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Mi ser humano predilecto:

Mi madre está obligándome a pintar mis uñas, a peinarme diferente, a sonreír... a ser otra ante la gente. Ella siempre ha adorado las apariencias, de no ser así mi padre estuviese lejos de su vida. Pero él le ofrece dinero y comodidades, eso parece ser lo único importante para las personas de hoy. ¡Qué poca importancia!

Me pregunto si las monedas que recibías como jardinero no eran suficientes para llevar a la mesa lo necesario para ti y tu padre, si la satisfacción de hacer lo que mejor sabías y hacerlo bien no era sobrada razón para conformarse.

Yo me conformo por ti, se te veía feliz pudiendo ayudarlo. Él ha estado orgulloso de su hijo por ser así. Yo no te querría mejor cuando puedo tenerte tan fidedigno y honrado, tan lleno de motivos para que al final del día pueda considerarte mi persona favorita.

Al menos tú sí eres fiel a lo que sientes y a lo que deseas, a las cosas en las que crees y por las que luchas.

Vi a tu padre esta tarde, su actitud acerca de ti y que te unieras al ejército no ha cambiado: sigue orgulloso. Gozoso de haberte educado correctamente, de no haber fallado en tu adolescencia y que ahora seas un hombre capaz de aceptar cuando lo llama el deber. No dije nada sobre lo indispuesto que te encontrabas aquel día y lo ajena que era esa lucha para ti.

No te traicioné por temor a derrumbar su alegría y también porque comprendo mejor que nunca tus razones. Tu padre me contó... no sé cómo él pudo salir ileso de ese calvario.

Ver la forma en que un conflicto estúpido y sin sentido azotaba al pueblo donde crecías no debió ser sencillo.

Tener apenas  5 años y presenciar cómo una lucha breve pero despiadada te arrebataba a tu madre debió ser tremendamente desgarrador.

No te culpo por tu indiferencia y desdén, no juzgo que le debas poco a lo que guardan estas fronteras, no seré jamás quien te lleve la contraria cuando te niegues a amar el suelo bajo tus pies. Y entiendo que sea un suplicio luchar por un país que no merece ser defendido por sus víctimas.

Admiro que seas tan leal a tus principios, Ben; yo solo no quiero ver llegar el fin sin ti. Y estoy temiendo amargamente que en cualquier momento pierda la esencia de la chica que he logrado ser contigo.

Tengo miedo, uno horrible, a olvidar la que era cuando estabas tú. Mis cimientos son débiles, espero que ya no tardes en regresar para que se fortalezcan.

Espero, siempre espero, que vuelvas con uno de tus girasoles para esta niña que no quiere crecer solo para no ver lo brutal del mundo.

Espero, siempre espero, que vuelvas con uno de tus girasoles para esta niña que no quiere crecer solo para no ver lo brutal del mundo

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𝐆𝐢𝐫𝐚𝐬𝐨𝐥𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐝𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐥 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora