Sex and the City 3

Capítulo 5

- Siento haberte causado tantas molestias, Cassidy - se disculpó Scarlett.

- No pasa nada - contestó su amiga - Siempre estaré ahí para lo que necesites -

Scarlett sonrió. Cassidy había puesto la tele con la esperanza de que la joven rubia de pelo liso se distrajera, pero la hija de Samantha no podía evitar pensar en su madre.

- ¿Scarlett? - Cassidy miró a su amiga mientras apagaba lentamente la tele - ¿Estás bien? -

- Estoy triste por mi madre - sollozó su amiga apretando los labios para no llorar.

Sin pensarlo dos veces, Cassidy la abrazó.

- Vosotras dos necesitáis salir un poco - se oyó la voz de Carrie en la puerta.

- Gracias, Tía Carrie - sonrío Scarlett sollozando.

- Mamá - la llamó Cassidy - ¿Qué hay entre el Tío Aidan y tú? -

Tanto Scarlett como Cassidy notaron como la adulta se ponía nerviosa.

- No sé de qué estás hablando - contestó Carrie.

- ¡Vamos, mamá, no me mientas! - le pidió su hija - ¡Sé que pasa algo! -

- ¡Carrie! - se oyó la voz de Big - ¡Han venido Miranda y Steve! -

- ¡Voy! - exclamó ella.

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Mientras iba a recibir a sus amigos, Carrie agradeció en silencio la visita repentina.

Con un grito de júbilo como si volviera a tener 15 años, la rubia de pelo rizado abrazó a su mejor amiga.

- Hola, Steve - lo saludó Carrie un poco después.

- Brady me ha llamado - le informó la pelirroja a la rubia - Samantha tiene problemas -

- ¿Qué le ha pasado a mamá? - preguntó Scarlett preocupada detrás de Carrie.

La madre de Cassidy estaba tan concentrada en las palabras de Miranda que no se dio cuenta de que su hija y Scarlett estaban detrás de ella.

- No pasa nada - aseguró Miranda tratando de no preocupar a Scarlett.

- Quiero verla - contestó la hija de Samantha con agua en los ojos.

Carrie y Miranda intercambiaron una mirada de preocupación.

- Yo creo que deberíamos llevarla - aseguró Carrie - A Samantha le hará bien verla - 

- ¡Por favor, Tía Miranda! - le suplicó la joven rubia de pelo liso.

- Está bien - aceptó la pelirroja.

- Yo me quedó aquí haciéndole compañía a Big - bromeó Steve - ¿Te importa? -

- No, quédate - contestó el marido de Carrie encogiéndose de hombros.

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Mientras Scarlett y Cassidy iban en la parte de atrás del coche, a la segunda solamente se le pasaba una pregunta por la cabeza. ¿Qué había pasado con Samantha?

Después de media hora (que a Cassidy le pareció una eternidad) llegaron a casa de Samantha.

Cassidy miró a Scarlett y vio lo nerviosa que estaba.

Podía entenderlo, Samantha ni siquiera sabía que Scarlett se había ido de casa.

¿Cómo reaccionaría al ver a su hija junto con Carrie, Miranda y Cassidy?

- Bien, entremos - comentó Carrie.

Cassidy siguió a su madre en segundo lugar.

- ¿Sam? - preguntó la rubia de pelo rizado intentando obtener una respuesta.

- Estoy aquí - se oyó la voz de Samantha.

- ¡Mamá! - exclamó Scarlett preocupada antes de darle un abrazo. Lo que dejó sorprendida a Samantha.

- Estás levantada - se sorprendió Miranda.

- Estoy bien - contestó la madre de Scarlett.

Todos notaron que su voz no estaba tan deprimida como pensaron.

- ¿Qué hacéis aquí? - quiso saber la rubia de pelo liso.

- Perdóname, mamá - se disculpó Scarlett - Estabas tan débil que me fui de casa - giró la mirada y sonrío dulcemente - He estado con Cassidy y la Tía Carrie -

- Gracias por cuidar de mi hija - se lo agradeció Samantha a la rubia de pelo rizado.

- Pero Brady dijo que tenías problemas - intervino Miranda.

- Y los tuve - contestó su amiga - Ese hombre volvió a llamar -

- ¿Papá? - se atrevió a preguntar Scarlett con voz débil.

Cassidy sintió una punzada en el corazón de Samantha como si fuera la suya propia.

Estaba claro que ese hombre, que Samantha no se atrevía a nombrar, era el padre de Scarlett.

Una pregunta surgía por la mente de la hija de Carrie y Big.

¿Cuándo iba Samantha a decirle la verdad a Scarlett de una vez?

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Mientras Brady le estaba contando a ella y a Rose lo que había pasado en casa de Samantha, Lily no podía estar más atenta a la conversación.

- Seguramente mi madre esté allí - siguió el pelirrojo - Y probablemente la Tía Carrie también - añadió.

- Deberíamos ir allí - propuso Rose.

-  Estoy de acuerdo - contestó Lily.

- ¡Mamá! - exclamó Rose, y al momento apareció Charlotte por allí - ¿Podemos ir a casa de la Tía Samantha? -

- ¿Y quién os va a llevar? - preguntó la adulta retóricamente.

- Yo puedo llevarlas, Tía Charlotte - se ofreció Brady - Además, si mamá está allí, será un placer verla -

- De acuerdo, Brady - aceptó la otra sonriendo.

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Después de haber escuchado la conversación de la rubia, Brady nunca pensó que volvería a casa de Samantha.

Pero el hijo de Miranda y Steve todavía no se quedaba a gusto con lo que pasó.

- ¿Entramos? - preguntó Rose sin referirse a nadie en concreto.

La chica observó que de Brady estaba enviando un mensaje a Miranda.

Chat de Brady y Miranda

Brady: Lily, Rose y yo estamos fuera.

Miranda: ¿Ahora?

Brady: ¿Qué tal está la Tía Sam?

Miranda: Mejor de lo que pensaba. Creo que vuelve a ser ella misma.

Brady: ¡Cuánto me alegro!

Fin del chat

- Muy bien, entremos - comentó el joven.