All is fair in the game called love [TRADUCCION]

Capítulo 17: ¿Trío de oro?

La autora de Harry Potter es J.K. Rowling

La autora de esta obra es SasuNarufan13, esta obra NO es mía solo me encargo de traducirla con el permiso de autora. No se permiten adaptaciones.

6 de septiembre

El viernes por la mañana Harry se despertó con una sonrisa. Sirius y Remus no le odiaban; aún le querían. Un sentimiento cálido le subió al pecho.

"Buenos días, Harry".

Harry sonrió. "Buenos días, Draco", dijo animado y saltó de la cama, agarrando su ropa y fue al baño a darse una ducha. El agua tibia lo relajó y se quedó allí cinco minutos más, simplemente disfrutando del agua.

Cuando salió del baño, vio a Draco ya cambiado con el uniforme del colegio intentando despertar a Blaise. No tuvo mucho éxito con él.

"Déjame intentarlo", se ofreció Harry y se colocó al final de la cama.

Draco se encogió de hombros y fue a colocarse junto a Harry. "Adelante".

Harry conjuró un cubo lleno de agua helada y lo dejó caer sobre Blaise.

Blaise chilló cuando el agua helada lo golpeó, saltó de la cama y cayó de cara al suelo. Gimió y se incorporó, con los dientes castañeteándole por el frío, mirando a los dos chicos que tenía delante.

"Eso le ha despertado", dijo Harry secamente y se metió la varita en el bolsillo.

Aquel comentario resultó ser demasiado para Draco y se le escapó una carcajada.

Harry se sorprendió al oír la risa de Draco -no la oía muy a menudo- pero se unió a él.

Blaise se levantó y cogió su ropa. "Te voy a pillar para esto, Harry. Puedes contar con ello", murmuró sombríamente y desapareció en el cuarto de baño.

"¿Debería tener miedo?" preguntó Harry divertido.

Draco ladeó la cabeza. "No. ¿Qué es lo peor que puede hacer? ¿Asfixiarte con su perfume?".

Harry soltó una risita. Había descubierto en su segundo día que Blaise usaba perfume todos los días en cantidades excesivas para atraer a las "chicas y chicos guapos". A nadie se le permitía tocar los frascos y, para estar seguro, Blaise le había hecho hechizos que cubrirían a todo el mundo de baba púrpura si tocaban el perfume.

Sin dejar de reírse, los dos chicos se dirigieron al Gran Comedor para desayunar. La mayoría de los alumnos miraban a Harry con recelo, recordando los artículos del Diario del Profeta.

Harry suspiró y se sentó a la mesa. "Uno pensaría que no creerían en el Diario Profeta después de la basura que publicaron el año pasado", murmuró sombrío.

"Estoy seguro de que acabarán cansándose de esto. No hay mucho de lo que puedan hablar en estos artículos. Mientras no empieces a matar a otros mientras exiges que tengan que llamarte el nuevo 'Señor Tenebroso', estarás bien y te dejarán en paz", Draco sonrió y luego saludó a Millicent, que acababa de sentarse. "Buenos días, Millicent".