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El mes había pasado más rápido de lo que pensaron. Aunque para Mick y Lewis fue lo más lento posible. El mayor condujo rápidamente hasta el hospital después de haber dejado a su hermano menor en casa de uno de sus amigos. Al llegar se estacionó, bajó del auto con rapidez, se registró como visita y después corrió hasta el ascensor para dirigirse a la habitación del menor.

Mientras tanto Mick se había preparado con tres horas de anticipación. Aunque seguía viéndose en el espejo del baño. Se miraba por completo. Su cabello bien peinado, sus labios donde se había puesto bálsamo para la resequedad ya que normalmente los tenía resecos. Llevaba puesto debajo de su hoodie y abrigo la camiseta que Lewis le había regalado un día antes de su cumpleaños. También llevaba unos pants negros.

Escuchó la puerta de su habitación siendo abierta. Salió rápidamente del baño y cubrió su boca al ver el ramo con sus flores favoritas que Lewis traía en sus manos.

—Ejemm, no se si sea demasiada confianza para darte esto, pero entre a una florería que quedaba de paso. -decía Lewis rascándose la nuca con nerviosismo mientras sus mejillas se tornaban rosadas.

Mick simplemente caminó hacia el, recibió las flores y lo abrazó suavemente. Lewis lo envolvió en sus brazos también. El menor apoyando su mentón en el hombro del mayor.

—Gracias.

Al separarse Lewis asintió sonriéndole. —Estuve esperando tanto a que llegara este día. -admitió el mayor.

—Yo igual.

...

Caminaron juntos hasta la habitación de Daniel. Al entrar después de tocar a la puerta, notaron a Lando guardando unas cosas en su mochila, mientras Daniel veía algo en su móvil.

—¡Ricciardo! -saludó Lewis animado mientras se le acercaba. El chico alzó la vista de su móvil para después guardarlo en su bolsillo.

—Lewis -sonrió el australiano acercándose y abrazándolo con emoción. —¡Estuviste genial en la final! -le aplaudió el chico.

Lewis sonrió. —Te dije que ganaríamos, lo hice gracias a el apoyo de todos ustedes chicos. -admitió el mayor.

—Era obvio que ganarían, después de todo tienen a Lewis Hamilton en su equipo -Lando también empezó a alentarlo.

—Ya ya chicos, que me emociono de más.

—Bien, ¿que estamos esperando? ¡Salgamos de aquí! -ahora Mick estaba más animado de lo normal. Y la razón de eso era porque se sentía feliz, teniendo a esos tres cerca de si.

...

—¡No puede ser verdad! ¡Pensábamos que todavía tendría más tiempo! ¡Solo es un joven! ¡Díganos que no es cierto! -Daniel escuchaba a su madre desde dentro de la oficina de su médico. Seguro eso significaba que no eran buenas noticias. Pero bueno, ¿que más podría esperar? Su vida llegaría a su fin en cualquier momento, y aunque hayan dicho un tiempo estimado, al parecer ahora se había acortado, en menos tiempo de lo que habían esperado. Después de todo realmente solo era un chico que no había vivido nada, lo único que lo mantenía de pie era el hecho de querer continuar con vida para ver la hermosa sonrisa que su novio le dedicaba cada que se veían.

Suspiró alejándose de allí, mientras caminaba por los pasillos para regresar a su habitación. Al llegar vio sentado en el sillón a su chico de cabellos castaños. Cambió su expresión de inmediato en cuanto Lando alzó la mirada y comenzó a acercarse a él. No permitiría que lo viera de esa forma, no quería preocuparlo, pero también esconderle ese tipo de información no sería buena idea.

Hold me; hamick. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora