Y el tiempo pasa, Jimin creció, pronto cumplió su primer año, pronto dos, y entonces Hoseok dejó de verlo.
Jimin lloró tanto esa noche que su carita estaba muy roja y su voz se quebraba al hablar. Yoon-Gi no sabía que hacer, estaba que se ponía a llorar por Hoseok junto con su pequeño.
Jungkook llegó de inmediato al escuchar que aún lloraba y tomó al pequeño entre sus brazos, salió de la casa y se paseó por el fogón de la aldea con el pequeño. Entonces cuando la luna alumbró el círculo del fogón el se calmó ya que se distrajo con ese brillo tan bonito.
⸻Ya mí vida, no llores, ya pasó.⸻ Dijo el alfa mientras limpiaba las lágrimas del bebé con sus dedos.
Yoon-Gi solo miro a su padre y lloró, se sentía el peor padre del mundo, se sentía el padre más inútil de la vida. No pudo calmar a su hijo, no podía distraerlo, nada bien podía hacer.
⸻Ey~.⸻ Taehyung apareció detrás de el. ⸻No estés así, nadie nace sabiendo, sé lo que sientes, créeme que tu padre también lo sabe, tu también llorabas mucho, y no había cosa en el mundo que te calme, sorprendentemente, un día descubrimos que el brillo de la luna te gustaba, así que solíamos llevarte a algún lugar en donde la luna tenga luz directa.⸻ Acarició la espalda de su hijo. ⸻Solo debes descubrir a tu pequeño, a fin de cuentas, es tuyo, tiene una parte de ti.
Entonces el corazón de Yoon-Gi sintió un calorcito bonito en su corazón. Sin darse cuenta caminó hasta su padre y tomó a Jimin en brazos.
Jungkook tomó eso como que ellos querían estar a solas por lo que caminó con su esposo hasta la casa, dejando a padre e hijo disfrutar de pequeñas risas y algunas cosquillas.
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Por otro lado Hoseok se encontraba llorando a mares en su casa. Le dolia bastante el hecho de saber que al día siguiente no estaría con Jimin otra vez, solo habían pasado unas horas desde que no veía a su pequeño y ya se sentía el infierno.
Su Omega lloraba dentro de el, algo le faltaba, y ese algo era su cachorro, su bebé.
Se sentó en su cama y miró un punto fijo en el suelo, se mentalizaba que eso era lo mejor para su hijo, se mentalizaba que todo estaba bien.
Posiblemente su padre venga un día y lo lleve a la aldea otra vez, sí, quizá eso pasaría y era mejor que él estuviera allí para cuando eso pase.
Pasó sus manos por su cabello y rostro. ⸻A no llorar Hoseok, a no llorar.⸻ Se repetía lo mismo una y otra vez.
A no llorar Hoseok.
A no llorar Hoseok.
A no llorar Hoseok.
A no llorar...
Pero sabía que era casi inútil decirse eso, ya que al día siguiente estaría igual, y al otro, y al otro, y todos los días de su vida. Porque Jimin es su pequeño, su cachorro.
