Capítulo 19

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Lucy sonrió feliz al sacar una llave de tono rojizo-naranja. "¡Ábrete, portal del dragón: Draco!"

Sonó la característica campana y de una nube de humo claro apareció un dragón miniatura.

Llegaba hasta la cintura de Lucy de tamaño, tenía escamas rojas pero melena de un color más ardiente anaranjado, simulando fuego y llamas.

A pesar de su tamaño, daba una sensación de superioridad y poder natural a los demás, como si naciera en la cima de la cadena alimenticia y todos los demás debían reconocerlo.

"Draco, ¿podrías aumentar de tamaño y llevarnos hasta el gremio volando?" Lucy parecía estar a nada de hacerle ojitos a su Invocación.

El pequeño dragón asintió con su pequeña cabeza y fue rodeado por un humo más negruzco, todavía de color rojo.

De repente un gran rugido se escucho, haciendo temblar la tierra y volar aves.

Ya no era un pequeño dragón, su tamaño era comparable al de los otros dragones adultos.

Era un dragón en su infancia pero tenía la habilidad de aumentar su tamaño y fuerza al de uno adulto si quería, pero eso le costaba mucha energía, más si eran los dos al mismo tiempo.

Aumentar de tamaño no era algo tan impresionante para él, solo lo cansaba un poco pero con una siesta de ocho horitas estaba como nuevo.

"U-un dragón" Gray no cabía de la impresión, incluso podía sentir vagamente el calor que emanaba esa criatura que parecía un perrito buscando mimos de la rubia.

En tamaño le recordó a Deliora, el demonio que arruino su vida.

Draco era muy cariñoso, tal vez sea porque Lucy creó su llave o porque era un cachorro en realidad, pero era muy apegado con la rubia.

Aunque no se podía decir lo mismo con otros, después de todo seguía siendo un orgulloso e imponente dragón.

Si no fuera porque su ama le había pedido ese favor, no estaría ni dispuesto a respirar el mismo aire que esos humanos magicos.

"¡Oye, tú! ¡¿Sabes dónde está Igneel?!" Natsu le grito al dragón que ni siquiera lo vio, como si no lo hubiese escuchado aunque era claro que sólo lo estaba ignorando. "¡Sé que me entiendes, no me ignores!" Se fue acercando a pesar de que Happy trataba de detenerlo.

"No te recomiendo que-" Lucy dejó de hablar al ver que Draco mandaba a volar a Natsu con su garra. "Se moleste... bueno, vamos yendo, lo encontraremos en el camino"

Draco se recostó en el suelo para que la rubia pudiera subir, aunque igualmente tuvo que saltar debido a que la forma adulta del dragón era realmente grande.

Gray ya no podía ver a la rubia, se había perdido entre la melena del Dragón, que dejó salir un remolino caliente de su osico.

Tosió un poco antes de subir de un salto como la rubia, al poner sus pies en las escamas del dragón tuvo que usar su magia de hielo en ellos para no quemarse.

"Siéntate aquí" ordenó la rubia señalando una manta de color oscuro.

Esa manta era un objeto mágico, resistente a cualquier temperatura, haciendo que quienes estuvieran en ella no sintiera nada.

Gray le hizo caso y suspiro de alivio al ya no quemarse, le dirigió una mirada de agradecimiento a la rubia. Creía que sí estaba un segundo más allí se iba a rostizar.

"Bien" tomó en brazos a Happy y le dio dos palmadas en la cabeza a Draco, que se levantó y extendió sus alas para empezar a volar. "Recoge a Natsu y vamos al gremio"

Si bien Draco estaba molesto de tener que buscar a esa hormiga rosada, tenía que hacerlo, aunque una mueca parecida a una sonrisa apareció en él.

Siguiendo el olor de la mota rosada lo encontró colgado de un árbol, inconsciente.

Tan débil. Resopló en su mente el dragón, tomando al mago con su pata y empezando el vuelo hacia el gremio de su señora.

En el camino Natsu despertó pero nadie le hizo caso a sus gritos.

"¿No te quemas?" Preguntó el de cabellos azabache a Lucy.

"Nop, tengo un contrato con él, su temperatura no me afecta" explicó acariciando la melena roja oscura del dragón que estaba feliz de sentirlas.

"Oh" y la conversación murió.

Viajaron en un silencio cómodo, sinceramente ninguno de los dos eran muy habladores así que no sentían que fuera incómodo.

Solo se reían de vez en cuando de los gritos de Natsu.

Pronto ya estaban volando sobre Magnolia, Draco podía escuchar los sonidos de exclamacion de los aldeanos al verlo.

Cuando estaban sobre el gremio algunos miembros como Mirajane, Erza y Loke salieron al sentir una gran presión mágica.

Quedaron con la boca abierta al ver un dragón rojizo volar sobre su gremio, se pudieron en posición por su atacaba aunque dudaban de poder hacer algo contra esa increíble impresión.

Al menos hasta que vieron una figura rosada y conocida moverse en la pata del dragón, éste con muchas ganas abrió su pata y dejó caer al mago, a unos centímetros de los magos, cubriéndose con un poco de tierra.

Así, Natsu quedó inconsciente por segunda vez.

El próximo en bajar fue Gray, que le agradeció al deseo por traerlos, seguido de Happy.

Draco fue bajando a la vez que su tamaño se hacía más chico, a una distancia medianamente corta Lucy cayó con gracia sobre el suelo con un dragón del tamaño de un perrito en sus brazos.

"¿Querés comer algo antes de volver?" Le preguntó suavemente a su espíritu, quien asintió mientras se acomodaba en sus brazos.

"Oh, bienvenidos chicos" sonrió Mira antes de ver con curiosidad el pequeño dragón en brazos de la maga celestial. "¿Y está pequeña cosita?"

Draco dio un pequeño gruñido de insatisfacción.

¡Era un noble dragón! ¿Dónde era una 'pequeña cosita'?

Lucy rió ante su berrinche y le acarició la panza, calmandolo.

"Es Draco, el espíritu de la constelación del dragón, y no le gusta que lo llamen pequeño" advirtió entre risas.

"Así que... Draco, ¿quieres comer algo?" Miró con ternura al pequeño berrinchudo.

Draco volteó la cabeza a un lado como niño pequeño ofendido y miró con indignación a su maestra cuando se rió.

"Si quiere, carne" le dijo a la albina que con una sonrisa fue de inmediato a la cocina del fremio, recibiendo miradas casuales de los miembros.

"¿E-espiritu?" Loke salió corriendo.

Draco lo miró desaparecer y dirigió su vista a su maestra, quien veía con gracia su reacción, se dio cuanta que ya sabía que ese hombre era un espíritu asi que no dijo anda.

Supuso que su señora ya tenía planes para ese cobarde espíritu.

Reencarne en Lucy Heartfilia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora