¿Un beso... qué? 😱

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Edades de los chicos:
11 y 12 años.

¿Qué tantas festividades solía tener la familia de Roier?
Algunas las entendían pero la de hoy si que era extraña.

¿Por qué celebrarían los besos?
Lo único que tendría sentido sería si fuese el día del amor y la amistad, donde dar y recibir amor era lo usual a falta de regalos.

— ¿Sabían que hay distintos tipos de besos?— comentó Carre viendo la pantalla de la computadora.
Estaban aprovechando la sala de cómputo de la escuela para saber más sobre este día y porque tenía que celebrarse con besos.
¿No había un día del dinero?
Donde te regalan fajos de billetes.
O mínimo monedas.
¿No?
Bueno.

— Está el beso francés, el esquimal. El de ¿Piquito? Ese seguro se lo dan los papás de Rob siendo que su papá es parte pájaro.— quiso bromear con ello pero recibió un golpe en la cabeza por parte de Robleis y calladito se veía más bonito.

— ¿Beso negro?— Roier miró curioso las sugerencias que daba el buscador con el tema de los besos.— ¿Ese como es?

Todos se miraron confundidos.

— Quizas tienes que dar el beso usando labial negro.— soltó Robleis mientras se ponía algo de brillo y le daba un beso a Carre en la mejilla.
Causando un gran sonrojo en este.

Tenía que ser eso.
Era lógico.
Y si no, ¿Entonces qué?

El castaño menor observo a Spreen, pensando si podía usar la festividad como excusa para poder darle un beso.
Y es que desde hace tiempo tenía está pequeña curiosidad por saber si el besarle ahora cambiaba las cosas. Ya había pasado mucho tiempo desde aquel besito accidental que se dieron de pequeños.

Aunque quizás cierto osito tenía el mismo pensamiento.
Y claro, solo con él estaría dispuesto a compartir saliva.

— Spreen. ¿Me dejas darte un beso negro?— preguntó con inocencia sin notar que sus padres justamente iban entrando.
Siendo Luzu quien se terminó desmayando pensando cosas que no.
Quackity sin saber si reír o preocuparse que su hijo tuviera esos gustos.
Rubius mostrando porque Spreen se transformaba en osito cada que tenía alguna emoción fuerte y Vegetta.
Bueno, estaba acompañado a Luzu en el suelo.

Tenían mucho que explicar.
Lo que claramente sería otra anécdota graciosa que contar para avergonzar a los chicos.

Y eso debía ser rápido porque Luzu está intentando levantarse mientras piensa si sería posible meter a Roier en una escuela de monjas.

Dejando a Veg en el suelo, creyendo que apenas estén en casa tendrá que darle la charla a su hijo y tocar el tema de los fetiches.
¿Seria exagerado mostrarle ejemplos con imágenes?
Aunque su hijo ya estaba acostumbrado a ver látigos desde que dejaron la sex dungeon sin llave.

— Mínimo no le pidió un beso arcoiris. Ahí si creo deberíamos empezar a tener la charla.

— ¡Lolito!

Gritaron los adultos algo asqueados por el comentario.

¿Qué?
¿Apoco eso no venía en la conversación?

Ademas para que se hacían los tontitos, él estaba seguro que ellos hacían cosas peores en la intimidad.


Karmaland Next Gen: Little adventure.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora