La inocencia de un bebé puede ser demasiada...

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Roier había sido dejado al cuidado de sus tíos; Cochi y Beni.
Algo que claramente no era la mejor idea sabiendo el largo historial que los mexicanos se cargan.
Y esto parecía empeorar cuando ellos decidieron dejarle ver una película que no era para nada adecuada para un niño de su edad.
No le veían el problema, que ellos habían visto cosas peores de chamacos y estaban bien.
Unos cuantos traumas son escenciales para un buen desarrollo.
Es como cuando tu hermano mayor te dejaba ver Chucky y te dabas cuenta que los muñecos no eran como Toy Story lo había retratado.

(Yo que tú no les quitaba un ojo de encima a los juguetes...)

Roier no apartaba la vista de lo que sucedía, queriendo entender como antes la protagonista estaba bien y después de besar y abrazar tanto a su pareja luego llegó con la noticia que serían padres.

¿Así se hacían los bebés?
Bueno, debía tener lógica.
Quizás al darse tanto amor la cigüeña te visitaba diciendo que eras digno de tener un bebé.

Al llegar a esa conclusión sus mejillas se pusieron de color rosado.

¡Él hizo eso con Spreen!

Solía abrazarle, darle besitos.
Le daba más amor a él que a su peluche de Spiderman.

Entonces...
¿Tendría un bebé?
¿La cigüeña estaría aquí?

Oh no.
Si eso pasaba tenía que darle su cuna al nuevo bebé, todos sus juguetes serían para él.
No, no.
Él no quiere compartir sus cosas.

Comenzó a llorar alertando a sus tíos, quienes rápidamente ya tenían palo y machete en mano listos para atacar.

Al ver al pequeño lloriqueando en el suelo creyeron que se había asustado.
Pero el susto ahora fue para ellos cuando entre hipidos logró decir:

"Do quiedo que venga el nevo bebé"

(No quiero que venga el nuevo bebé)

¿Nuevo bebé?
¿QUACKITY ESTABA OTRA VEZ EMBARAZADO?

Puta madre.
Ahora le debían mil varos a su tío Furgencio.

Intentaban consolar al pequeño y tener más información, lo cual no pudo pasar cuando un muy preocupado Quackity llegó quitándoles a su bebé de los brazos.

- Hijos de su pinche madre. ¿Qué le hicieron a mi arañita?
¿Otra vez le dijeron que algo saldría de su closet?- le daba varios besitos mientras veía con odio a sus primos.

- Que esa vez fue culpa del wey que tienes por marido.
Él le puso a ver monster inc y le dijo que eso era real, nosotros nomás no queríamos matarle la ilusión.- dijo Beni medio escondido tras su hermano.
Era demasiado guapo como para que le agarraran a putazos.

- ¿Qué pasó mi vida?
¿Por qué lloras?

Roier se aferró a su madre inflando sus lindas mejillas y limpiando su nariz con la manga de su camisa de patitos para intentar hablar de una forma más entendible para su edad.

- Do quiedo compati mis cosas.
Son mías.

Sus padres le miraron confundidos, ¿Qué pasó para que su pequeño estuviera haciendo este tipo de berrinche?

Volvieron a mirar a los chicos, esperando que ellos tuvieran mejor contexto.

- El chilpayate está así porque dice que con el nuevo bebé, tendrá que darle sus juguetes.
Cosa que entiendo, cuando nació este pendejo tuve que compartir casi hasta los calzones.- comento Cochi recibiendo un "ora pendejo" de parte de su hermano.- Pero volviendo a lo bueno...
Primito, ¿Cómo está eso que tienes otro pato en el horno?
¿¡NO TIENEN TELE O QUÉ PEDO!?
El chamaco apenas cumplirá 4 años y ustedes ya andan queriendo darle hermanos.

Luzu volteo a ver a Quackity totalmente pálido.
¿Otro bebé?
No, no.
Estaba seguro que se habían cuidado, sumando que desde que Roier había aprendido a caminar casi no tenían oportunidad porque podía levantarse de madrugada y verlos jugar Twister y luego cuando creciera darse cuenta que eso no era Twister.

No querían traumarlo.

De eso se encargaría la vida después.

¿Y sí...?

- Alex.

Oh.
Le dijo por su nombre.

- ¿Hay algo que tengas que decirme?

El pato se le quedó viendo sin entender, pero al recapitular varias cosas supo a que se refería.
Y le soltó un golpe justo en la cara con su chancla.

Achinga.
¿A qué hora se la quitó?

- A ver pinche pendejo, no estoy embarazado y si fuera así
NO TE ESTOY ENGAÑANDO.
A mí solo me gusta tu... -la tapo los oídos a su hijo- a mí solo me gusta tu Luzuconda.
Aunque me dejes cojeando.

Cochi y Beni estaban bastante atentos al chisme, hasta chicharrones tenían para botanear.

- Mi niño, pompitas de durazno.
¿Por qué dices que habrá un nuevo bebé?
Yo no tengo uno en mi pancita.

Roier volvió a llorar mientras se levantaba la camisa y gritaba un;

-¡Pedo yo shi!

El silencio se mantuvo en ese lugar.
¿Qué?
No neta.
¿¡QUÉ!?

- AVER AVERRR.
¿QUE CHINGAOS PASÓ AQUÍ?

Algunos gritos.
Y un Luzu desmayado después.

Pudieron entender POR FIN de donde había salido todo esto.
Solo había sido una mal interpretación del castaño al ver que después de los besos se hace un bebé (bueno... Unos besos y otras cosas. Pero él no sabría nada de eso hasta los 40.)
Casi iban a hacerle una escena a los Rubegetta cuando Roier les dijo que el papá era Spreen.
Ya habían creído que los ositos tenían sus mañas medio raras.

- Mi vida, que aún eres muy pequeño para tener un bebé.
Tú eres un bebé.
Quizás en muchos años más, muchos, pero muchos.
Puede que si sea posible pero ahora no.
Así que deja de llorar.- le hablaba tan cariñosamente que saco de pedo a sus primos.
¿Ese era el primo berrinchudo que armó una revolución y les hizo ser parte de ella por unas elecciones?
Órale...

- ¿Y puedo tened bebé con Spiiin?

Su madre asintió no muy convencido.
Puede que el enamoramiento de su chamaco se le quitaría después, no es como si ya estuviera destinado que ellos fueran pareja desde antes de nacer.

Que nadie mencione que quizás

SOLO QUIZÁS.

Roier exista porque a Quackity le dió la fiebre del bebé al conocer a un pequeño Spreen.

Igual no es como si unos años después si existiera un bebé hijo de Roier y Spreen.

¿Cierto?

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Algo bonito pa calmar los feels del lore actual.

Karmaland Next Gen: Little adventure.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora