Epílogo

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Un mes más tarde.

Bank se acurrucó más cerca de Mos mientras estaban entrelazados en la cama. No había nada que le gustara más que la sensación de sus duros músculos contra su cuerpo desnudo. Si pudiera, pasaría la eternidad aquí mismo.

Pero habían estado en la cama durante casi catorce horas y tarde o temprano, tendrían que despertarse y ocuparse del negocio en el casino... y del asunto de patrullar en busca de gallu.

Todavía no habían descubierto la posición del Dimme. Pero hasta ahora, el demonio no se había comportado violentamente. Bank no estaba seguro si eso era bueno o no. Se alegró de que la solitaria Dimme no matara a la gente por gusto o por fuerza, pero mataría a alguien a fin de sobrevivir. Y seguiría siendo así hasta que ellos la localizaran.

Suspirando, oyó que el teléfono móvil de Mos que sonaba otra vez.

─JJ ─dijo Bank, reconociendo el tono del timbre.

─Probablemente. ─Mos se dio la vuelta para frotar la nariz con él.

Bank envolvió su cuerpo a su alrededor y gimió ante la maravillosa sensación de tenerlo encima.

─¿No vas a contestarle?

─Después. Primero tengo algo que quiero hacer.

Bank le dio una sonrisa maliciosa.

─Pensé que ya lo habías hecho.

Sus ojos dorados ardieron en los de él mientras lo contemplaba como si pudiera devorarlo por completo.

─Todavía no.

Él presionó sus labios con los suyos.

Bank suspiró ante su sabor hasta que sintió una oleada eléctrica de poderes que se trasladaban de Mos a él otra vez. Bank trató de apartarse, pero Mos lo sostuvo hasta que sintió que cada fragmento de su antiguo poder.

Sólo entonces lo liberó. Su mirada buscó su cara y cuerpo con miedo de haberle hecho daño.

─¿Funcionó? ¿Regresaron todos tus poderes?

Bank asintió con la cabeza.

Él soltó suspiró aliviado.

─Bueno. He estado tratando de imaginarme como lo hiciste ya que me los diste tú. Sabes, no es fácil controlar todo ese poder.

─Sí, lo sé. ─Bank ahueco su mejilla en su mano─. Es como drené accidentalmente a cierto Sumerio cuando era niño y casi lo mato.

─Eso era por lo que tenía miedo de hacerlo contigo. No quería hacerte daño, pero quiero que seas como eras antes.

─¿Por qué?

─Porque amo eso de ti y no quiero robarte nada. Sólo quiero hacer tu vida tan fantástica como tú haces la mía.

Sus palabras lo llenaron de calor.

─He de suponer entonces que eso significa que has abandonado todas tus búsquedas para devolvérsela a Artemisa, ¿huh?

Un destello diabólico apareció en sus ojos. Él sólo se veía así cuando tramaba algo.

─No, no completamente.

─¿Qué quieres decir?

Él se encogió de hombros antes de mordisquear sus labios.

─Acabo de encontrar una mejor forma de vengarme de ella.

─¿Y es?

Sus ojos brillaron cariñosamente cuando encerró su mirada en la de él.

─Quiero ver la mirada en su cara cuando le digas que va a ser abuela.

Bank se rio. Él era absolutamente malo, pero era lo que mas amaba de el.

─Entonces vístete, cariño, e iremos a hacer tu día.







FIN

🔥 Gracias por leer 🔥
El siguiente libro es el de Ohm y Fluke.

12 MosBankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora