Capitulo VII

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Me desperté por la mañana solo en la cama, palpaba su lado y no la encontraba, me puse el pantalón y la camisa saliendo al salón, se olía el café recién hecho, salió Sonia de la cocina con un plato de pan tostado, estaba preparando la mesa con el desayuno, llevaba una camiseta que le llegaba a tapar media braga blanca, al girarse me dejaba ver medio culito, la polla me dio un respingo poniéndose tiesa de golpe, entré en la cocina, estaba de espaldas agarrando unas tazas, me puse detrás de ella y le pasé los brazos alrededor de la cintura apretando su culo contra mi paquete.

Sonia: Huy, huy, niño como te has levantado de buena mañana.

Rafa: Me he levantado bien, pero tú me pones así al verte.

Sonia: Venga va, vamos a desayunar y después te vas.

- Me dejo helado.

Rafa: ¿Pero no me dijiste ayer que pasaríamos el día juntos?

Sonia: Te dije que me lo pensaría, ya me lo he pensado y voy a ir a buscar a mi hija.

- Nos sentamos en la mesa, Sonia dejaba caer café en mi taza de la cafetera.

Sonia: ¿Te va bien así?

Rafa: No, no me va bien, yo quería pasar el día y esta noche contigo.

- Subió las cejas mirando para el techo.

Sonia: El café, si está bien de café o quieres más tontito.

Rafa (nervioso): El café me da igual coño, lo que quiero es estar hoy contigo.

Sonia: Y yo quiero que me toque la lotería no te jodes, eres un "pijito" que siempre has tenido lo que has querido ¿verdad?, vamos a desayunar y luego te vas a tú casa que seguro que tú madre estará preocupada.

Rafa: ¿Me quieres dejar de tratar como si fuera un crio por favor?

Sonia: Pues deja de hacerlo, si te comportas como un crio, te trataré como un crio.

Rafa (alterado): Ayer en la cama no me dijiste que me comportaba como un crio.

- Bajó la cabeza.

Sonia: Vamos a desayunar.

- Empezamos en silencio cruzándonos las miradas.

Rafa: ¿Me puedo quedar un ratito más?

- Me miró con una sonrisilla maliciosa.

Sonia: Lo ves como eres un crio, tú lo que quieres es que te solucione el problemilla que tienes ahí abajo bribón.

Rafa: Mujer, mejor si lo solucionamos entre los dos que yo solo.

Sonia: Sigue comiendo anda.

Acabé de desayunar y esperé que lo hiciera ella, por lo visto no tenía ninguna prisa, comía lentamente mirándome con una sonrisilla de cachondeo que no podía con ella la cabrona, cuando por fin acabó con el último sorbo de café con leche se limpiaba la boca con la servilleta.

Rafa: ¿Ya has acabado?

Sonia: ¿Tienes prisa para algo?

- No le contesté, me levanté y la agarré por la cintura subiéndomela al hombro como si fuera una caja de veinte paquetes de cereales.

Sonia: ¿Qué haces tonto?

- Yo seguía caminando con su barriga en mi hombro, con mi mano en su culo para sujetarla y su cabeza por detrás de mi espalda con la boca que no paraba de hablar.

Sonia: Bájame, ¿Qué te has creído, a dónde me llevas?

Rafa: A la playa te voy a llevar si te parece.

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