Confesión

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(Narra Ethan)
-Cierra los ojos
-¿Para qué? -dije confundido
-Tu solo ciérralos y no los abras -dijo riendo
-Okay -reí
Cerré mis ojos.
Sentí que su reparación estaba más cerca de mi y pude comprobarlo cuando sentí que sus labios estaban pegados a los míos, en cuestión de segundos los momentos que había vivido con Elliot llegaron a mi mente y sentí que estaba de nuevo con él, sentí que lo besaba y que me dejaba llevar. Cuando sentí que aquellos labios se despegaban de mi caí en la cuenta de que a quien había besado era Brad, no a Elliot. Su respiración se fue dirigiendo a mi cuello y solo susurró en mi oído
-Fui yo
Se despegó bruscamente de mi y salió corriendo, abrí mis ojos y por la luz me costaba trabajo ver.
-¡Brad, espera! -grité pero no me hizo caso
El fin de semana no tuve noticias de él, hablé con Brenda y me dijo que no había regresado desde el viernes.
El lunes traté de hablar con él pero a todos los lugares donde iba, cada vez que me acercaba a el, se alejaba o sencillamente trataba de evitar frecuentar los mismos lugares que yo. Dos semanas fueron así, hasta que me arme de valor y fui directamente con el.
-¿Brad?
-¿S..Si? -dijo nervioso mientras guardaba sus cosas en el casillero
-¿Puedo hablar contigo?
-No hay nada de qué hablar
-Claro que si, sobre lo que ocurrió la otra vez
-Eso fue pasado, ahora si me disculpas tengo que llegar a casa temprano.
Cerro su casillero y se fue caminando a la salida.
-¿Por qué?
-Por que Brenda me espera para comer.
-No, me refiero a... ¿Por qué saliste corriendo después de lo que paso?
-Porque trato de olvidar cosas, de olvidarte a ti, pero tu presencia cerca de mi o interactúan do conmigo dificulta las cosas.
Dijo mientras caminábamos a su casa.
-¿Olvidar?, ¿Por qué? -dije confundido
-¿Es en serio?, ¿Aún no lo has notado?
-¿Notar qué?
-No seas idiota Ethan, piensa un poco -dijo y se detuvo en seco-te daré una pista, me gustas
-Eso lo sé después de lo que pasó, pero quiero saber ¿por qué me quieres olvidar?, eres mi mejor amigo.
-Ya me cansé Ethan, así que ahí te va: Me gustas, estoy locamente enamorado de ti, pero estoy consiente de que tu amas a Elliot, sé que es tu novio y mueres por verlo, por eso te metiste al equipo de americano. Y lo creas o no, no soy de esas personas que les gusta quitarle el novio a los demás, y menos a Elliot, es mi primo y el y sus padres han hecho todo por ayudarme cuando mis padres no estuvieron ahí, por eso quiero alejarme de ti, no quiero causar problemas entre ustedes dos. Adiós Ethan.
Se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla.
Siguió caminando y yo aun seguía petrificado por todo eso, una parte de mi quería correr hacia el y decirle que nuestra amistad no había terminado, pero otra parte me decía que que si quiero mantener mi amistad con Brad, debía dejarlo ir.
Me dirigí a casa y me encerré en mi habitación, me puse a platicar con Elliot en video llamada y a veces me sentía un tanto incómodo cuando mencionaba a su medio primo.
-¿Qué ocurre mi amor? -dijo Elliot
-Oh nada, solo he tenido un día pesado, es todo
-Esta bien, si quieres hablamos mañana para que puedas descansar
-Gracias mi vida pero quiero escuchar tu voz -dije
-Ay mi amor, yo también quiero escuchar la tuya pero me gustaría que descansaras, quiero que estés bien para cuando vaya a verte -dijo y sonrió
No hice caso a lo que me dijo, inconsciente mente me quedé mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja, ya tenía tiempo que no hacíamos una video llamada y ahora que lo vi después de tanto tiempo, era sumamente hermoso, sus ojos verdes brillaban cada vez más, su sonrisa hacia que la mía apareciera inconscientemente, era el hombre más guapo que había visto en mi vida y me hacia feliz que aquel hermoso hombre fuera mío.
-¿Ethan? ¿Qué, ocurre?, ¿tengo algo en la cara? -dijo preocupado y salí de mi trance
-¿Qué? No no no, es solo que no me había dado cuenta de lo guapo que eres
Al pronunciar aquellas palabras, sus mejillas comenzaron a tomar un color rojizo el cual hizo que me pareciera aun mas lindo de lo que ya era.

(Narra Brad)
Después de confesarle todo eso a Ethan, no me daban ganar de regresar a casa, así que me fui un rato a la playa y me senté sobre una de las grandes piedras que había ahí. Varias personas reían y jugaban en la arena, otras se metían al mar y unos cuantos se tendían sobre la arena para broncearse. Sentí una mirada y me giré para ver de quien se trataba. No vi a nadie conocido pero alcancé a ver unos ojos verdes que me miraban insistentemente.




Historia de un Amor Secreto (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora