La región Norte dejó de existir y con ella, diez millones de vidas. El amanecer volvió a aparecer, eso fue lo último de ocho años de tiranía.
No fue raro que, después de aquella noche, miles de historias y rumores salieran; la reconstrucción de las demás regiones fue primordial, así comenzaba otro despertar glorioso.
Aquellos llamados Elegidos de sangre se esfumaron tan pronto su líder murió y su segundo al mando reapareció junto a Mariposa para ayudarla a limpiar lo que su anterior dueño había provocado.
—Maestro, aquí están los documentos que me pidió, el joven Alice se encargó de anotar los puntos a discutir.
—¿Va a participar? —Eros miró al adolescente con sorpresa—. No esperaba eso, supongo que los mellizos irán con él.
—Así es, desde que hicieron su contrato con él, no se despegan ni un centímetro.
—Gracias por informarme, ve a descansar, Elián.
El sirviente sonrió y se alejó con cuidado, se miró al espejo y acomodó su ropa, se podía ver aquella marca permanente en su piel, el contrato inextinguible, retomó sus actividades diarias en aquella pequeña casa.
Los días pasaron en calma, los acechadores tomaron el control de las regiones, Vishanya dejó sus instrucciones con los líderes, estos se encargaron de todo se cumpliera tal como lo quería el vampiro. El proceso fuer lento, pero no hubo problemas que significaran un riesgo, Eros, junto a otros nobles, apoyaron cada movimiento.
La organización de los acechadores creció y el ser parte de ellos era un privilegio, servían a las causas del último de los André, a quien le prometieron dar la vida por la causa. Esto se confirmó cuando, entre las víctimas fatales de aquella noche, muchos acechadores decidieron arriesgarse para salvar vidas.
Elián recibió una llamada, dejó todo para contestar y aceptar algunos negocios que Eros no podía confirmar personalmente. La mujer llamada Mariposa habló con él, requería la ayuda de su maestro para organizar todo.
—Está bien, yo le daré el aviso, puede que mañana vaya. Sí, muchas gracias.
—Elían, no te esfuerces mucho, debes descansar —Mariposa fumaba como siempre, miraba desde la azotea del cuartel el atardecer—. No quiero que el día de la celebración estés trabajando, también soy tu jefa por permanecer dentro de las filas de mi organización, no me ignores por cuidar a ese vampiro despistado.
—Lo sé, señora, pero mi trabajo con el maestro es muy importante —El joven revisó las estanterías, tenía que hacer una lista de compras—. Lo aprendí cuando estuve con la señorita Dalia, no puedo quedarme atrás, quiero seguir creciendo.
—Adrianne les enseñó todo, así que, no es raro que vengan de la misma escuela. En fin, dile a tu amo que debe verse presentable y no con olor a medicamento, marea mucho estar cerca, no quiero que los periodistas huyan.
—Le haré llegar el mensaje. Nos vemos.
Colgó, debía trabajar y ayudar a su maestro con el discurso.
**********
—Hace cinco años, estábamos viviendo el pico más alto de la tiranía de los maestros de región. Creíamos que la situación terminaría con la extinción de todos los humanos y con ello, la consecuente muerte de los vampiros... Hace tiempo, Su Majestad comentó dicho problema, dejando en claro que, sin los humanos, no existiríamos e incluso estaba seguro de que, si seguíamos así, en unos cuantos años más sufriríamos por culpa de nuestra incompetencia.
Elían suspiró de alivio, Eros estaba en el podio, hablaba con fuerza, debido a los nervios, decidió utilizar su venda. Desde donde se encontraba él, se escuchaba bien y la gente en el público estaba atenta a cada palabra del noble.
—Los vampiros tuvieron un descontrol sin precedentes, de no ser por Su Majestad, me temo que yo no estaría aquí hablando, ni ustedes escuchando este discurso que se volverá tema de discusión al llegar a casa. No hay palabras que expresen las atrocidades que se vivieron, pero... Eso quedó en el pasado, no sucederá de nuevo, por el bien del equilibrio y por el gran sacrificio de Su Majestad al enfrentarse al amo de la antigua región Norte, Ketrya, quien decidió volverse una bestia sin alma. Ahora, veamos al mañana, un mejor futuro nos espera a todos. No se volverá a repetir.
Eros inclinó la cabeza para mostrar respeto a todos en las gradas, los gritos y aplausos fueron atronadores, Elían tocó su pecho, ya podía respirar.
Desde casa, un vampiro miraba la tele, aplaudió un poco para felicitar a Eros, había sido un buen discurso para alguien que no salía de casa y le daba ansiedad estar rodeado de tantas personas.
—Lo hizo bien, hay que mandarle una carta para felicitarlo.
Adrianne se sentó al lado de Vishanya, este asintió.
—Debió ir para presentarse ante todos.
—No creo que sea posible, Adrianne —Dalia entró con una bandeja de galletas—. Su Majestad no debería estar viendo tele, hay muchas cosas que firmar y atender.
—Le di este rato, después volverá a trabajar, ¿no es así? —Adrianne sonrió a Vishanya, este asintió.
—Está bien. Más tarde recibirán visitas, deben arreglarse ambos, no quiero que estés con tu uniforme, Adrianne.
El hombre ya no era más el jefe de sirvientes, como pareja de Su Majestad, tenía otras obligaciones, pero se había acostumbrado a servir en casa, Dalia siempre lo regañaba.
—Bien, bien, ya entendí.
Vishanya y Adrianne se retiraron a su habitación, el humano ayudó al vampiro y el vampiro al humano, ambos sonreían mientras se arreglaban para la fiesta.
—¿Me veo mal? —Adrianne se miró al espejo, su cara había quedado marcada con las garras de Ketrya en aquella pelea.
Vishanya negó varias veces, su Adrianne siempre se veía hermoso, su pareja comenzó a reír al ver tan nervioso al vampiro que no sabía cómo expresarle lo bien que se veía.
—En la siguiente celebración, no te puedes escapar, iremos los dos, yo te ayudaré con el discurso, no te preocupes. Cuando comenzamos de nuevo, prometimos siempre apoyarnos, así que, Su Majestad, no puede negarse.
Vishanya asintió, era cierto.
Cuando comencemos de nuevo, viviremos por dos vidas, cuando comencemos de nuevo, siempre estaremos juntos.
Fin.
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El contrato de la flor escarlata sin nombre (BL)
VampirosPara Erick, su día comenzó como siempre, la rutina era natural, lo único especial era que cumplía años. El 14 de agosto, su vida fue cuesta abajo; aquella salida a un museo terminó en la peor pesadilla que sus ojos tuvieron la oportunidad de presenc...