UN AMOR EN MÍ VIDA...... UN AMOR PARA SIEMPRE

Capitulo 30

DARIEN :

¡Mierda! En serio no puedo creer qué mí hermana haya a traído a Esmeralda a está casa y más a la cena qué he organizado para mí compromiso con Serena, en la sala todos están en silencio y a mí me está hirviendo la sangre, de ver cómo esté tipo mira a mí mujer, Serena sé remueve incómoda y así poder soltarse de mí, pero no sé lo permito.

-¿Se conocen? - pregunta mí hermana rompiendo el silencio.

-Sí - dicen Serena y el idiota al mismo tiempo, cosa qué les causa risa menos a mí.

-Sere y yo trabajamos juntos hace como siete años - dice el muy idiota.

-Sí, es cierto.

-¡Umm ya! Púes la verdad no me interesa saber nada de eso, espero qué no les moleste qué mí novio y mí amiga estén aquí.

-Tú novio no, pero tu amiguita sí - digo en un tono nada amigable, la verdad es qué hasta el bendito novio me está cayendo muy mal.

-Darien, esas son maneras de recibirme, después de tanto tiempo, antes era tu vida entera - dice Esmeralda en un tono meloso qué me molesta y Serena sé tensa a mí lado.

-Esmeralda comportate por favor - dice mí madre.

-Bueno, qué tal sí vamos a cenar - pregunta mí hermano.

-Antes quiero hablar contigo Darien - dice Esmeralda.

-Ahora no podrá ser, además no creó qué tú y yo tengamos algo de qué hablar.

-Por favor, es algo urgente - se qué es mentira pero creó qué sería lo mejor, así le dejó de una vez por todas qué yo tengo una mujer a la qué quiero y a la qué amo.

-Bien, pero después de cenar - Esmeralda asiente.

La cena fué algo incómoda, ya qué Esmeralda sé sentó al frente mío, y el imbécil al frente de mí mujer, Serena a estado algo distante y callada, no sé sí será por la presencia de Esmeralda o por la presencia de ese idiota ¿Será qué todavía siente algo por el? Serena me había dicho qué él siempre sé comportó cómo ella le gusta ¡Maldita sea! Me va a dar un derrame de tanto pensar, a los niños les llevaron la cena al cuarto de juegos, así ellos podrían estar tranquilos y felices, cómo se supone qué deberíamos estar nosotros, pero no dejaré qué me estropeen la noche.

-Bueno familia, el motivo de está casa es por qué tengo una noticia qué darle - digo mientras me levantaba de la silla y me dirigí a cada uno de ellos.

-A ver te escuchamos hijo - dice mí padre tomando un tragó de su copa de vino, agarró la mano de Serena y la hago levantarse al igual qué yo lo hice.

-Está hermosa dama, el día de hoy ha aceptado casarse conmigo - todos aplauden de la felicidad, menos Esmeralda, Melisa y el tal Rubeos ese.

-Felicidades hijo, deseo lo mejor para ustedes - dice mí mamá quien sé acerca para abrazarnos y felicitarnos.

-En hora buena, ya era hora qué mí hijo sentará cabeza - dijo mí padre.

-Así es papá, ya voy a cumplir lo qué querías, y con la mejor mujer qué existe en esté planeta - le digo a mí padre mientras lo abrazo.

-Felicidades hermanito, al igual qué a tí cuñada.

Pasamos de brazos en brazos por parte de mí familia hasta qué la impertinente de Melisa sé levanta y golpea la mesa.

-Esto es un chiste malo ¿Cierto?.

-No empieces - le advierto mientras la señaló - Lo qué tú opinas no me interesa Melisa.