La lluvia no paró durante ocho días, fue tan devastadora que hasta árboles cayeron. Jungkook como líder, luego de la fuerte lluvia, fue con todos los alfas de la manada a cortar los árboles cercanos para que no haya peligros.
Guardaron los troncos en un galpón para leña, estaban seguros que el invierno vendría muy frío así que eso ayudaría mucho para las casas. Con los árboles caídos hicieron lo mismo, quitaron las ramas finas que no servirían y las dejaron a un lado donde no molestaría a nadie.
Los troncos eran llevados rodando o en los hombros de los alfas más grandes y fuertes. Eran troncos muy grandes. Húmedos tal como estaban eran un poco más pesados que de costumbre.
Yoon-Gi estaba allí por supuesto, el ayudaría en todo lo que pudiera. Después de ese trabajo con la leña, decidieron llevar piedras para hacer caminos con ellas, los omegas debían lavar ropa, cocinar, hacer pan, cosechar verduras, frutas y hierbas medicinales, con el barro era casi imposible.
Así que se pusieron manos a la obra. También con cuero de animales y paja empezaron a hacer pequeños techos en las zonas en donde los omegas trabajaban y que sin importar que caiga la lluvia ellos puedan hacer sus cosas cotidianas sin problema alguno.
Quizá eso debieron hacerlo desde hace ya mucho, pero era la primera vez en años que llovía con esa intensidad que a ellos ya les estaba empezando a asustar.
Jungkook y los demás alfas decidieron descansar en las horas de la tarde, habían terminado un poco, pero aún faltaba más. Tomaron agua mientras hablaban amenamente, hasta que vieron a cierto líder llegar a la manada Luna.
El líder de la manada Luna se levantó y se acercó a el. Hablaron y hasta se escucharon algunos gruñidos también, pero nadie quería intervenir en eso.
Pronto el líder de la manada vecina se retiró, había comprobado que ellos no eran los únicos afectados aparentemente, o de lo contrario se armaría la discordia.
Y es que, la manada vecina pensaba que era alguna brujería que habían hecho los de la manada Luna.
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Yoon-Gi se acercó a la puerta de la casa de Hoseok y le dejó varias bolsas de cuero con frutas, verduras, leche, queso y carne. Sabía que con esta lluvia el Omega no tendría que comer. Por lo que decidió llevarle algo.
La casa del Omega tenía buena altura, por lo que el agua no le haría mucho daño, pero sí se le dificultaría llegar hasta su manada pasa buscar alimentos ya que por lo que se había enterado, no estaba pasando un buen momento esa manada.
Tocó la puerta y se fue de allí, esperaba que Hoseok se encuentre bien.
Hoseok por otro lado salió unos minutos después a ver quién tocó su puerta, creía que fue su madre, pero no. Nadie de su familia fue a ver cómo se encontraba, sin embargo al mirar hacia abajo se sorprendió por las bolsas.
