Capitulo 25

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DARIEN :

-Mís hijos - dice Serena detrás de mí al girarme empiezo ver cómo de sus bellos ojos salen lágrimas.

-No puede ser mís hijos, ¡Por Dios! Maldita sea todo es mí culpa - me giró y entró al baño, en cinco minutos ya estoy listo, Sere sigue llorando y en estado de shock.

-Amor, deja de llorar y vamos a la casa ¿Quieres? - ella me mira a los ojos con gran tristeza.

-No es tu culpa Darien, es mía, tú te alejaste para mantenernos a salvo, y yo por pensar sólo en mí, en lo bien qué me siento a tu lado, no pensé en nada más, y ahora mís bebés están en peligro.

-Calmate cielo, no es tu culpa, ahora ve alistate y vamos a casa, tenemos qué ir a ver a nuestros hijos - asiente y rápidamente se da una ducha.

Después de media ahora ya vamos de camino a la casa, ambos estamos nerviosos y aún qué no pudieron llevarse a ningún niño, hay muchas dudas de ¿Cómo lograron entrar a la casa? El portón sé abre desde adentro o con contraseña ¿Habrá un traidor dentro de la casa?.

Al llegar a casa prácticamente corremos hacía el interior, ignorado los tres autos qué hay afuera, cuándo entramos todos están en la cocina.

-Al fin llegaron mís niños - dice Luna muy angustiada.

-¿Qué pasó nana? - preguntó viendo a varias personas en la cocina de mí casa, incluidos mí padre y mí madre.

-Anoche me encontraba muy nerviosa y no sabía el por qué, por lo qué decidí ir a ver a los niños, ellos estaban muy tranquilos y profundamente dormidos, por lo qué decidí ir por un vaso de agua y tratar de tranquilizarme, al llegar a la cocina escuché un auto, pensé qué eras tú mí niña - dice esto último mirando a Sere, quién ha empezado a llorar en silencio, Luna le sa la mano y trata de tranquilizarla y sigue su relato - Pero al ver una camioneta grande, toda polarizada, supe de inmediato qué no eran visitas deseables y menos qué eran las dos de la mañana, en ese momento corrí agarrar el teléfono y llamé a la policía, mientras hablaba con ellos corrí a la habitación de los niños, levanté a Samy y Vale primero y de allí cotti a la habitación de los mellizos, decidí qué el mejor lugar al qué podía llevarlos es el escondite qué hiciste para cuándo estabas triste y querían llorar por su madre, menos mal nadie sabe de eso acepto nosotros cuatro.

-¿El escondite lo salvó? - preguntó incrédulo, ya qué cuándo mandé hacer ese lugar fué para qué los niños pudieran estar solos cuándo querían sín qué nadie los molestaras, nadie sabía de ese lugar a excepción de Luna y yo.

-¿Cómo pudieron entrar a la casa? - pregunta uno de los oficiales, quién no le quita la mirada a mí esposa.

-Eso mismo quisiera yo saber, y en lugar de mirar tanto a mí esposa, debería estar haciendo su trabajo y no perder el tiempo - el oficial inmediatamente se recompone.

-¿Dónde están los niños nana?.

-Durmiendo mí niña, les costó volver a dormir después del susto qué nos pegamos, y estuvieron preguntando mucho por ustedes.

-Tranquila Luna, ya estamos aquí y no volveré a irme, tengo qué proteger a mí familia a cómo de lugar, tengo qué llegar al final de todo esto.

-Amor, iré a ver a los niños - dice Serena muy triste y angustiada.

-Todos están en la habitación de Samy, él cómo buen hermano mayor decidió cuidarlos a todos, por lo qué decidimos ponerle colchones grandes para qué sé pudiera acostar todos.

-Gracias, muchas gracias por haberlos protegido nana, no sabés cuanto te los agradezco - Serena la abraza fuertemente y Luna le corresponde el abrazo.

Serena sé va a ver a los niños y yo me dirijo al despacho con mís padres y los policías, dicen qué debe de haber algún traidor entre nosotros, y por más qué le doy vueltas no consigo dar con algún sospechoso, suspiro resignado y frustrado, tengo qué proteger a mí familia, tengo qué parar a esos malditos, no dejaré qué vuelvan a interferir en mí vida y felicidad.

-Tenemos qué encontrar a los responsables, hijo esto no puede quedarse así.

-Lo sé papá, yo sé de dos personas, pero no sé quién es la otra persona o sí hay más de tres.

-¿Quiénes son cariño?.

-Rubeos, Andrés son los dos qué sé, pero ayer hablé con Andrés qué está en la cárcel, no sé sí Zafiro les contó algo, pero al parecer son tres pero no sé sí será así o habrá alguien más mamá - justo cuándo mí padre va a responder algo, la puerta se abre dejando entrar a una curiosa Melisa.

-Veo qué te encuentras bien - dice algo aliviada, y yo alzó la ceja, sorprendido por su preocupación.

-¿Por qué no había de estarlo? - su cara palidece por un momento, pero se recompone.

-Darien, al llegar aquí ví muchos policías, y obvio me asusté y pensé lo peor, lo qué quiero saber es ¿Sí mís sobrinos están bien?.

-Sí hermana ellos están bien, yo también lo estoy -Melisa asiente pero frunce el ceño.

-¿Entonces por qué hay tantos policías afuera? ¿No me digas qué al fin sé me cumplió mí deseo, y la insípida de Serena desapareció de nuestra vidas? - al escuchar sus palabras mí irá crece, y sín poder evitarlo golpeó la mesa y me levantó en un sólo movimiento.

-No más Melisa, quiero qué te largues de mí casa, y no vuelvas nunca más, a menos qué decidas hacer las pases con mí esposa, y sí no olvidate de mí y tus sobrinos, ahora largate de aquí - Melisa está sorprendido por mís palabras, pero ya no pienso aguantar algo en contra de Serena.

-Papá, mamá ¿Dejarás qué me hable así?.

-Tú le te lo buscaste Melisa, ya te hemos dicho más de una vez qué dejarás de hablar así de una gran mujer cómo Serena, pero tal parece qué no quisiste entender - Melisa se le llena los ojos de lágrimas, en ellos puedo ver tristeza y rabia, Melisa me mira directamente a los ojos.

-Algún día te vas arrepentir por cada humillación qué me has hecho, yo debí estar por emcima de ella, soy tu hermana, sangre de tu sangre, y la preferiste a ella, eso te va a pesar Darien, te va a pesar - sín más sale de un portazo, dejándome totalmente helado por sus palabras ¿Qué diablos quiso decir con eso?.

.....

SERENA :

Estoy en la habitación de juedos de mís amados hijos, jugando con ellos, mientras Darien habla con sus padres, me siento tan mal y tan culpable, sí hubiera hecho caso en separarme de Darien, tal ves nada de esto hubiera pasado, pero es qué lo amo, quiero seguir cómo lo hemos hecho, tenemos qué salir adelante juntos cómo familia qué somos.

He estado pensando en ir hablar con Andrés, sé qué él tiene qué saber quién está detrás de todo esto, sí en verdad me quiere o me quiso a mí y a los mellizos cómo él decía, tiene qué decirme, tiene qué ayudarme, el golpe de la puerta al abrirse me saca de mís pensamientos, mí asombró es grande al ver a Melisa con sus ojos llenos de lágrimas, esos ojos qué me mira con odio y rabia ¿Por qué nunca pude caerle bien? A pesar de todo, no me gusta verla en ese estado.

-¿Te pasa algo Melisa? - trato de sonar amable.

-Pasa qué eres una desgraciada, pasa qué te odio, pasa qué no voy a descansar hasta cumplir mí objetivo - sus palabras me dejan sorprendida.

-¿De qué diablos estás hablando?.

-Conmigo no tienes por qué hacerte la mosquita muerta, siempre me has quitado lo qué más he amado en la vida, siempre metiéndote con lo más preciado qué tengo y no más Serena, pronto caerás y yo seré feliz de no verte levantar - sus palabras me dejan en estado de shock ¿A qué se refiere con esas palabras?.

-¿Qué quieres decir? - preguntó muy asustada.

-Muy pronto lo sabrás - sín más da media vuelta y se va dejándome completamente asustada ¿Por qué me habrá dicho todo eso? ¿Por qué me tiene qué odiar tanto? ¿Por qué?...

UN AMOR EN MÍ VIDA...... UN AMOR PARA SIEMPRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora