Nota

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(Narra Ethan)
Durante el jueves, Danielle se quedó a cuidarme todo el día, me la pasó explicándome los temas y a ratos nos poníamos a platicar. Por la tarde, Britney llegó y nos hizo compañía, no se quedaría ese día a cuidarme, solo estaba de paso.
Britney es la chica más "popular" de la escuela, traía a todos a sus pies pero últimamente se decía que quería intentar algo conmigo. Por alguna extraña razón ella se me figuraba mucho a Emily, solo que con una actitud más cariñosa pero aún así seguía siendo muy vanidosa y ciertamente presumida.
-Hola chicos -dijo mientras entraba a mi habitación con su peculiar forma de caminar moviendo la cadera.
-Hola -dijimos al unísono
-¿Cómo sigues? -dijo parándose al lado de mi
-Mejor, o eso creo
-Me alegro mucho. Ah por cierto te traje esto -dijo sacando de su bolso un pequeño obsequio- Espero que te guste
-Claro muchas gracias
Como aún me dolía bastante el pecho, puso el obsequio en la mesa que tenía mi habitación.
Estuvimos platicando durante un rato cuando de repente el celular de Danie sonó y salió a contestar.
-Oh discúlpenme un momento -dijo saliendo de la habitación
-Claro
Ambos miramos hacia la puerta hasta que esta se cerro detrás de Danie.
-Y bien ya que estamos aquí, ¿qué te parece si le ponemos sabor al asunto? -dijo de manera muy sospechosa
-¿A qué te refieres? -dije un poco confuso
-Ya sabes, ¿por qué no dejas a Danielle? y no sé... -hizo una pausa mientras se acercaba a mi con unas intenciones de las que ya me había dado cuenta.
-¿Qué?, Yo no ando con Danielle
-Bueno... Pues mejor aún.
Como no me podía mover, era imposible que me alejara de ella así que solo volteé la cabeza y deseé que algún suceso ocurriera que hiciera que ella se apartará de mi.
Cuando estuvo a punto de besarme la puerta se abrió de golpe y ella se alejó de inmediato.
-Ya regresé... Esperen ¿De qué me perdí? -dijo al ver el brusco movimiento de Britney
-Nada, ya me iba. Nos vemos Ethan
-Este... Si... Hasta luego
La puerta se cerró y cuando volteé a ver a Danie, ella me miraba con ojos de pistola
-¿Qué? -dije extrañado por su mirada
-¿Te dejo solo dos minutos y ya quieres cambiarme de cuñado?, ¡No Ethan, eso no es justo!, yo quiero a Elliot como cuñado ¿me entendiste? -dijo con un tono entre enojada y haciendo un chiste
-Tranquila Danie, te prometo que jamás cambiaré a Elliot, es el amor de mi vida. Jamás le haría eso
-Más te vale -dijo mirándome con ojos de pistola de nuevo estallamos en risas.
Por la tarde se fue Danielle y por la mañana Evan la remplazó
-Hola Ethan
-Que onda Evan
-Ya te ves mucho mejor
-¿En serio?
-Si, bueno... La otra vez no quisiste ni hablar con nosotros así que eso creo
-Tienes razón, y ¿cómo van en el equipo?
-Bastante bien solo que haces falta -dijo imitando un todo preocupado y ambos reímos- En serio, ahora no hay nadie que anime al equipo y tu siempre nos dabas ánimos
-Gracias Evan, les prometo que cuando ya esté mejor iré de nuevo
-Mm no sé Ethan, siento que es arriesgado para ti y no quiero que te lastimes otra vez. Ah y te traje algo -puso el obsequio al lado de el de Britney
Seguimos hablando hasta que por fin comenzamos a estudiar los temas de clase.
Cuando Evan se fue por la tarde, llegó mi madre y estuvo conmigo hasta que por la mañana Britney llegó y se encargó de cuidarme.
-Hola Ethan
-Hola -dije distraído
-Siento mucho lo de la otra vez
-Esta bien, descuida.
Estuvimos platicando la mayor parte del sábado y a ratos Bárbara entraba a darme medicamento o por si se me ofrecía algo.
Por un momento la visita de Britney me pareció incómoda ya que me agarraba el cabello o me tocaba la cara o me acariciaba los brazos, el cuello y era molesto.
Cuando salió por un momento, Bárbara llegó y me puso la comida.
-¿Cómo le haces para soportarla? -dijo sonriendo
-Con fe y esfuerzo -dije burlón pero me sentí mal por eso
-Vaya que a esa barbie deberían ponerla en su lugar
-¿A qué te refieres? -dije extrañado
-No te va a dejar en paz si no le dices, no digo que la hagas sentir mal pero creo que es peor para ella ilusionarse
-Creo que tienes razón
Britney llegó y los tres nos pusimos a pasar un rato agradable.
El domingo Bárbara estuvo todo el día conmigo y me contó lo que había hecho con su vida, también le dije de la mía solo que evite contarle de Elliot. No por que me diera pena sino que aun no le tenía la confianza suficiente de decirle.
El lunes por la mañana llegó Brenda. Ella era una chica bastante distinta a las demás, es amable, muy sonriente y la hermana de mi mejor amigo -Brad- y me caía bastante bien.
-Hola Brenda
-¡Ethan!, me da gusto verte mejorar
-Gracias, ¿qué te trae por aquí?, bueno se que vienes como todos los demás pero no pensé que fueras a venir hoy
-Oh es que mi torpe hermano se calló de las escaleras y venimos con el doctor para que le recetara un antiinflamatorio y que le revisará si no tenía otra cosa. El dijo que no, que solo tenía moretones y un chichón en la cabeza pero yo creo que olvidó revisarle bien la cabeza porque a lo mejor tiene algún daño mental por ahí.
Ambos comenzamos a reír.
-Pobre de Brad, como lo tratas
-Bueno... Así nos llevamos digo el me ha dicho cosas peores al igual que yo a el.
De repente la puerta se abrió y entró Brad
-Ethan -dijo Brad
-Hola Brad, me alegra que hayas venido
-Gracias, a mi me alegra que te encuentres bien.
-¿No vas a ir a la escuela hoy verdad? -le dijo Brad a su hermana
-No, quiero quedarme a cuidar a Ethan -dijo ella con los ojos iluminados y con una amplia sonrisa
-Okay, entonces te veo en la casa hermanita -dijo Brad, ciertamente me dio ternura
-Claro pequeño tonto, no te caigas de nuevo -dijo burlona
-Chistocita. Nos vemos Ethan, cuídate
-Claro Brad, igual tu.
Comencé a reír por lo que cada uno de había dicho y eso me provocó un fuerte dolor de pecho.
Bárbara entró y me dio otro medicamento el cual sabia horrible y se sentó a charlar con nosotros.
La conversación era bastante divertida solo que Bárbara no podía quedarse todo el rato por que tenía que atender a mas personas así que me quede con Brenda hasta que comenzó a oscurecerse.
-Bueno Ethan, me divertí mucho estando contigo, tal vez venga de nuevo esta semana. Adiós, cuídate
-Aquí estaré esperando -dije entre risas.
Brenda se fue y mi madre llegó, ella siempre me visitaba y pasaba las noches conmigo pero tenía que irse a la casa a hacer deberes y a su trabajo también así que no podía quedarse conmigo todo el día.
Cabe mencionar que como mi madre venia diario me prestaba su celular para llamar a Elliot
"Hola Ethan, te extraño demasiado, ya quiero verte"
"Hola mi cielo, lo sé. Pronto estaremos juntos de nuevo" -dije
"Espero que te recuperes pronto. No sabes las ganas que tengo de estar contigo, me haces mucha falta mi amor, te aseguro que si no fuera por la escuela y por que necesito dinero, ya hubiera estado ahí contigo en estos momentos" -dijo y supe que estaba llorando por el tono ronco de tu voz.
"Te amo demasiado. No gané este partido, pero prometo ganar los siguientes para poder ir a verte" -desde 17 horas de diferencia me contagio de su llanto y me puse a llorar, el pecho comenzó a arderme y tuve que calmarme
"No amor mío, no quiero que te lastimes de nuevo, quiero que estés bien para cuando nos veamos" -dijo calmándose un poco
"¿Sabes algo?" -pregunté
"¿Qué ocurre?"
"Eres el amor de mi vida, en serio. No importa que la maldita distancia nos impida estar juntos, quiero que sepas que te amo demasiado, eres lo mejor que me ha pasado y no importa si tengo que cruzar desiertos, mares, o lo que sea, vamos a estar juntos en algún momento y eso es lo que importa, al diablo la distancia, sé que no es lo mismo hablar por teléfono que en persona pero quiero demostrarle a la distancia que no es un impedimento para nadie y que el amor a distancia en verdad existe, contaré los días y noches si hace falta para que volvamos a estar juntos" -se hizo un silencio hasta que por fin contestó
"Mi amor, eres lo máximo, créeme. Si hay alguien en este mundo a quien más admiro es a ti. Me has demostrado que no debe importarme lo que las personas puedan pensar de mi, me has enseñado que debo salir adelante aún cuando mil obstáculos me lo impidan pero lo mas importante es que me enseñaste que el verdadero amor existe, hiciste que volviera a creer en el amor cuando ya me había dado yo por vencido. Te amo demasiado y tienes toda la razón, la distancia no es un impedimento para nadie cuando las dos personas se aman de verdad. Siempre juntos" -dijo y una sonrisa se dibujó en mi rostro
"Hasta el final" -contesté.
Por la mañana mi mamá se tuvo que ir, y para ese entonces los gemelos Tony y Jaden estaban conmigo.
-Ethan que bien que te sientas mejor
-Gracias Tony, ustedes también se ven muy bien
Dije mirándolos de arriba a abajo porque traían un conjunto parecido, solo que el de Tony era de mezclilla azul y el de Jaden era mezclilla negro.
-Ya ves, nuestra madre se empeña en vestirnos diferente pero siempre nos confunden -dijo Jaden
-Yo estoy seguro de que podría identificarlos -dije retándolos
-Vaya, conque esas tenemos ¿eh? -dijo Tony
Sacaron su celular y me enseñaron fotos de ellos y me dijeron que adivinara quien era cada uno.
-A ver ¿quién es quién? -dijo Jaden mostrándome una foto. La mire y sin tardarme tanto les di mi respuesta
-Tu eres el de la izquierda y Tony el de la derecha
ambos me miraron sorprendidos.
Nos la pasamos así media hora por que siempre le atinaba hasta que se cansaron.
-Vaya, ¿cómo es que si nos identificas? -preguntó Jaden
-Sencillo, Tony siempre hace caras graciosas en las fotos -dije y rieron
-¡Oye! -dijo defendiéndose mientras reía.
-No ya, en serio ¿cómo nos identificaste? -dijo Jaden aun riéndose de lo que había dicho de su hermano
-Pues Tony es levemente más bajo de estatura que tu y su corte de cabello no es el mismo exactamente.
-¡Eres el único que lo ha notado! -dijeron al unísono y estallamos en risas
Llevaron varios juegos de mesa y durante la mañana del martes me la pasé increíble con ellos dos, son los gemelos más simpáticos que había conocido.
Me explicaron uno de los temas que estaba bastante complicado y gracias a ellos entendí muy bien.
-Bueno Ethan, tenemos deberes en la casa así que nos tenemos que ir-dijo Tony
-Claro chicos, esta bien
-De todas maneras Ann estará en camino mañana por la mañana así que no te apures, ella estará aquí pronto
-Okay, adiós chicos.
Salieron de la habitación y me quedé solo por un momento. Me quede pensando mientras miraba el techo cuando mi madre llegó.
-Hola cariño, veo que vas mejorando
-Si ma, es lo que todos dicen
-Vaya que la compañía de tus amigos ayuda a recuperarte
-Lo sé
La noche fue tranquila y fresca y sin problema alguno me puse a dormir.
Por la mañana alguien llamó a la puerta
-Pasa -dije.
Entraron dos chicas de mi salón, Ann y Brianna.
Ahorita que me doy cuenta ellas han sido las únicas que han llamado a la puerta antes de entrar.
-Hola Ethan, ¿Qué tal te sientes?
-Hola chicas, mucho mejor, ¿ustedes cómo están?
-Bien, gracias -dijo Ann
Ambas tomaron asiento y sacaron algunas cosas de sus bolsos y comenzamos a estudiar.
Cuando terminamos que fue mas o menos como a la una y media, Ann se tuvo que ir y me quedé con Brianna.
Ella es una de las chica más calladas que he conocido, pero con lo poco que he hablado con ella, se me hace una chica muy dulce y misteriosa cosa que me agrada, hablar con ella es difícil ya que solo te responde con un "si", "no" o muy cortante, había que buscar la pregunta adecuada para que ella contestara a fondo.
Hubo un silencio en la habitación hasta que me decidí a hablar.
-Y ¿cómo vas en la escuela?
-Oh, muy bien ¿y tu?
-Igual, creo que me adapte muy bien aquí -dije
Se hizo un silencioso nuevo
-¿Oye te puedo hacer una pregunta? -dije
Ella solo asintió
-Eres muy callada y misteriosa, casi no hablas y sabemos poco de ti,¿podrías decirme el porque? ¿me permitirías entenderte?
Ella levanto la cabeza y esbozó una amplia sonrisa
-Bueno... Para empezar, hablar no es algo que me guste mucho, creo hay cosas que debemos guardarnos para nosotros mismos y otras las debemos expresar. Hablar de mi no me hace sentir cómoda.
-Ya veo, ¿y no te molesta lo que los demás opinen de ti?
-Mmm no realmente
-¿Por qué? -dije con cautela
-Por que no necesitas no conocer a una persona para tener una opinión sobre ella y tampoco necesitas conocerla para opinar sobre ella. Simplemente siendo tú, a la gente le va a quedar bien claro que tipo de persona eres y así no sacará conclusiones falsas de ti, pero cuando lo hacen es por que no tienen una mente abierta como para darse cuanta de todo lo que te identifica.
Me quedé atónito, jamás me había puesto a pensar de esa manera.
-Vaya, tus pensamientos son profundos
-Lo sé, la mayoría no lo entiende y es también por eso que no hablo. Veo la vida de manera distinta a los demás y si me expreso, realmente no sabrían a que me refiero o no entenderían que quiero decir.
-¿Y cómo es que yo si entiendo lo que me dices? -pregunte curioso y ella sonrió de nuevo.
-Es sencillo, siempre has tenido una mente abierta, ves las cosas de manera distinta a la que los demás la ven.
-Vaya, ¿y cómo sabes que yo siempre he tenido una mente abierta si casi no hablamos?
-Ya te lo dije, no necesitas no conocer a una persona para tener una opinión sobre ella y tampoco necesitas conocerla para opinar sobre ella, siempre has sido tú por lo tanto es fácil saber que tipo de persona eres sin la necesidad de conocerte o no conocerte y sobre todo sin sacar conclusiones falsas.
Desde esa platica, ella y yo hemos sido más cercanos, ella empezó a hablar más conmigo y me tuvo la suficiente confianza como para decirme que yo le atraía.
Se me hizo algo muy lindo pero de alguna manera tenía que decirle que yo tenía novio.
Por la noche, mi madre se hizo cargo de mi hasta la madrugada.
Desperté como a las siete de la mañana y Max y Joey estaban sentados en el sillón frente a la camilla.
-Hola chicos, no los escuché llegar, lo siento
-No hay problema, preferimos que duermas para que te recuperes pronto. Por cierto tienes mucha tarea por hacer jovencito -dijo Joey
-¿Por qué? -reí
-Porque has estado de flojo -dijo Max
Joey y Max son los mejores amigo que he visto, literalmente no hacen nada si no esta uno de ellos.
-Aquí esta tu lista de pendientes -Joey me tendió una hoja tamaño oficio que contenía una lista
Comencé a leerla mientras ellos reían a carcajadas
"1. Decirle a Max que es tu mejor amigo
2. Decirle a Joey que es tu mejor amigo
3. Decirle a Joey y Max que son tus mejores amigos..."
A partir de ahí la lista se repetía varias veces.
-Ay chicos -negué con la cabeza riendo mientras ellos seguían atacados de la risa.
Comenzaron a ayudarme a estudiar y después me contaron sobre lo que planean hacer después de la universidad.
Llegó Bárbara como todos los días y se puso a charlar con nosotros. Estoy seguro de que Max no le quitaba la mirada de encima
Cuando la llamaron para que fuera con otro paciente, salió sin avisar y vi como la boca de Max estaba babeando
-Oye Ethan
-Eu
-¿No te gusta tu enfermera? -dijo Max mientras a Joey casi deja de respirar por la risa
-Amm no
-¿Me la puedo quedar?
-Si gustas
Cuando se oscureció estaba lloviendo muy fuerte, así que mi mamá se ofreció a llevarlos a su casa.
El viernes vi a Brad, llegar con dos chicas más acompañado, ambas eran de la escuela sus nombres eran Madison y Claire. Ellas eran dos años mayor que nosotros. Realmente no sabía por qué Brad se empeñaba tanto en conseguirme novia pero sobretodo mas grandes que yo.
-¡Que hay hermano! -dijo Brad
-Brad, que milagro que apareces
-Ya sé, es que tuve un accidente, ya sabes. Las escaleras y yo no vamos de la mano
-Si, me acabo de dar cuenta -reí.
Los cuatro nos divertimos mucho mientras hablábamos de la escuela, maestros, compañeros y de nosotros mismos. Pronto las chicas se fueron y me quedé con Brad.
-¿Qué? -dijo ante mi amenazadora mirada
-Ya te dije que no me gustan las citas dobles y menos en un hospital -dije un poco molesto
-Lo siento, es que yo quería una cita con Claire pero ella solo aceptaba si su amiga tenía una cita contigo.
Lo mire de mala manera y luego reí.
Al cabo de un rato se tuvo que marchar y mi madre llegó.
Me había extrañado demasiado que Brenda no viniera, había dicho que vendría esta semana pero ni siquiera me había llamado, y era extraño por que ella siempre cumplía todo lo que prometía.
Cada noche después de hablar con Elliot, me llegaban llamadas de Danielle, Evan, Tony, Jaden Britney y hasta de Briana pero me extrañó mucho que de Brenda no.
Últimamente Bárbara ha sido muy amable conmigo, más de lo que una enfermera debería y eso se me hacia raro al igual que Briana, siempre me llamaba y usaba un tono muy dulce al hablar conmigo, en cambio Britney usaba un tono seductor pero aún así no le funcionaria, Danielle siempre ha sido cariñosa conmigo por ser mi amiga y Ann si ha sido extraño por que si requiero algo para todo se ofrece a ayudarme y no sé. También me vino a visitar Stephanie, Madison, Belinda, Jocelyn, Claire y han sido muy muy atentas conmigo.
Durante toda la semana no me había percatado de los obsequios sobre la mesa, podría decirse que era uno por compañero así que eran bastantes. Comencé a abrirlos.
Una foto donde estoy con Tony y Jaden, un balón de americano firmado por el equipo -Mark, Evan, Joey, Max, Tony, Jaden y Brad- y el entrenador, cartas, globos, dulces, en fin fueron bastantes cosas.
Pensé que ya había abierto todos los obsequios pero por las envolturas vi hasta el final un pequeño obsequio en vuelto con una tarjeta pegada.
Retiré la tarjeta y la guardé un momento, abrí el obsequio y era un pequeño paquete que contenía 3 chocolates, mis favoritos a decir verdad -Ferrero Rocher- tomé la tarjeta y la desdoblé.
"Fue tu mirada la me encendió mi corazón
Y fue tu confianza la que me hace confesarte mi amor.
Con Cariño -B"

*Nota:
Mis amores, gracias por tanto cariño y dedicación a todas las personitas que han leído esta historia desde el principio y la han continuado sin quedarse en el camino. Créanme que cuando me dicen que les gusta me emociono demasiado.
Jamás terminaré de agradecérselos. Este capítulo es bastante extenso, lo sé ya que cada día me esfuerzo por ustedes. Que tengan una linda tarde, mañana y noche.
Los amo🌸❤️

Historia de un Amor Secreto (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora