca, no pude evitar hacer el comentario.
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Secreto familiar
Romance¿Cuándo y cómo cambio mi vida? El día que mis padres me encontraron teniendo sexo con mi novia Lidia en casa, todo cambio, me obligaron a trabajar en el negocio familiar para enseñarme a ser más responsable, mi padre heredo el negocio de su padre y...