Capítulo 10

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Bank se giró ante el rugiente tono tan parecido a la voz de Kessar. El demonio se parecía mucho a él, pero su largo cabello era oscuro y sus ojos del color del carbón. Si eso no era suficiente para entibiar su día, había seis demonios más detrás de él. Cinco hombres y una mujer.

─Qué bonito. ─Dijo la mujer cuando rodeó a los hombres para quedarse al frente─. El esclavo de sangre tiene amigos.

Antes de que Bank pudiera siquiera parpadear, los demonios se desvanecieron sólo para reaparecer directamente en frente de cada uno de ellos.

Excepto de Mos. El líder y dos de los demonios lo rodearon.

Intentó ver a Jam y Xirena cuando desplegaron las alas y atacaron a los demonios en frente de ellas, pero su visión estaba bloqueaba por la mujer frente a él. Gah, en forma de demonio, los gallu eran realmente una raza repugnante. Los ojos de la mujer eran agudos y pequeños, y la parte inferior de su mandíbula estaba deformada por la doble fila de colmillos. Bien visto uno de los gallu se parecía bastante a la madre de Stephen Sommers después de solo dos asesinatos.

Ew...

La mujer inclinó la cabeza y sonrio, mostrando los colmillos.

─Qué maravilla. Un Atlante para la cena.

Bank replicó.

─Qué maravilla. Una perra a la qué quitarle las uñas.

La hembra corrio hacia Bank, quien rápidamente se hizo a un lado, agarrándole el brazo y lanzándola contra la pared de la caverna. Eso realmente tenía que doler. Bien. Era casi suficiente para hacer sonreír a Bank.

Shrieking, la hembra gallu se volvió para enfrentarlo. Bank le golpeó en la espalda y la lanzó con fuerza. Entonces estacó al gallu directamente en el corazón y esperó a que explotara.

No lo hizo.

─Entre los ojos, ─gruñó Mos─. No puedes matarlos igual que a un Daimon.

Ohhh, ¿Cómo había podido olvidarlo tan pronto? Así como su entrenamiento.

El demonio se lanzó al mismo tiempo que Bank recobraba su daga y la dirigió entre los ojos del demonio. El demonio dejó escapar un sonido antes de explotar sobre Bank.

Ugh, asqueroso... Mejor era un Daimon en cualquier momento antes que uno de esos. Al menos los Daimons no olían cuando explotaban.

Disgustado, Bank se sacudió y se volvió a ver a Jam y Xirena "comiéndose" sus demonios gallu. Oh, sí, nunca volvería a pedir pizza después de ver eso.

Nota para mi mismo. En el futuro decirle a Jam que traiga un gran cargamento de salsa barbacoa.

Intentando no mirar como ellas se comían partes del cuerpo que no podía si quiera identificar, Bank ayudó a Zakar, quien estaba apuñalando a ciegas al demonio que lo estaba atormentando igual que a un gato callejero. Mos tenía a dos de sus atacantes muertos a sus pies y estaba trabajando sobre el tercero cuando cruzó corriendo la habitación.

Zakar falló por poco en cortarlo.

El demonio sonrio.

─Eso es, esclavo. Mata a tu salvador. ─El demonio fue hacia él, pero Bank giró en sus brazos y lo levantó. En vez de empujarlo a Zakar como intentaba el demonio, fue el demonio el que fue a él. Zakar desgarró la garganta del demonio. Él gritó.

Bank agarró la muñeca de Zakar y le sacó el cuchillo de la mano antes de usarlo él mismo para acabar con el demonio. Lo acababa de matar cuando Zakar lo agarró desde atrás y le hundió los dientes en el hombro. Aullando, apenas se contuvo a sí mismo antes de golpearle.

12 MosBankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora