Capitulo XV

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Un par de meses más tarde, una noche cenando solo en casa repasaba mentalmente lo ocurrido con Adela, entendí el problema que debía tener con sus padres y porque vivía al ritmo que vivía sin trabajar aparentemente, a lo que le buscaba una explicación y no la encontraba era al hecho de ponerme tan tenso cuando me dijo de casarnos, intuición no era porque no la había tenido en la puta vida, me fui a dormir aquella noche pensando en eso. Durante el desayuno me seguía dando vueltas la cabeza, y por fin me di cuenta, como podía ser tan gilipollas.

Salí corriendo subiéndome al coche, llamé a la jefa para decirle que ese día me lo tomaba libre por un asunto personal.

Entré en el supermercado de mi padre caminando rápido, pasé por delante de la panadería con los ojos de Carlota siguiéndome extrañada, fui caminando por los pasillos, todos los que me conocían me seguían para ver qué pasaba, vi a mi padre y mi hermano mirándome desde los ventanales del segundo piso, salió de la puerta del almacén mi otro hermano con Antonio, todos pensando qué coño hacía caminando rápido entre los pasillos, por fin la vi, estaba al final de un pasillo mirando unos productos anotando algo en un papel, me fui para ella, Sonia me vio y se puso seria.

Sonia: ¿Qué coño haces aquí merluzo?

Me acercaba a ella rápido sin contestarle, cuando estuve a unos tres metros.

Rafa: "Atácale con todo, nada de besitos cariñosos, cométela de golpe y no le dejes pensar".

Sonia: ¿Qué dices capullo?

Le pasé mis brazos rodeándole la espalda y la besé, se le cayó la carpeta y el bolígrafo al suelo, quiso escaparse, pero la agarré con fuerza apoyándola contra la estantería sacando la lengua metiéndosela en la boca, me respondió al beso apoyando sus manos en mi espalda, las pasó a mis hombros y me empujó separándonos, mirándome como si me quisiera matar.

Rafa: "Si te responde, que es lo más probable, es que siente algo por ti".

- Recogía nerviosa el bolígrafo y la carpeta del suelo.

Sonia: ¿Te, te, te has vuelto loco o que te pasa?

Rafa: Sí, loco, loco estoy por ti y por tú hija, he sido muy gilipollas, pero me he dado cuenta, te quiero a ti, quiero estar contigo y con Martina...

Sonia: Cállate tío, déjame en paz.

Se giró para irse y me puse a su lado, el final del pasillo estaba lleno de gente mirándonos, en primera fila mi hermano y Antonio, nos giramos y en el otro lado había más gente, mis tíos y las dependientas, hasta Carlota en segundo plano.

Sonia: ¿Has visto lo que has liado gilipollas?

Rafa: Que me da igual Sonia.

Sonia: Vete a la mierda anda.

- Se puso a caminar muy rápido, yo detrás de ella, Antonio se moría de risa, llegamos a la salida y Sonia se giró.

Sonia: ¿Quieres dejar de seguirme merluzo?

- Me tiró la carpeta y el bolígrafo saliendo a la calle, yo corrí detrás de ella alcanzándola.

Rafa: ¿Quieres parar un momento y hablar conmigo?

Sonia: NO.

- Le agarré un brazo parándola.

Rafa: Párate coño.

Sonia (gritando): No me toques, no me toques que te pego una ostia que te giro la cara.

La volví a agarrar por la cintura intentando besarla, se movió como una anguila y empujándome se separó, levantó una mano para pegarme un bofetón, se quedó parada con la mano en alto mirándome a los ojos.

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