Sex and the City 3

Capitulo 25

Todos salieron del juicio.

Tanto Scarlett como Samantha estaban felices, por fin todos sus problemas habían terminado.

Smith se acercó a ella y cogió a Scarlett por la cintura para levantarla.

La joven rubia de pelo liso estaba muy contenta, por fin tendría un padre, y, además, uno que la quisiera.

A lo lejos, Cassidy no pudo evitar sentir un punzada de envidia. (lo cual era bastante irónico porque cuando Scarlett no tenía padre, era ella la que sentía envidia por Cassidy)

El motivo de tal sentimiento era que Cassidy tenía dos padres, pero su madre todavía no había decidido con quién se iba a quedar.

Por otra parte, Miranda y Carrie estaban observando a Cassidy.

- ¿Y ahora que vas a hacer? - preguntó la pelirroja - Tienes que elegir a alguien -

- No tendría que hacerlo si tú no hubieras abierto la boca - contestó Carrie en tono molesto.

Miranda agachó la cabeza muerta de vergüenza.

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Cassidy se acercó a Aidan y a Big.

- ¿Puedo hablar con vosotros un momento? - les preguntó.

- Claro, preciosa - contestó Aidan.

Y los tres se alejaron de los demás.

- ¿Qué podemos hacer por ti? - quiso saber Big una vez que estaban los tres solos.

- Quiero que sepáis que os quiero mucho a los dos, - empezó la joven rubia - pero mamá tiene que tomar una decisión. Tiene que elegir entre uno de vosotros dos -

- Lo entiendo, - contestó Aidan, - pero no tiene que elegir ahora. Puede que tu madre necesite tiempo para decidirse. ¿Por qué no hablas con ella? -

- Porque si lo hago va a decir que es complicado - contestó su hija.

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Carrie y Cassidy estaban tomando algo con Aidan.

Solo que esta vez no era una cita.

Era simplemente una cena de amigos entre los tres.

De repente, a Carrie le sonó el móvil.

- ¿Señorita Bradshaw? - preguntó una voz.

- ¿Sí? - quiso saber ella.

- Su esposo ha tenido un infarto - contestó la persona que estaba al otro lado - Ahora mismo está en el hospital. Pero no se preocupe, está en buenas manos y prometemos hacer todo lo posible para que salga adelante -

Carrie colgó.

- ¿Qué pasa? - preguntó Aidan al ver la cara de susto de Carrie.

- Big ha tenido un infarto y está en el hospital - contestó la rubia.

- Te acompaño - se ofreció el hombre.

Los tres se levantaron y salieron del bar.

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Carrie, Cassidy y Aidan estaban en el hospital.

Junto a ellos se encontraba Big.

- No tenías que haberte molestado - le dijo el hombre con voz débil a Carrie.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó la mujer - Eres mi marido -

Big sonrió con un gesto de cariño hacia su mujer.

- Eres lo mejor que he tenido en la vida - susurró el hombre en voz baja.

Carrie sonrió y se acercó a su marido para darle un abrazo.

- Estoy aquí para ti, y siempre lo estaré - le dijo Carrie con el corazón lleno de amor y cariño.

- Carrie, antes de nada, quiero decirte una cosa - empezó Big. La rubia prestó atención y Big continuó - Quiero que te quedes con Aidan - añadió echando una mirada al mencionado.

Carrie se separó de su marido.

- ¿Qué quieres decir? - le preguntó.

- Carrie... - Big habló con voz débil, se notaba que no le quedaba mucho tiempo - Te he amado más que a nada en el mundo y ha sido un honor haber criado a Cassidy como si fuera mi propia hija. Pero.... Cassidy necesita a su verdadero padre. Y tú necesitas estar con Aidan -

- Big, no me digas eso - le dijo Carrie, con un gesto de desesperación - ¿Por qué estás diciendo esto? -

- Carrie... - Big volvió a hablar con voz debil - sé que Aidan y yo hemos tenido diferencias en el pasado. Y tanto tú como él y yo sabemos que en su mayoría ha sido por tu amor. Pero... me he dado cuenta de que, realmente tú sigues enamorada de Aidan y que no has dejado de estarlo ni un momento. Ni siquiera en el tiempo que tú y yo llevamos casados -

A Carrie y a Cassidy se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas.

- Cassidy, pequeña, acércate - le indicó su padrastro.

La joven obedeció.

- Quiero que nunca olvides lo mucho que siempre te he querido - continuó Big una vez que Cassidy estaba a su lado - Estoy muy orgulloso de ti. Admito que me sentí muy decepcionado cuando supe que no eras mi hija, pero no puedo odiarte. No sólo porque tú no tienes la culpa de haber tenido que vivir esa mentira. Sino porque haberte criado como si fueras mía, solo ha hecho que tengas cosas positivas de ti - con una sonrisa añadió - No podría odiarte ni aunque quisiera, pequeña -

- No te mueras, Tío Big - comentó Cassidy entre lágrimas.

Se le hacía raro llamar "Tío Big" al que siempre había considerado su padre. Pero cuando ella no sabía que Aidan era su verdadero padre, siempre lo había llamado "Tío Aidan" . Por lo que pensó que tal vez tenía que empezar a llamar al otro "Tío Big" de ahora en adelante.

- Adiós, pequeña - sonrió Big con voz débil - Siempre estarás en mi corazón -

Y en ese momento el corazón de Big dejó de latir.