De Vuelta

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(Narra Ethan)
Por fin estaba de regreso en casa, ya extrañaba ver mi acogedora y desordenada habitación. Todavía no me dejaban ir a la escuela a pesar de que ya me siento mejor y me puedo mover mas o menos bien. Esa semana ayudé a mi mamá a hacer los deberes de la casa. Mis amigos fueron a visitarme y más notas misteriosas aparecieron en mi casillero.
-Hola Ethan
-Hey, Danie ¿cómo has estado?
-Bueno al menos mejor que tu
-¿Te ocurre algo? -dije sorprendido por su tono de voz
-Amm no, bueno.... Creo saber quien te ha enviado tantas notas -habló lentamente dejando escapar un suspiro
-¿En serio?, ¿quién? -dije nervioso
-Brenda -contestó en tono seco
-¿Qué hace pensar eso?
-Bueno... La letra es igual y el color de tinta que ha usado parece ser el mismo ya que huele a uva
-Oh, cielos. Eso explica por qué Brad me la presentó
-Si, tal vez sea eso. Bueno flojo, aquí te dejo lo que hemos estado haciendo en clase -dijo y dejo caer sobre la mesa una pila de libros haciendo que esta se tambaleara.
-Creo que será mejor que me apure
-Si, opino lo mismo.

(Narra persona misteriosa)
Estaba en mi habitación disfrutando de la calurosa tarde, por un momento me dieron ganas de ir a visitar a Ethan ya que me había dicho que esta última semana estaría en casa antes de volver a clases.
Bajé a la cocina y tomé un vasito con gelatina y frutas. Iba subiendo de nuevo a mi habitación cuando de repente sentí un golpe en la cabeza
-¡Auch!, ¿Qué te ocurre? -dije volteando a ver la dirección en la que una almohada había salido volando hasta dar con mi cabeza
-Lo siento, es que no encuentro mi otro zapato rojo y esta noche habrá una fiesta y los quiero usar, yo sé que ha de estar entre todas las almohadas y cobijas
Llegué a mi habitación y me senté en la cama a pesar de lo desordenada y la cantidad de cobijas y almohadas que tenía encima
-¡Ay! -grité de dolor y me levanté de un brinco. Quite la cobija -que estaba hecha bolas- de encima y encontré el zapato rojo de mi hermana. Puse los ojos en blanco y me dirigí a su habitación
-¿Buscas esto? -me recargué en el marco de la puerta agarrando su zapato de un extremos dejando que se balanceara en el aire
-Oh, muchas gracias. Eres mi hermano favorito -dijo mientras corría a mí y me daba un abrazo haciendo que cayéramos en la alfombra.
-Brenda... Soy tu único hermano

(Narra Elliot)
Ethan me preocupaba cada vez más, temo que un día de estos le ocurra un accidente muy grave y que no se vaya a recuperar. El asunto de las notas misteriosas me traía sin cuidado, ya que confío mucho en él y se que no es capaz de engañarme.
-¿Elliot? -dijo Pao al ver que no reaccionaba
-¿Si? -fue lo único que pude articular
-¿Te encuentras bien?
-Si, solo estoy un poco cansado, es todo
-Hmm eso nadie te lo cree, a ver cuéntame que te ocurre
-Pues... Ethan ha estado recibiendo cartas misteriosas de alguien y no sé, tengo mucha desconfianza
-¿De Ethan?
-No, de la persona que se las manda. Confío completamente en Ethan pero no de esa persona, ¿qué tal que le haga daño? No me lo perdonaría
-No te perdonarías ¿qué? ¿A caso no has hecho suficiente con planear su encuentro sorpresa? Elliot, no te mortifiques, el estará bien y sé que el confía demasiado en ti
-¿Eso crees?
-Mira Elliot si no confiara en ti, ni siquiera te hubiera contado lo de las notas misteriosas porque querría enrollarse con esa persona sin que tu supieras o sospecharas
-Eso lo sé, pero me refiero a que ¿de verdad crees que va a estar bien?
-Sin duda alguna. Ahora ven, vamos a nuestra siguiente clase.
Estando en casa, mi madre me llamó y me dio un sobre extraño, al parecer era importado ya que tenía varios sellos de distintos lugares. Lo abrí y de ahí saqué dos cartas.
De una de las cartas, la caligrafía me era familiar y sonreí al ver el nombre de Ethan.
Saqué la otra con cuidado y al principio no reconocí de quien era, hasta que después leí el nombre Brad.
Mi medio primo.

(Narra Ethan)
Hace días le escribí una carta a Elliot, espero ya le haya llegado.
Me emocioné al saber que ya podía regresar a la escuela, ya sé, sonará muy tonto e increíble pero prefiero estar en la escuela conviviendo con amigos y discutiendo de lo mucha tarea que nos dejan los profesores a tener que estar encerrado sin poder hacer nada.
El lunes por la mañana, me metí a bañar y me arreglé lo mejor posible, era por segunda vez mi primer día en la escuela por culpa de un accidente.
-Hola Ethan, ya se te extrañaba en el salón -dijo mi profesora
-Gracias señorita Callahan, yo también la extrañé demasiado
-¿Si?, Yo diría que extrañaste sacarme de quicio cuando les dejaba tarea -ella me dedicó una sonrisa e hice lo mismo.
El día fue estupendo, mis amigos me ayudaron bastante y se portaron muy amables conmigo, y a pesar de que ya no podré estar en el equipo de americano, como un simple recuerdo asistí a observar la práctica después de clases

Historia de un Amor Secreto (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora