Capitulo V

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El tercer día la fui vigilando, esperó a que todos mis compañeros fueran a hacer el descanso y cuando no había nadie en el comedor fue ella, supongo que pensaba que yo también había ido, entré por la puerta que daba a su espalda con cuidado y cuando se dio cuenta estaba sentado delante, me miró sorprendida dejando de masticar.

Rafa: ¿Me lo parece a mí, o me estas evitando?

Carlota (medio atragantada): ¿Yo?

Rafa: Sí, tú, lo mismo me dijiste a mí no hace mucho tiempo.

Carlota: Es que me estabas evitando.

Rafa: Igual que tú ahora a mí.

- Se quedó callada mirando para abajo.

Carlota: Me parece que será mejor que vuelva al trabajo.

- Hizo la intención de levantarse y le agarré una mano volviéndola a sentar.

Rafa: ¿De verdad me vas a dejar así, no piensas hablar nunca más conmigo?

- No le soltaba la mano pasándole el dedo pulgar por encima, me miró a los ojos.

Carlota: No creo que este sea el mejor sitio para hablar.

Rafa: Pues eso, quedamos para tomar algo y hablamos tranquilamente sin prisas.

- Intentó levantarse otra vez y yo volví a hacer fuerza en su mano para que se sentara.

Rafa: Venga va, se valiente y queda conmigo, para tomar algo, que no te pido nada más.

- Se quedó pensando intentando no mirarme a los ojos, yo le seguía la mirada de un lado al otro moviendo mi cabeza, se le escapó una risilla...

Carlota: Vale sí, ¿a qué hora te va bien?

Rafa: A la que tú quieras, dime hora y sitio y allí estaré.

Quedamos en el bar de siempre sabiendo que ese día no habían preparado ninguna salida los compañeros, le solté la mano y ella se levantó despacio sin dejar de mirarme a los ojos, empezó a caminar y giró la cabeza.

Carlota: No me dejes colgada esta noche.

Rafa: Sabes que no lo voy a hacer.

- Me miró con aquella sonrisa arrebatadora que tenía y se fue.

Salimos aquella noche, pero la cosa no fue precisamente como yo me esperaba, pedimos dos cervezas y nos sentamos en una mesa que ella escogió, solo apoyar el culo en el asiento...

Carlota: Rafa, siento mucho si te he dado a entender algo que no es así, yo estoy muy bien con mi novio, de hecho, estamos buscando fechas para casarnos, creo que tú te estás haciendo unas ilusiones que no son realistas.

- Me dejó patidifuso.

Rafa: La única ilusión que me había hecho era tomar algo contigo y hablar un rato.

- Y una mierda, me quedé tan mal que no tenía cojones de decirle todo lo que me había preparado para tirarle la caña.

Carlota: Pues me alegro de equivocarme, me sabía tan mal pensar que tú querías algo más que amistad conmigo que no sabía cómo decírtelo.

Rafa: Pues no te preocupes que lo has dicho muy bien.

- Menudo chasco me acababa de pegar la niña.

Estuvimos hablando y riendo, me sentía volviendo a la casilla de salida por haber caído en la calavera en el juego de la Oca, que desastre. Cuando acabamos nos despedimos con dos besos y me fui para casa pensando que no me rendiría tan pronto y seguiría con mi empeño, para estudiar no le ponía mucho, pero para conseguir a una chica como ella no se me iba a acabar nunca el tesón.

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